Se cumplen hoy 68 años desde que el fuerte San Cristóbal, situado en el monte Ezkaba, vivió en primera persona la fuga de 796 personas. Entonces, este lugar próximo a Iruñea era una cárcel franquista. La gran mayoría fue detenida y el número de fusilados superó los dos centenares. Durante la decena de años que […]
Se cumplen hoy 68 años desde que el fuerte San Cristóbal, situado en el monte Ezkaba, vivió en primera persona la fuga de 796 personas. Entonces, este lugar próximo a Iruñea era una cárcel franquista. La gran mayoría fue detenida y el número de fusilados superó los dos centenares. Durante la decena de años que el fuerte fue utilizado como prisión, por sus celdas pasaron 4.885 personas. Más de 600 murieron.
Ayer, por decimoctava ocasión, se celebró en las puertas del recinto un homenaje a todos aquellos que estuvieron allí encarcelados. La jornada estuvo marcada por el reciente descubrimiento del cementerio del fuerte, llevado a cabo gracias a las investigaciones de José María Jimeno Jurío. Ello ha permitido conocer el lugar donde se hallan enterrados 73 cuerpos, todos ellos identificados.
«Nunca había venido tanta gente», explicaba a GARA Joseba Ezeolaza, de la Asociación de Familiares de Fusilados. Ello se debió, según su opinión, a que muchas personas que ni siquiera habían escuchado hablar de SanCristóbal se han enterado ahora de que sus allegados estuvieron encarcelados en esta prisión. Salvo dos vizcainos, el resto de los cuerpos sepultados en el cementerio pertenece a ciudadanos delEstado español. Ayer se desplazaron hasta Nafarroa gentes de Madrid, Girona, León, Valladolid, PalenciaŠ
«Una historia jalonada de tragedia y dolor», subrayó Ezeolaza, para quien el descubrimiento del cementerio no es más que «la punta del iceberg». Todavía son muchos los restos de los cuales no existe ningún tipo de información.
El representante de los familiares recordó que, hace unos días, el Ejército español publicó una nota restando relevancia al descubrimiento del cementerio, porque eran datos que ya obraban en su poder. Ezeolaza reclamó por ello que se haga pública toda la información referente a las personas que estuvieron presas en el monte Ezkaba.
El homenaje comenzó a las 12.30, con la presencia de algunos supervivientes, de muchos familiares y de varios centenares de personas que acudieron a ofrecer su respaldo y cariño. El primero en tomar la palabra fue Koldo Pla, de la Asociación Cultural Txinparta, que es la organizadora del acto. A renglón seguido habló el propio Ezeolaza. Uno de los instantes más emotivos fue el de la intervención de Ernesto Calatarrá, de 88 años de edad y uno de los supervivientes, que narró su vivencia particular de aquel cautiverio. También intervinieron familiares de prisioneros.
Fermín Valencia y Javier Asín interpretaron el himno de San Cristobal, escrito en su día por uno de los presos. Para finalizar, se realizó una ofrenda floral y se bailó un aurresku. Todo ello, presidido por una bandera de la II República