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Sobre el cese de Javier Fuentes Feo como director del CENDEAC

La injusticia y la amenaza

Fuentes: Rebelión

Una injusticia contra uno solo es una amenaza para todos. Esta máxima de Montesquieu sintetiza los motivos por los que creo necesario denunciar públicamente el cese de Javier Fuentes Feo en la dirección del CENDEAC (Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo de la Región de Murcia) y la injusta injerencia política que […]


Una injusticia contra uno solo es una amenaza para todos. Esta máxima de Montesquieu sintetiza los motivos por los que creo necesario denunciar públicamente el cese de Javier Fuentes Feo en la dirección del CENDEAC (Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo de la Región de Murcia) y la injusta injerencia política que este representa. Cesar a quien está gestionando con gran acierto un centro público, y hacerlo sin explicación alguna, implica poner en entredicho la necesaria autonomía del sector de la cultura y supone una amenaza directa, por tanto, al derecho de todos a una gestión cultural pública y de calidad.

En febrero de este año participé como escritor invitado en una de las ediciones del ciclo D. Nuevo Ensayo. Organizado por el CENDEAC y la Asociación de Estudiantes de Filosofía de Murcia, este proyecto busca hacer visible la obra de jóvenes ensayistas y promover el diálogo en torno a ella. A lo largo de aquella jornada, encontré en el equipo organizador una generosidad intelectual y una apasionada entrega a la discusión teórica que son muy poco frecuentes y que a menudo echo en falta en la vida universitaria española. Este privilegiado entorno para el diálogo y la reflexión era resultado de la política de alianzas con colectivos e instituciones de la región de Murcia desarrollada por Javier Fuentes Feo desde que asumió la dirección del CENDEAC a finales de 2010. Es esta política la que le ha permitido mantener durante los cuatro últimos años una actividad cuantiosa y de alta calidad con un presupuesto inferior en un 85% al que llegó a manejar el centro en años anteriores. La colaboración con la Universidad de Murcia, la Filmoteca Regional o los colectivos Cienojos y Medusa Mediación, entre otros, ha ido tejiendo alrededor del CENDEAC una nutrida red de complicidades y afectos que lo han arraigado con fuerza en el tejido ciudadano local.

Además de trabajar por este arraigo, Javier Fuentes Feo ha hecho todo lo posible por potenciar el impacto de la programación a través de Internet, empeño imprescindible en un centro periférico como este. La mayor parte de las actividades desarrolladas en los últimos años cuentan con su propia guía de lectura disponible en la web, se han difundido en streaming y han dejado una entrevista en el canal de YouTube. Este canal, activado en mayo de 2014, suma ya una veintena larga de videos y más de 4.000 visualizaciones. En él, una entrevista al director Carlos Vermut alcanzaba recientemente 1.000 visitas en apenas dos semanas, tras la concesión de la Concha de Oro al realizador. Marta López-Briones, directora del organismo en que se integra el CENDEAC (el Instituto de las Industrias Culturales y de las Artes – ICA), se felicitaba entonces por ello en un comunicado. Esto sucedía menos de veinte días antes de que ella misma trasladase a Javier Fuentes Feo su cese como director.

Un último apunte sobre la gestión en el CENDEAC durante estos cuatro años: asegurar su sostenibilidad económica a medio plazo ha sido una de las preocupaciones fundamentales de Javier Fuentes Feo desde el principio. Ha gestionado el escaso presupuesto con el mayor rigor, como puede comprobarse en la última memoria del centro (accesible en la web), que desglosa todos los gastos asociados a cada actividad. Asimismo, ha continuado la excelente línea de publicaciones que caracteriza al CENDEAC desde su fundación, impulsando la venta directa online y logrando que el centro percibiese en 2013 más de 15.000€ de ingresos por la actividad editorial. La preocupación de Javier Fuentes Feo por la sostenibilidad económica del proyecto y la estabilidad laboral de la plantilla le condujo a empeorar significativamente sus propias condiciones contractuales para evitar despidos. Hace dos años cambió su contrato indefinido por uno de autónomo y se fijó un sueldo menos que modesto para ahorrar costes.

Pues bien, pese a que el balance de la gestión durante los cuatro últimos años es incontestable, y pese a que el proyecto del CENDEAC estaba previsto y acordado con la Consejería de Educación, Cultura y Universidades de la Región de Murcia hasta junio de 2015, el pasado 31 de octubre Javier Fuentes Feo es cesado de modo fulminante como director. Todos los proyectos en marcha quedan así pendientes de un hilo y el trabajo de fondo, colaborativo y a largo plazo de estos años corre el riesgo de perderse. A día de hoy, el Gobierno de Murcia sigue sin dar una sola explicación formal y convincente que justifique por qué decide poner en riesgo de esa manera uno de los centros públicos más prestigiosos de esta comunidad autónoma. No han faltado voces que han recordado estos días que Javier Fuentes Feo accedió a la dirección por libre designación y que, por tanto, se le puede cesar del mismo modo. No planteo en ningún caso la ilegalidad de esta decisión, desde luego, sino la injusticia que se comete ignorando la excelente labor que ha desempeñado en estos años y el perjuicio claro que se deriva para el centro. Que la dirección del CENDEAC sea un cargo de libre designación no exime a los responsables políticos de justificar razonadamente sus actuaciones; más bien al contrario: les obliga a rendir cuentas públicas de por qué esa persona ha perdido, en el ejercicio de su gestión, la confianza de la administración autonómica. No exigir estas necesarias explicaciones a quienes son servidores públicos, resignarse a que el capricho político dicte las reglas del juego, equivale a dar por bueno el derecho de pernada en el ámbito de la gestión cultural.

Lo más parecido a una explicación son las declaraciones realizadas por Marta López-Briones una vez que el escándalo saltó a la prensa. Según estas declaraciones, el cese buscaría que el CENDEAC sea «mucho más cercano al ciudadano» y se estaría estudiando la creación de «un consejo asesor más plural y abierto». Se insinúa así que la gestión de Javier Fuentes Feo era ajena a la ciudadanía, precisamente cuando se ha caracterizado por colaborar con el mayor número posible de instituciones públicas y colectivos, y ha acogido en el centro las labores de grupos de trabajo abiertos y gratuitos, propuestos por los ciudadanos murcianos. Se insinúa también que su gestión imponía una orientación parcial o sectaria, cuando en el reciente congreso «España sin (un) Franco» se invitó a ponentes procedentes de todo el espectro ideológico. A la vista de los hechos, es evidente que estas declaraciones de Marta López-Briones son un ejercicio de retórica vacía que muy poco se acomoda a la realidad.

Ante esto, es lógico que el cese se haya relacionado de inmediato con la reciente presencia de Íñigo Errejón en el CENDEAC. Parece que, de hecho, su presencia incomodó a la Consejería hasta el punto de que ningún representante oficial acudió a los actos de apertura y clausura del congreso antes mencionado. Esta explicación parece cobrar aún más fuerza si se recuerda que en esas fechas se celebraba también la asamblea fundacional de Podemos, con gran repercusión mediática. Sin embargo, tiendo a creer que este no es el único motivo del cese. Al fin y al cabo, mucha gente potencialmente incómoda ha pasado por el CENDEAC, también antes de que Javier Fuentes Feo asumiera la dirección. Entre ellos, Ernesto Laclau, uno de los mayores referentes teóricos del propio Íñigo Errejón. El verdadero problema no es a quién invitas, sino cómo funcionas: es ahí donde se demuestra la independencia y donde puede brotar la incomodidad. Walter Benjamin ya afirmaba en El autor como productor que «el aparato burgués de producción y publicación puede asimilar, incluso propagar, asombrosas cantidades de temas revolucionarios, sin poner seriamente en cuestión su propia permanencia». Se puede abastecer el aparato de producción de la cultura con el discurso más crítico y aquel lo integrará sin mayores dificultades; la verdadera eficacia política aparece cuando el aparato de producción, como quería Benjamin, empieza a transformarse dentro de lo posible. Y es esto lo que Javier Fuentes Feo ha hecho en sus años como director.

En un país donde la opacidad rige el uso del dinero público, el CENDEAC detallaba en Internet los gastos de cada actividad. En una situación de estrechez presupuestaria donde muchos entregan la programación cultural pública a los patrocinadores privados, el CENDEAC buscaba la eficiencia económica colaborando con otras instituciones y colectivos. En un sector donde lo más sencillo es cerrar la puerta a la actualidad social, el CENDEAC se abría a quienes proponían grupos de trabajo sobre la crisis o la planificación urbana. Javier Fuentes Feo ha demostrado que una gestión cultural pública, independiente y de calidad es posible incluso en tiempos de crisis y es esto lo que le ha convertido en alguien incómodo. Incómodo ante quienes quieren patrimonializar la cultura en su provecho. Incómodo ante quienes buscan en el naufragio de lo público una coartada perfecta para vender lo que es de todos al mejor postor.

Se ha cometido una grave injusticia al despreciar la labor realizada por Javier Fuentes Feo y su contribución decisiva a un CENDEAC sostenible y abierto a todos. De ella deberán responder Marta López-Briones, directora del ICA, y Pedro Antonio Sánchez López, Consejero de Educación, Cultura y Universidades de la Región de Murcia. Pero esta injusticia cometida contra uno solo es también una amenaza para todos los ciudadanos, que aspiramos a una gestión cultural pública, independiente y de calidad. El desprecio al trabajo de los buenos profesionales y la injerencia política arbitraria en el sector cultural son prácticas que no pueden dejarse pasar. Es el deber de todos señalar esta amenaza y denunciar a sus responsables.

Un colectivo de ciudadanos ha lanzado un manifiesto pidiendo la restitución de Javier Fuentes Feo al frente del CENDEAC. Puede firmarse aquí: http://cendeacdestitucion.wordpress.com/

Nota del autor:

El retraso en la aparición de este texto se debe a motivos ajenos a mi voluntad. Fue redactado con el propósito de que se publicara en salonKritik el domingo 9 de noviembre. Pese a haber sido aceptado al inicio, finalmente se me indicó que se rechazaba tras el dictamen de un evaluador anónimo. Intenté después su publicación en diversos medios online, tanto generalistas como especializados, que lo rechazaron también apelando a los tiempos acelerados de la noticia o la resistencia de Internet a las argumentaciones detalladas. Agradezco a Rebelión que lo recoja ahora, haciendo así posible la discusión pública de un asunto tan grave.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.