Dicen ser una coalición de centro, no una organización de derecha salvaje, incivilizada e indocumentada. Ellos y ellas leen y estudian, se aplican mucho si es necesario. Gobiernan, es cierto, desde décadas (e incluso antes, en tiempos de penumbra y represión), tienen mucho mando en plazas, pueblos y ciudades, pero siempre, afirman, con responsabilidad. Son, […]
Dicen ser una coalición de centro, no una organización de derecha salvaje, incivilizada e indocumentada. Ellos y ellas leen y estudian, se aplican mucho si es necesario. Gobiernan, es cierto, desde décadas (e incluso antes, en tiempos de penumbra y represión), tienen mucho mando en plazas, pueblos y ciudades, pero siempre, afirman, con responsabilidad. Son, dicen ser, razonables, tienen seny, mucho seny, y una marcada tendencia a llegar a acuerdos. El combate frontal, descortés, no está en su diccionario de ruta; menos aún, el enfrentamiento entre pueblos. La prudencia, sostienen, es su virtud por excelencia, años-luz alejados de todo nacionalismo excluyente, dogmático, sordo y antihumanista. Nada que ver con el españolismo rancio, conservador y neofranquista del PP, UPyD y sus alrededores cada vez más yermos. Lo suyo, afirman con insistencia en medios suyos como TV3 y prolongaciones próximas, es otra cosa: un combate político democrático, justo, que muestras las cuentas básicas, que no agita por agitar, que abona siempre y en todo momento justicia, hermandad, veracidad y verdades. Son los otros, señalan, por multitud de razones añaden algo molestos, quienes se comportan como cavernícolas. Con aquellos, con «Madrid», no se puede; con ellos sí. ¡Son europeos, educados, exquisitos, elegantes, no son africanos!
¿Quieren una prueba de todo ello? Aquí la tienen. No es necesario traducir, hablamos y escribimos variantes muy cercanas del latín [1].
¿Han leído, han sentido? Ya lo saben: viven ustedes, vivimos todos, a costa de, explotando a la más que esforzada y asfixiada (como sostienen algunos cuadros y dirigentes de la vía catalana del 11S) Catalunya productiva, la de CiU por supuesto. ¡Nada menos! ¡Qué desastre somos! En qué parásitos nos hemos convertido! ¡Esta situación no pueden continuar! ¡Ya está bien! ¡Hasta aquí hemos llegado!
Pero afortunadamente, no sólo el Barça-Qatar es algo más que una multinacional, sino que la (imprescindible y resistente) lucha de clases aún existe en el país de Salvat Papasseit, Federica Montseny, Teresa Pàmies y Paco Fernández Buey.
¿Una demostración de esto último? Aquí la tienen:
Tampoco es necesario traducir: ¡a costa de la Catalunya trabajadora, sin distinción de orígenes, etnias, nacionalidades ni lenguas. ¡Cómo quería, defendía y soñaba Salvador Espriu!
¿He escrito antes lucha de clases? Sí, claro, lucha de clases, y también dignidad, humanidad, seny enrojecido y solidaridad básica, elemental… y verdadero amor a la verdad.
Vomiten si es necesario, tienen motivos para ello; cojan fuerzas de dónde puedan y, luego, «hasta enterrarlos en el mar», como cantó un cantautor que ya no existe (su otro yo navega ahora, perdido como alma en pena, en las turbulentas e insolidarias aguas del llamado «soberanismo»-«independentista»).
PS1. Don Artur Mas fue entrevistado el pasado jueves, 5 de septiembre, por doña Mònica Terribas para Catalunya Ràdio. Tras anunciar elecciones plebiscitarias (¿y eso qué es?) para 2016, al ser preguntado por el lema comentado de CiU, el president que se mofó de la forma de hablar castellano de los niños andaluces y gallegos ha admitido que sí, que puede levantar «suspicacias», pero ha subrayado que, se explique de la forma que se explique, este no es el punto, tanto da, la realidad, lo verdaderamente importante, es que en Catalunya, «con un déficit fiscal de 16.000 millones de euros» (¡el mantra nacionalista mil veces repetido y nunca probado, que permanece en el tiempo sin ninguna alteración cuantitativa!), el gobierno de los mejores privatizadores, su gobierno, esforzándose hasta el agotamiento, jugándose la vida en ello, «no puede pagar las pagas extras de los funcionarios». No puede. No es que no quieran, es que no pueden. ¡Y mira que lo intentan! ¡La España subsidiada explota a la Catalunya productiva, la Catalunya de don Fainé, la del senyor Millet, la de ex conseller Macià Alavedra, la de ex alcalde colomense Buenaventura Muñoz, la de don Boi Ruiz! ¡Qué escándalo, qué escándalo!
PS2: Y ahora que hablamos de Catalunya, de España, podemos hacerlo de otra España, de otra Catalunya. Vale la pena reproducir en homenaje a José María Valverde y Pilar Gefaell, su esposa, su compañera (y a su hija Clara), este poema de Jorge A. Braña (Santiago de Chile)
Un pueblo perdido en la campiña
casi imposible de llegar
prácticamente fantasma.
Allí yace José María Valverde
gran poeta y pensador, traductor y sociólogo,
en fin, hombre extraordinario.
Al ver su tumba me emocioné, confieso,
(¿por qué no un mausoleo en Barcelona?)
pero su sencillez se preserva hasta en el descanso.
Ahora ha de yacer su compañera de vida
Pilar Gefaell, a su lado
cenizas, sí, pero también símbolo fuerte.
Y su hija Clara, también extraordinaria
velando por sus memorias, los visita
con su Ángel y los humildes moradores
de Hinojosa del Campo.
Notas:
[1] Es un cartel oficial de CiU: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10151646404798424&set=a.149355218423.118562.133784158423&type=1&theater
Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra, director Jordi Mir Garcia)
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