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La moral y costumbre aliancista sobre la prohibición jurídica

Fuentes: Rebelión

Introducción El argumento que expondré es el siguiente: En Puerto Rico es importante derogar la prohibición legal de las coaliciones electorales. Pero también es importante la moral, voluntad, costumbre, afinidad y cooperación entre partidos emergentes, movimientos sociales y ciudadanía para construir convergencias que lleven al poder a un gobierno, idóneo y decente para descolonizar a […]

Introducción

El argumento que expondré es el siguiente: En Puerto Rico es importante derogar la prohibición legal de las coaliciones electorales. Pero también es importante la moral, voluntad, costumbre, afinidad y cooperación entre partidos emergentes, movimientos sociales y ciudadanía para construir convergencias que lleven al poder a un gobierno, idóneo y decente para descolonizar a Puerto Rico y conquistar todos los poderes internos y externos de nuestra soberanía nacional para poder gobernarnos en nuestra única Patria.

Mi nuevo libro

En mi libro anterior, La deuda odiosa y la descolonización de Puerto Rico (Publicaciones Librepensador 2018), atendí, entre otros, los temas de la deuda pública odiosa colonial y el proceso de descolonización. En este libro que presentamos hoy, el cual he titulado Enhebrar las cuentas: Escritos Contemporáneos sobre Puerto Rico (Publicaciones Gaviota 2022), pongo al día mis reflexiones sobre ambos tópicos. Además abordo diversos problemas y asuntos importantes. En la Contraportada verán varias preguntas que intento contestar en este libro.

Cuando escogí el título y pensé en su ilustración, recordé los rosarios de mi adorada madre, católica devota, que tenían cuentas de todas clases y colores. Y le envié al artista que diseñó la portada varios ejemplos de collares de cuentas, católicos de origen hispánico, taínos, africanos, que son parte de nuestra herencia cultural. Y como el título fluye de un corto ensayo incluido en el libro, titulado: La solidaridad, un collar que se rompió, deseaba ilustrar con una imagen-metafórica un collar desparramado agrupado por manos sensibles.

El título y arte sugieren solidaridad, unidad humana necesaria. Pretendo acercarme a la historia, tradiciones y nuevos desarrollos, contemporáneos, en áreas esenciales, para sugerir hojas de ruta y cambios. Con aspiración a un pensamiento crítico nacional renovado, intento aproximarme a las dinámicas fundamentales, a los problemas sobresalientes de Puerto Rico y su diáspora. Realmente es aproximación, porque el método de pensar debe ser humilde, ya que en nuestra relación con el mundo nuestros sentidos son limitados, y en la labor de síntesis son múltiples las aportaciones de otros pensadores y humanos.

Continúa siendo columna central del nuevo libro las grandes reformas necesarias y la descolonización de Puerto Rico. Pero insisto que no serán posibles sin una o unas terceras fuerzas políticas nacionales poderosas, solidarias, emancipadoras , virtuosas y comprensivas del rol de cada una. Que requiere para su edificación, enhebrar, unir, agrupar las cuentas humanas de la solidaridad, de la voluntad, los deseos, la afinidad, la amistad, la conciencia, el deber social de actuar concertadamente.

Las alianzas electorales en la historia y en el futuro

La fecha de cierre de este libro fue el 31 de diciembre de 2022. Un libro es la culminación de un proceso y también punto de partida hacia el porvenir. Las convergencias políticas y la prohibición de las alianzas electorales son temas del libro. Pero el 7 de marzo de 2022, como desarrollo de las investigaciones e ideas contenidas en el libro, publiqué un ensayo en la Revista Rebelión sobre las alianzas electorales en nuestra historia y camino al porvenir al que remito. (1) Esta actividad también es una aportación hacia el porvenir, que no cesa.

Nuestra historia ilustra que la voluntad, la moral, la plena conciencia y costumbre solidaria de la cooperación humana son esenciales para las convergencias. El desarrollo de grupos autogestionarios convergentes en asuntos extraparlamentarios en la isla y en la diáspora ha incrementado. La participación en esta actividad de los ponentes, líderes de los dos principales partidos electorales emergentes, demuestra que se avanza hacia un salto en calidad en esa voluntad de edificar convergencias para edificar un Puerto Rico mejor y solidario.

En un periodo especial, cercano a la invasión norteamericana, a comienzos del Siglo 20, boricuas ilustres desarrollaron amistades y afinidades determinantes. Lo ejemplificaron Rosendo Matienzo Cintrón y José De Diego mediante la práctica común de la abogacía en Mayaguez en los 1890s; Luis Muñoz Rivera y José De Diego laboraron unidos durante los debates al interior del Partido Autonomista para negociar la autonomía con el partido liberal español; y luego del asesinato de Cánovas del Castillo, con el nuevo líder liberal fusionista español Práxedes Mateo Sagasta, así también concertaron esfuerzos en el proceso electoral autorizado por la Carta Autonómica de 1897 y en el Gobierno autonómico elegido en los comicios de marzo de 1898. Esas afinidades de los 3 próceres fueron también fundamentales para la fundación del Partido Unión en 1904, una alianza plural ideológica intra partido ocurrida en periodo especial que tenía la famosa Base 5ta que promovía la independencia al mismo rango que otras fórmulas de estatus. Y que se extendió a una alianza del Partido Unión con el pequeño Partido Obrero de Santiago Iglesias Pantín al que ofrecieron 6 candidatos en el listado común para la Cámara de Delegados durante la vigencia de la ley federal Foraker.

Las alianzas electorales fueron permitidas por ley hasta 1919, luego se prohibieron por 5 años hasta 1924, año en que se deroga la prohibición. Desde entonces, las alianzas electorales fueron la costumbre general por 24 años, durante un periodo especial, hasta 1948. En los años 1924 a 1930 predominaron la Alianza Puertorriqueña entre el Partido Unión y el Partido Republicano y la Coalición entre los seguidores de Martínez Nadal y Santiago Iglesias Pantín. De 1932 a 1940 tomó prominencia la Coalición de Republicanos liderados por Rafael Martinez Nadal y los Socialistas de Santiago Iglesias Pantin y luego la Alianza Tripartita desde 1940 hasta 1948. En 1938 surge una alianza intra partido con la fundación del PPD. El programa común de esos partidos coloniales parlamentarios durante ese periodo era las reformas y el llamado “self government” hacia el gobernador electivo.

En el Código Electoral de 1977 se reconocían los partidos coligados, definidos como aquellos que tenían candidatos comunes en sus columnas de papeleta. No es hasta el 2011 que el bipartidismo PNP-PPD prohibió las fusiones electorales. En el Código Electoral de 2020 en el Artículo 7.9 se prohibieron las fusiones y en el Artículo 6.1 se prohibieron las coaliciones electorales de cualquier variante.

Aún cuando las alianzas entre partidos electorales eran permitidas legalmente, durante el periodo hegemónico del PPD desde 1948 hasta 1968, y desde el predominio del bipartidismo entre 1968 hasta 2011, las alianzas electorales no se practicaron por los partidos parlamentarios. Y no se practicaron por variados factores. Lo cierto es que no hubo voluntad aliancista en los partidos parlamentarios desde 1948 hasta el 2020.

La dispersión partidista en todos los partidos parlamentarios fue costumbre general desde 1952 hasta el 2020 a pesar de ser legales las alianzas hasta el 2011. (2) La dinámica durante ese largo periodo de 1948 al 2011 fue centrípeta, predominó la separación, el desprendimiento de facciones, aún cuando eran permisibles legalmente las alianzas electorales.

Luego del año 2000 entramos en un periodo especial de crisis de deuda, (agravada por desastres naturales y la pandemia). Un problema profundo de deuda que ha causado la crisis estructural del andamiaje colonial y erosión del bipartidismo. Esto queda demostrado cuando en 2012 el bipartidismo tenía un respaldo del 97% y los partidos pequeños un 3%. El PNP desgobierna desde el 2020 con un 33% de respaldo electoral minoritario, sigue el PDP con un 31%. Mientras tanto, los candidatos a la gobernación de los partidos emergentes, aumentaron en 8 años, de un 3% en 2012 a un 35% de apoyo de los electores en el 2020. Ha estado ocurriendo un cambio en la conciencia general, ilustrado en el flujo de respaldo hacia los partidos emergentes. Pero estos acudieron separados a los comicios. A pesar de tener programas comunes en torno a las grandes reformas necesarias, gobierno decente, el status no estuvo en “issue” y plan descolonizador mediante asamblea de status convocada desde la ley 600, con diferencias en ciertos detalles. Pero al no trascender las estructuras partidistas y acudir fragmentados a los comicios, los partidos más pequeños no accedieron al gobierno.

Conclusión

Como señalo en el libro no se puede vislumbrar los medios cómo fetiches. Los medios no tienen vida propia, la dimensión moral se la imparte el humano al utilizarlos. El medio electoral puede ser ético, como cualquier medio, si adelanta los fines hacia una contra cultura de la emancipación nacional y la igualdad social.

El clamor del pueblo puertorriqueño es claro: es vital dar un salto en calidad en todos los medios éticos y en particular en el medio electoral, para que en el 2024 se logre desbancar al bipartidismo neoliberal, egoísta, corrupto e inservible. Se impone una nueva moral y costumbre en la población que genere solidaridad, agrupación de cuentas, convergencias, en diversos espacios, incluido el medio electoral. Ya sean alianzas electorales tácitas, mediante contratos privados o en el último de los escenarios por voto mixto, si persiste la prohibición legal de las alianzas, y por mala fortuna no se avanza en la conciencia convergente. O a través de convergencias contractuales formales electorales solidarias, si se hubiera logrado derogar tal prohibición por litigio judicial o nueva legislación. Tales escenarios mediante el acuerdo de programas comunes, y el respeto a las autonomías partidistas. Proceso que lleve a elegir un Gobernador, un Alcalde de San Juan, mayoría de alcaldías y legisladores de los movimientos sociales y partidos patrióticos y solidarios emergentes.

Como señalo en el libro, debemos reconocer y superar los sinsabores, heridas y enconos que generaciones del presente podamos haber desarrollado durante nuestra vida política y social y en particular a raíz del proceso electoral del 2020. Y aunque es esencial el debate y diálogo de ideas, urge hacerlo con respeto y civismo.

Para el pueblo humilde y afectado puertorriqueño ésta comprensión y campaña de la afinidad y amistad no debería ser tan difícil. Somos un pueblo amistoso y solidario. El distanciamiento que ha producido la pandemia y sus protocolos será superado y debemos aspirar a los encuentros constantes y continuos en las marquesinas, auditorios, calles y festividades de los boricuas. Y si hay que volver al distanciamiento pandémico coyuntural, debemos continuar desarrollando medios que fortalezcan la unión.

La presencia coincidente y mensajes solidarios en esta tribuna de Juan Dalmau, líder del PIP y de Manuel Natal, líder del MVC, y sus declaraciones recientes de que cultivan una amistad y excelentes afinidades, atestiguan un hito histórico, la voluntad de ellos de elaborar rutas de convergencia. Porque de nada vale derogar las prohibiciones legales de las fusiones y las coaliciones contenidas en los Artículos 7.9 y 6.1 del actual Código Electoral, derogación que es necesaria, si no hay voluntad, moral y costumbre de alianzas electorales. Felicitamos a Juan Dalmau y a Manuel Natal y sus partidos PIP y MVC por esa voluntad unitaria.

Esta historia nacional y la experiencia comparada en EU, sobre fusiones y coaliciones y teorías para un litigio para derogar la prohibición de las alianzas electorales, las pueden leer en mi aludido ensayo reciente (1) y en este mi nuevo libro que presentamos hoy, disponible en las librerías de Puerto Rico.

Muchas gracias a todos y todas por asistir a esta actividad. Invito a adquirir y leer mi libro. Viva la amistad, las afinidades políticas, las alianzas de sectores solidarios y las luchas para que una nueva mayoría acceda al gobierno de manera que se gobierne con decencia y justicia y se pueda adelantar la descolonización y plena soberanía de Puerto Rico. Hubo convergencias, afinidades, desprendimiento de humanos ilustres a principios del Siglo 20 en la entrada del nuevo coloniaje. Es mi esperanza, lo noto en esta tribuna, que haya la moral, la costumbre, el desprendimiento, para hacer concertaciones diversas, incluida con preeminencia la electoral, en este periodo especial del Siglo 21, para despedir el colonialismo de nuestra patria hacia la conquista de nuestra libertad y solidaridad nacional.
*Abogado, profesor, escritor de múltiples ensayos, autor de los libros La Deuda Odiosa y la descolonización de Puerto Rico (Publicaciones Libre Pensador, 2018) y Enhebrar las Cuentas: Escritos Contemporáneos sobre Puerto Rico (Publicaciones Gaviota, 2022), egresado de Harvard, Magna Cum Laude (1987).

**Ponencia ofrecida el 15 de junio de 2022 en el Teatro de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico en la actividad de presentación de mi libro Enhebrar las Cuentas: Antología de Escritos Contemporáneos sobre Puerto Rico (Publicaciones Gaviota, 2022).

(1) Apuntes sobre las alianzas electorales en la historia y camino al futuro – Rebelion. 7 de marzo de 2022.

(2) A pesar de ser permitidas las alianzas mediante fusiones electorales, en 1976 no hubo coalición o alianza electoral entre los dos partidos patrióticos PIP y PSP. Ilustrado lo antes indicado en el rompimiento del PPD en el 1968 con Sanchez Vilella, del Partido Republicano y PNP en el 1968, el Tercerismo con el PIP en el 1973, rompimiento del PNP con Hernán Padilla y Partido de Renovación en 1984. La dispersión continuó con el surgimiento de pequeños partidos y candidatos emergentes.