Tal que Larramendi lo tanteaba hace casi tres siglos con el euskera, Luis del Romero Renau arriesga con la osadía de un subtítulo que es remembranza, aproximarse a la clave del crítico estado de las comarcas rurales en la península antes de que ellas mismas sean solo evocación.
El trabajo de Luis del Romero Renau -doctorado en la Universitat Autònoma de Barcelona y actualmente retornado a su alma mater al desempeñarse como Profesor de la Universidad de Valencia-, enhebra provechosamente una perspectiva teórica crítica con los casos específicos de estudio: las pequeñas comarcas rurales españolas. Propone y logra demostrar cómo las tendencias de la urbanización y la desruralización, productos inherentes de la profundización del capitalismo contemporáneo, conducen a un continuo proceso de des-materialización rural, a la subsecuente proletarización y a la pauperización de su población. Es en ello donde se menta en definitiva al “imposible vencido” del título, con todo lo que connota tal contradicción turbadora. Pero, asimismo, puede confirmar cómo lo enunciado anteriormente se produce dentro del marco de la denominada “acumulación por desposesión”.
En efecto, los ya históricos enclosures o cercamientos que expulsaron en Europa a ingentes fuerzas rurales para su posterior proletarización en las grandes urbes, se complementan contemporáneamente con la privatización de dichos espacios en las comarcas más apartadas. El autor incorpora el concepto de mecanización agraria en clave de plusvalía para explicar cómo las reglas supuestamente ineludibles del mercado son las responsables de la situación rural actual en el campo español, y cómo hasta en los rincones más inhóspitos esta ley de hierro llega y trastoca con consecuencias de difícil retorno.
A primera vista se nos presenta una dualidad entre dicha desintegración territorial y el imperioso interés humano de hacerse de bienes provenientes de la naturaleza sin mayor consideración ecológica, amortizando todas las consecuencias. Y como es de esperar de forma poco equitativa entre los actores de este proceso.
Es aquí donde toma forma la clave social de nuestro geógrafo valenciano y que despunta en sus artículos y contrastables contribuciones escritas.
La propuesta va más allá de una cuestión rígidamente académica, e intenta tener una consideración política al interior de dichos terruños, aventurando si la necesaria movilización social podría revertir la acuciante situación en la que se haya todo el sistema y su conjunto. Pero hete aquí que la “trampa saducea” otorga a estos territorios una sobre representación electoral nada desperdiciada por el bipartidismo político tras el envión modernizante de 1978 y su entonces prometedor régimen y Constitución. A cuatro décadas las deudas se acumulan. El tema del libro no es ajeno a ese balance que incide ineludible, como no podía ser de otro modo, hasta en lo geográfico entendido como lo social en el espacio y no como reclamos de ilustraciones turísticas.
Quizás una clave del texto sea encontrar una correcta correlación entre el valor de la descripción minuciosa, el marco teórico que se explicita y la situación política que de ello emana para así intentar trazar algunas alternativas posibles. La actual coyuntura parlamentaria española da acabadas muestras de este comportamiento en la figura de nuevas pequeñas formaciones de defensa comarcal que encolumnan a sus apoyos fidelizándolos. En esto Luis del Romero Renau ya nos estaba brindando los fundamentos desde su disciplina territorial y su rigor despeja todo pronóstico acientífico.
La obra está divida en dos partes en las que se desarrollan toda una serie de tesis abocadas a su problemática desde temas más generales, como las tendencias de la evolución del capitalismo, hasta la consideración especifica de dichas poblaciones en una tarea de orfebrería que expone la conjunción del Archivo y la estadística y el desandar las comarcas a pie de calleo, en rigor de verdad, de vereda y senda (y si nos alejáramos del Mediterráneo hacia el norte, de calella enlodada). Esa recurrente dificultad de “aproximar” la teoría al territorio de investigación esta hábilmente resuelta aquí, urdiendo procesos y tendencias con situaciones particulares, sin entrar en descripciones vacías o en la enumeración de datos estadísticos que suponen la justificación de la teoría.
Para concluir, y a modo de balance, hay que enfatizar que uno de los aportes sustantivos de la obra es su inquietante acento en el fomento del estudio del espacio rural bajo la égida del geógrafo marxista David Harvey, intelectual que los abrumados tiempos actuales no dejan de poner en valor. Es un modelo que desde esta encrucijada puede ser tomado por otros investigadores en ciencias sociales como un método y también como una propuesta para ir más allá de lo meramente libresco. Por eso esta obra escapa de la categoría de manual de desarrollo local tan al uso.
Cabe destacar que la actual realidad de la geografía española se debate no solo por la puja entre urbanidad capitalista y ruralidad, sino más bien entre estas tendencias y el desarrollo de la actividad turística, enmascarada como “lo local” y arrogándose oficiar como instancia superadora de la crisis pertinaz.
De allí que restaba identificar cuáles eran los ejes potenciales para dirigir al país hacia una economía desarrollada desde su característica históricamente rural, siendo dicho aspecto todavía un punto pendiente de la España contemporánea. Y aquí el Imposible consigue su revancha y vuelve por sus fueros, o quizás lamentables prebendas.
Este es el filo que se asoma provocativo como un asunto quizás implícito en el trabajo de Luis del Romero Renau, pero que merecería ser desarrollado con igual pericia en las futuras contribuciones de su escuela. Lo postulamos, pero más deseosos lo esperamos. Delineado el arco y escogida la cantería, confiamos en esa futura clave de bóveda que cierre y descargue la faena.
Ezequiel Beer. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Argentina
Fuente: http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/che/article/view/9054/7849