Todo el mundo daba por descontada la victoria del ‘Sí’ en este referéndum-trampa preparado por el PSOE. La duda era saber qué nivel de abstención habría y si ello serviría para algo. Horas antes del recuento, el líder de la derechona española, Mariano Rajoy, se daba con un canto en los dientes si llegaba a […]
Todo el mundo daba por descontada la victoria del ‘Sí’ en este referéndum-trampa preparado por el PSOE. La duda era saber qué nivel de abstención habría y si ello serviría para algo.
Horas antes del recuento, el líder de la derechona española, Mariano Rajoy, se daba con un canto en los dientes si llegaba a votar al menos el 50% del electorado. Lo contrario sería restar legitimidad a la consulta.
Pero hete aquí que pese a los resultados, los políticos euroafirmativos se muestran pletóricos en las horas posteriores a los primeros resultados oficiales. Y los grandes medios de comunicación también, por supuesto.
Les parece un logro democrático el que sólo el 40% de los ciudadanos con derecho al voto hayan decidido expresarlo. Y convendría no olvidar a un importante sector de la sociedad que vive, trabaja y cotiza, pero al que no se le permite votar.
Si, desde una perspectiva reaccionaria, obviamos a los inmigrantes resulta que solo 3 de cada 10 españoles han manifestado su deseo de ratificar el tratado constitucional. Si además tenemos en cuenta que los resultados no son legalmente vinculantes, ya que el referendo sólo tiene carácter consultivo, la parodia electoral está servida.
Con el 100% escrutado, la abstención a nivel estatal se sitúa en el 57,68% y sumada ésta a los votos en contra y los votos en blanco la cifra alcanza al 70,85% de los electores. Estos datos se vuelven aún más significativos en algunas comunidades autónomas: como es el caso del País Vasco (61,26% de abstención y 33,66% de voto ‘No’), Navarra (58,28% de abstención y 29,22% de voto ‘No’), Cataluña (59,04% de abstención y 28,07% de voto ‘No’), Baleares (66,73% de abstención y 16,07% de voto ‘No’) o las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla que alcanzan, respectivamente, un 72% y un 73% de abstención y entre un 15 y un 19% de votos contrarios a la consulta.
Nada de eso resulta significativo o importante en un día como hoy. La democracia se legitima sola por el hecho de existir.
En ese sentido se expresó el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, quien aseguró tras conocer los resultados que «el respaldo a la Constitución hace más fuerte a España y a Europa». O el secretario de organización del PSOE, José Blanco, que calificó de rotundo éxito el triunfo del «sí». Y de modo análogo lo han hecho los medios afines al poder en sus ediciones digitales, tras conocer los resultados oficiales.
Así el diario El País titulaba «Victoria aplastante del ‘sí’ en el referéndum del Tratado Europeo», El Mundo con un rotundo «Los españoles dicen ‘sí’ a la Constitución Europea. Un 76,7% de los votos aprueba el tratado», ABC «Respaldo masivo. Un «Sí» abrumador de los españoles a la Constitución Europea» y La Razón con un lacónico «Mayoría absoluta del «sí»».
Igual hicieron la Agencia EFE («Zapatero asegura que nadie ha perdido y que España ha hecho Historia»), la indecente Europa Press («Casi ocho de cada diez españoles ratifican la Constitución con un recuento del 99,80% de los votos del referéndum»), CNN+ («La Constitución Europea recibe el respaldo mayoritario de los españoles»), la BBC («Los españoles votaron mayoritariamente este domingo a favor de ratificar la nueva Constitución de la Unión Europea») o el Canal Sur andaluz («3 de cada 4 votantes apoya la Constitución Europea»).
Falsos titulares. Información groseramente manipulada que demuestra lo atado y bien atado que estaba todo desde antes de la convocatoria.
Las críticas de legitimación democrática para otros procesos de otras latitudes (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=11697), que en casa tenemos muy claro el guión.