Los soldados españoles desplegados en Herat (oeste de Afganistán) mantuvieron el miércoles la protección de la sede del Coordinador Regional de las Fuerzas Internacionales de Asistencia para la seguridad (ISAF), perteneciente a la OTAN, sin que se registraran nuevos incidentes ni protestas a causa de las viñetas sobre Mahoma. La actuación de los soldados españoles, […]
Los soldados españoles desplegados en Herat (oeste de Afganistán) mantuvieron el miércoles la protección de la sede del Coordinador Regional de las Fuerzas Internacionales de Asistencia para la seguridad (ISAF), perteneciente a la OTAN, sin que se registraran nuevos incidentes ni protestas a causa de las viñetas sobre Mahoma.
La actuación de los soldados españoles, que el pasado martes acudieron a proteger la sede del Coordinador Regional de la ISAF ante la protesta de medio millar de manifestantes, tuvo un carácter represivo. Los 25 soldados que acudieron a la sede de la organización armada ayudaron a la policía local a dispersar por la fuerza a los concentrados.
Para Gaspar Llamazares, dirigente de Izquierda Unida (IU) «la disolución de manifestaciones no es precisamente humanitaria y no tiene nada que ver con la misión de reconstrucción aprobada por el Parlamento». El grupo de IU-ICV fue el único que votó en contra de la misión. Llamazares criticó abiertamente a Zapatero: «Hablar de Alianza de Civilizaciones y, por otro lado, estar en Afganistán en labores no precisamente humanitarias y como dice el ministro de Defensa, José Bono, en la lucha antiterrorista, es una incongruencia».
Denuncia de militares
El secretario general de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), Mariano Casado, aseguró, por su parte, que las tropas en Afganistán «no poseen material antidisturbios ni la preparación adecuada para actuar en disolución de manifestaciones» como las que han tenido lugar en todo el país.
Fuentes oficiales aseguraron que la sección enviada a proteger la sede del Coordinador Regional de ISAF cuenta con material antidisturbios –cascos, escudos, porras y fusiles con la bocana adaptada para lanzar botes de humo– y lleva, además, su armamento reglamentario. En todo caso, las fuentes señalaron que los soldados no han tenido que intervenir y subrayaron que tienen orden de utilizar «proporcionalmente la fuerza» y siempre a petición de las autoridades locales.