Un mujer de 32 años. Es la última persona denunciada, este fin de semana, por agentes de la Policía Local que la sorprendieron revolviendo en los contenedores de la basura. La acción supone «una infracción a la ordenanza de gestión de residuos municipales y limpieza viaria», indican fuentes policiales. La mujer estaba en la calle […]
Un mujer de 32 años. Es la última persona denunciada, este fin de semana, por agentes de la Policía Local que la sorprendieron revolviendo en los contenedores de la basura. La acción supone «una infracción a la ordenanza de gestión de residuos municipales y limpieza viaria», indican fuentes policiales. La mujer estaba en la calle Fuente Álamo, en el Agra del Orzán.
Durante el año 2013 el número de personas denunciadas por rebuscar en los contenedores y tirar la basura fuera de los mismos fueron cinco, según fuentes municipales. Este año son ya más de medio centenar. Y es que cada vez es más habitual ver a una o dos personas revolviendo en la basura, casi siempre con un carrito de la compra al lado. Como si su despensa estuviera dentro del contenedor.
La Policía Local constata «un incremento de las personas que manipulan residuos en los contenedores». Además sospecha que hay redes que venden los alimentos que encuentran así. De hecho, en lugares próximos a centros comerciales o supermercados, como la esquina de la calle Posse, casi todos los días, al anochecer, hay varias personas hurgando entre los restos de comida. Escogen lo que les parece y se lo llevan en bolsas.
Otras veces el contenedor esconde sorpresas: media docena de botellas de cava. Las recogía hace unos días una pareja que rebuscaba en un contenedor ubicado frente al Palacio de la Ópera.
En ocasiones quienes rebuscan no tienen aspecto de indigentes; es el caso de un veinteañero que estaba el pasado martes en la calle Falperra y, mientras hablaba por el móvil en un idioma del Este de Europa, hurgaba en el interior de un contenedor. Las primeras 33 personas sancionadas este año por la Policía Local eran de nacionalidad rumana y la mayoría «varones de 20 a 40 años de edad».