ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru han convocado una huelga general el próximo 21 de mayo, para denunciar «la destrucción de empleo y el chantaje patronal» derivado de la crisis económica, y para exigir instrumentos para abordar la situación en Euskal Herria. Los secretarios generales de ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru han […]
ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru han convocado una huelga general el próximo 21 de mayo, para denunciar «la destrucción de empleo y el chantaje patronal» derivado de la crisis económica, y para exigir instrumentos para abordar la situación en Euskal Herria.
Los secretarios generales de ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru han sido los encargados de anunciar la convocatoria de huelga en una comparecencia ayer en Bilbao, en la que hicieron un diagnóstico de la actual coyuntura marcada por la crisis y de sus consecuencias.
«Reivindicamos instrumentos políticos y económicos para decidir aquí el servicio de la gente que los necesite y no de las elites económicas», manifestó el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz.
Explicó que las seis centrales están de acuerdo en convocar una huelga ante el «ataque» que están sufriendo los derechos de los trabajadores, y denunció el «chantaje inmisericorde de la patronal a las condiciones de trabajo para que sean las paganas de la situación que ha creado».
En su opinión, la actual crisis económica exige una respuesta «contundente» por parte del ámbito laboral, «principal víctima de una situación social y económica que no ha provocado».
Los representantes sindicales acusaron a la patronal de «aprovecharse» de la crisis para ajustar plantillas y modificar a la baja las condiciones laborales, cuando éstas «no han tenido absolutamente nada que ver» con la actual situación.
Para los convocantes, la causa principal está «en las políticas de los gobiernos que han pretendido favorecer al capital» mediante reformas fiscales y otras actuaciones.
Por su parte, Ainhoa Etxaide, secretaria general de LAB, criticó que se responda «con más capitalismo» a «la crisis del capitalismo» y denunció que se haga «víctimas de la situación» a sus responsables, en alusión a los empresarios, a los que reprochó que exijan «más recortes para reducir costes» en la actual coyuntura.
Aglutinar a todos los sectores populares
ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru creen que la jornada de huelga debe traducirse en una amplia movilización de solidaridad con los trabajadores y trabajadoras que han perdido su empleo, o que nunca lo han tenido, con los que están viendo «cómo las diversas patronales, con la ayuda inestimable de las administraciones, conculcan reiteradamente sus derechos y degradan las condiciones laborales y de acceso a un puesto de trabajo», en definitiva, una jornada de denuncia «de un sistema económico y social que no tiene en cuenta a la clase trabajadora».
Sostienen que la sociedad en general es la que está sufriendo las consecuencias de la crisis, por lo que creen que la respuesta a dar debe aglutinar a todos los sectores populares.
Por ello, los representantes de la mayoría sindical vasca señalaron que tratarán de concitar otras adhesiones sociales a la convocatoria.
El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, explicó que la huelga comenzó a gestarse antes de las elecciones del 1 de marzo y «se hubiese convocado de igual manera», con independencia de qué partido forme el próximo Gobierno.
Aralar se suma
Por su parte Aralar anunció que se suma a la huelga, ya que entiende que «no se puede echar sobre los trabajadores los efecto de una crisis» que no han originado ellos.
El vicecoordinador de la formación, Jon Abril, señaló en una nota que Aralar coincide con el diagnóstico que de la crisis los seis sindicatos, y criticó que las instituciones se limiten a «ayudar a las grandes empresas y al sector financiero» y dejen «a un lado a los trabajadores», que son «los que más están sufriendo los efectos de la crisis».
Críticas de CCOO
Tras conocer la convocatoria, el secretario general de CCOO de Euskadi, Unai Sordo, opinó que «se vuelve a perder en Euskadi la oportunidad» de una «acción sindical conjunta». Sordo criticó que las centrales convocantes hayan tirado «por la calle de en medio» y hayan hecho «una convocatoria excluyente respecto a una parte muy importante del sindicalismo vasco».
A su entender, es «comprensible que sindicatos que no tienen ninguna capacidad de incidencia real» ante la situación de crisis «busquen estos espacios de intervención mediática y virtual para parecer que hacen algo» y dijo que «este tipo de salidas no conducen a nada y no son, desde nuestro punto de vista, las deseables».
Por su parte, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, señaló que no ve «ni a nivel general ni aquí» motivos para una huelga general. A su juicio, una movilización de esa naturaleza, la máxima que puede poner en marcha el movimiento sindical, hay que reservarla «para otras circunstancias» como «en caso de que se produjesen elementos de ataque a los derechos laborales o sociales en nuestro país».
«Si a nosotros nos garantizase alguien o pudiéramos garantizar que con una huelga general vamos a generar el millón de empleos que ahora necesitaría generar la economía española, mañana mismo estamos movilizándonos de esa manera», afirmó.
Fernández Toxo aseguró que si se atacasen los derechos laborales y sociales de los trabajadores, su sindicato convocaría una huelga general, pero «en estos momentos creo que la mejor contribución que podemos hacer a la sociedad española es tratar de dinamizar el diálogo social». Recordó que su sindicato propone «la apertura de un proceso de negociación que pudiera conducir al establecimiento de un pacto de Estado para la legislatura para el relanzamiento de la actividad económica y del empleo».