La Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres La Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, aprobada el pasado 15 de marzo en el Congreso de los Diputados y que entra en vigor hoy 24 de marzo, introduce una nueva Disposición Adicional a la Ley de Asilo para que […]
La Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, aprobada el pasado 15 de marzo en el Congreso de los Diputados y que entra en vigor hoy 24 de marzo, introduce una nueva Disposición Adicional a la Ley de Asilo para que sea de «aplicación a las mujeres extranjeras que huyan de sus países de origen debido a un temor fundado a sufrir persecución por motivos de género» (*).
Esta modificación da respuesta a una reivindicación de CEAR y de las organizaciones que trabajan en defensa de los derechos humanos de las mujeres para que no queden excluidas del sistema de asilo español las mujeres que han sufrido trata para prostitución forzada, explotación sexual, persecución motivada por la orientación sexual y la identidad de género, abusos sexuales como arma de guerra, mutilación genital, crímenes ‘de honor’ u otras violaciones graves de sus derechos fundamentales por motivos de género.
Denegación sistemática
Esta modificación supone un avance histórico en la protección legal de los derechos humanos, pero debe hacerse efectiva a través de una política de asilo que cumpla con la Convención de Ginebra de 1951, ya que el reconocimiento formal resulta insuficiente. Existe un abismo entre la titularidad de este derecho y la posibilidad de disfrutarla. El Gobierno español deniega cada año en torno al 95% de las solicitudes de asilo que recibe, pese a ser uno de los países europeos al que llega un menor número de personas refugiadas. En 2005 solicitaron asilo en España 5.254 personas, la cifra más reducida desde 1997 (frente a las 50.050 de Francia, las 28.910 de Alemania o las 30.460 de Reino Unido).
La persecución por motivos de género
CEAR lleva trabajando desde 2004, especialmente desde su delegación en Euskadi, en una campaña conjunta para dar a conocer la persecución por motivos de género y reivindicar su reconocimiento a través del sistema de asilo español. En este sentido, valora de manera positiva la mención explícita a este tipo de persecución en la Ley de Asilo y en su Reglamento, siempre que ésta vaya acompañada de instrumentos que permitan su aplicación real.
Testimonio de Solange Tragodara, miembro de Nosotras Perú y refugiada por motivos de género
«El derecho de asilo es lo único que te queda cuando tus derechos humanos han sido vulnerados»
Mi nombre es Solange Tragodara, peruana de nacimiento y solicitante de asilo, solicité asilo en España dado que fue imposible conciliar mi vida normal y laboral con la sociedad en la que vivía; dado que soy lesbiana y activista gay desde los 18 años.
Actualmente tengo 25 años, un hijo, una familia que me apoya y un futuro incierto; en Lima fui directora de una ONG, llamada NOSOTRAS PERÚ, que se dedica a asistir a mujeres lesbianas y bisexuales. Y el liderar un grupo de esas características me hizo blanco de amenazas, robos, atentados y secuestros, tanto a mi persona como a las personas más cercanas a mi entorno.
Por otro lado, dadas las circunstancias de mis agresiones, el asentar una denuncia policial se convirtió en una misión imposible, lo que me situó en una situación de indefensión y de desesperación, que me llevó a tomar la decisión desesperada de huir a mi país. Cuando el miedo cala tan profundo que tienes que decidirte y dejar tu VIDA, todo lo que has hecho, todo tu trabajo, toda la familia, es lo más duro que le puede pasar a una persona.
Por otro lado, llegar a un país que no conoces y donde no conoces a nadie, ya es otra historia, el proceso de solicitud de asilo es traumático y estresante al cien por cien. La primera barrera es contarle tu historia a alguien que no has visto en tu vida, creo que eso fue lo más duro para mí. Luego al presentar la solicitud la tendrás que volver a contar en la policía con más detalles si cabe, y de ahí todo son esperas interminables.
Primero lo tarjeta blanca, te asignan el NIE, en realidad no te sirve para casi nada, salvo para efectos de identificarte. Luego, si tienes muchísima suerte, la ansiada tarjeta amarilla, la primera, que dura seis meses y es sólo el permiso de residencia temporal, luego con la segunda tarjeta, tienes la autorización para trabajar, pero esto no hace tan fácil la búsqueda de trabajo, la caducidad de seis meses de la tarjeta genera muchos inconvenientes, aún con todo, estás tranquila renovando cada seis meses, te vas involucrando con la sociedad de acogida, a pesar de las depresiones y del desánimo ocasional, pero sigues luchando.
Yo lo sé bien, ya tengo dos años y medio aquí, y ya me han denegado el asilo, la última vez que fui a la policía me retiraron la tarjeta amarilla y me devolvieron el pasaporte. Ahora me encuentro en una situación de mucha angustia por el futuro, en un limbo legal. Ahora estoy emprendiendo el siguiente paso en este interminable camino de trámites que es el recurso contencioso-administrativo, pero las posibilidades de conseguir que se reconsidere el caso son muy pocas. A pesar de ello, creo que el derecho de asilo es lo único a lo que puede apelar una persona cuando sus derechos humanos han sido vulnerados.
Por otro lado, como mujer que ha trabajado con un colectivo vulnerado y como mujer que siente que han vulnerado sus derechos, creo firmemente que la Ley de Igualdad y su incidencia en la Ley de Asilo será de vital importancia, ya que el reconocimiento explícito de la persecución por motivos de género se hace necesario y casos como el mío y el de miles de mujeres lo delatan. El nombrar los problemas y, sobre todo, las soluciones, con nombres y apellidos, explícitamente, es un primer paso en la aceptación de la realidad y muchas veces el único camino hacia una solución, cuando lo que supuestamente está implícito es obvio que no funciona. Creo que la vida de una persona es mucho más importante que la política.
Creo que la modificación de esta ley beneficiará a otras mujeres que soliciten asilo en un futuro, pues muy a mi pesar, es algo tarde para mí. En todo caso cualquier reforma que sirva para resguardar los derechos de una persona es un avance maravilloso, motivo de satisfacción.
Nota:
(*) La Ley de Igualdad, aprobada el pasado jueves 15 de marzo en el Congreso de los Diputados, introduce una nueva Disposición Adicional Tercera a la Ley 5/1984, de 26 de marzo, reguladora del derecho de asilo y de la condición de refugiado, en los siguientes términos: «Disposición Adicional Tercera: Lo dispuesto en el apartado 1 del artículo 3 será de aplicación a las mujeres extranjeras que huyan de sus países de origen debido a un temor fundado a sufrir persecución por motivos de género».