La Escuela de Pilotos de la OTAN (programa TLP) ha reconocido, a través de su página web (http://www.tlp.be/fb/0904joininst.html) que el alboroto nocturno provocado por las tripulaciones de sus cazabombarderos en las cantinas de las bases aéreas ha provocado la anulación de maniobras de vuelo programadas con antelación de meses. En ella se advierte en inglés […]
La Escuela de Pilotos de la OTAN (programa TLP) ha reconocido, a través de su página web (http://www.tlp.be/fb/0904joininst.html) que el alboroto nocturno provocado por las tripulaciones de sus cazabombarderos en las cantinas de las bases aéreas ha provocado la anulación de maniobras de vuelo programadas con antelación de meses.
En ella se advierte en inglés textualmente a su propio personal de que «El escándalo ha provocado que algunas misiones hayan tenido que ser suspendidas porque las tripulaciones no han podido dormir… ¡Los infractores que persistan en esta actitud regresarán a sus unidades!».
Esta amonestación, resaltada en negrita, aparece dentro de las instrucciones generales que la Alianza ofrece a los pilotos que llevarán a cabo el curso que la Escuela celebrará en la base española de Los Llanos (Albacete) durante el próximo mes de noviembre. No deja de resultar preocupante la existencia de esas juergas nocturnas en cantinas de bases militares por parte de jóvenes que a las pocas horas sobrevolarán ciudades en un caza.
El TLP traslada sus vuelos a España
El TLP (Tactical Leadership Progam) no es una escuela para que los pilotos de la OTAN aprendan a volar, sino que es un programa de adiestramiento de pilotos de caza para vuelo en grandes formaciones que participen en misiones de ataque aire-tierra o aire-aire. Su nombre especifica que de lo que trata es de adiestrar al comandante de estos escuadrones («leadership», o liderazgo). Este tipo de formaciones son las que han iniciado todos los ataques de la OTAN en los conflictos de los últimos años (Yugoslavia, Irak, Afganistán…).
El TLP se trasladará a Albacete por decisión del gobierno de Zapatero, cuando su ministro de defensa era José Bono, tras abandonar primero Alemania y ahora Bélgica, y después de que ningún otro país europeo haya querido albergar el programa.
Las prácticas de vuelo del TLP suponen hasta seis misiones anuales con vuelos de escuadrones de 24 o más aviones de guerra. Cada misión comprende vuelos durante cuatro semanas, lo que supone casi la mitad de los días del año. El número de vuelos anuales supera los 1.500, e incluyen vuelos rasantes, repostaje en vuelo y vuelos nocturnos.
Cuando se conoció el traslado del TLP a Albacete, diversas organizaciones de izquierda, pacifistas y ecologistas articularon la respuesta social a la escuela, creando una Plataforma Contra la Militarización de Albacete que obtuvo diversos apoyos en el resto del estado. Es fácil imaginar ahora la inquietud que producirá la noticia de que los pilotos de la OTAN, que volarán en grandes formaciones de cazabombarderos, protagonizan juergas nocturnas antes de subirse en sus mortíferos aparatos.