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La reciprocidad bolivariana

Fuentes: Rebelión

La visita de Henrique Capriles a la Casa de Nariño enturbió el panorama de relaciones entre Colombia y Venezuela. El Presidente Santos lo recibió personalmente y lo sentó a manteles. Le atendió sobre agenda preelaborada. Recibió el mandatario colombiano, de primera mano, toda la información manifiesta proveniente de la cabeza visible de una conspiración en […]

La visita de Henrique Capriles a la Casa de Nariño enturbió el panorama de relaciones entre Colombia y Venezuela.
El Presidente Santos lo recibió personalmente y lo sentó a manteles. Le atendió sobre agenda preelaborada. Recibió el mandatario colombiano, de primera mano, toda la información manifiesta proveniente de la cabeza visible de una conspiración en marcha, que galopa en el país vecino. De puñalada matrera en la espalda, calificó el Presidente Maduro la visita, que con estulticia formalidad, el director de las relaciones internacionales de Colombia condescendió al visible instrumento de la CIA y de la derecha retardataria; para desestabilizar al gobierno de la Republica Bolivariana de Venezuela.

El recibimiento a Henrique Capriles en la sede del gobierno colombiano, obedece a la presión de los Uribeños y el poder de los militaristas colombianos. Demuestra que Santos y Uribe son cara de la misma moneda. Indica ingobernabilidad en Colombia. No nos vengan con el cuento de hegemónico alineamiento del generalato colombiano, en torno al Presidente. Los hay quienes se acercan al santo y otros que no le alumbran. Una cosa da a entender el presidente Santos a la opinión nacional e internacional y otra cosa piensa él mismo al enjalmar las bestias y barajar las cartas, como si la suerte del país colombiano fuera el destino incierto de la guerra. Recientemente, el escritor uruguayo Eduardo Galano, sentenció: «Ni los dioses ni los diablos han condenado a Colombia a una pena de violencia política, que tiene causas terrestres y no una fatalidad del destino»
Pero los diablos andan sueltos.

CAPRILES: DE CONSPIRADOR A INSURRECTO

Se dice que de la conspiración a la insurrección no hay sino un paso.

El exponente Henrique Capriles, es un conspirador contra el legítimo gobierno bolivariano venezolano, en cabeza del presidente Maduro. Al desconocer los resultados electorales en lo que resultó perdedor y no reconocer la legitimidad del Presidente electo, conspira!. Ello por su doble condición de Gobernador de un Estado federal, y ciudadano. Al accionar la impugnación de las ultimas elecciones presidenciales en Venezuela, no lo hace en ejercicio de un poder ciudadano de oposición. Lo viene haciendo en calidad de Gobernador de un Estado federal y se ufana de ello. Incurre en violación- entre otros- del artículo 333 de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela. Como un investido de autoridad que lo es, no contribuye a la protección y garantía de esa Constitución que como Gobernador, juró defender. Renunciando a su calidad de Gobernador habilitaría legitimidad para oponerse al susodicho resultado electoral. Cómo es que impunemente él actúa en rebeldía contra el poder bolivariano establecido?. Al hacerlo como Gobernador, es un insubordinado. Al hacerlo como simple ciudadano, es un opositor político. Pero mas grave aún: esta moviendo los alfiles para la insurrección en Venezuela.

El registro mediático abunda en las relaciones políticas del conspirador venezolano con la derecha colombiana. El máximo exponente de esa extrema derecha es el expresidente Álvaro Uribe Vélez; quien ha sido sindicado de preparar atentado contra el Presidente Maduro. Que una acusación de esas provenga de un jefe de estado, que a su vez es comandante supremo de fuerzas militares de un país, no puede tomarse como una perogrullada. No. Obedece es a una verdad con conocimiento de causa, resultado de un ejército tan capaz como el colombiano, de conocer, saber y prever la suerte de su comandante supremo. Máxime cuando está demostrada su irresponsabilidad política, como ex mandatario colombiano, en relación con la revelación de las coordenadas, referentes al traslado de negociadores de las Farc.- ep a Cuba. Ya incurso e imputado por violación a reserva de información clasificada del Estado colombiano, ha demostrado su capacidad potencialmente criminal. Valiéndose de información suministrada por generales que no le alumbran a Santos, casi da al fiasco con el esperanzador proceso de conversaciones y búsqueda del fin del conflicto interno armado en Colombia. Con información de mando y con la égida de la impunidad, afirma- cuál poderoso «Señor De Las Moscas»: «…con lo de las coordenadas el único responsable, soy yo». Ellos- los perros de la guerra en Colombia- no le temen a nada! Ni a Dios ni al sida. Falta hacer el balance de con cuantos diablos sueltos vino a hablar el conspi Capriles.

EL PRINCIPIO INTERNACIONAL DE RECIPROCIDAD

Las relaciones de los Estados, a la luz del Derecho Internacional Público, aplican un principio de práctica vigencia en la cooperación internacional: la reciprocidad. Reciproco es aquello que se hace como devolución, compensación o restitución.

En el alambicado mundo de lo diplomático, en que al parecer, se piensa dar un paso para seguir el otro, el trato que las autoridades de un país extranjero otorgan a otro, cercano o no, de acuerdo con las condiciones ofertadas o las facilidades y permisibilidad, deben recibir una respuesta o trato similar por la contraparte destinada. De manera que si un país exige visa para el ingreso de determinados nacionales; el país aludido está en el mismo derecho de hacerlo.
El caso mas reciente se da entre USA y Brasil a raíz de la imposición de visa a los brasileros, tras la parafernalia del atentado a las Torres Gemelas.

Lo anterior explica ejercicio soberano en la reciprocidad de las relaciones diplomáticas.

En ese mismo orden de ideas, la desafortunada decisión del jefe de la diplomacia colombiana de recibir al conspirador venezolano; habilita al soberano gobierno bolivariano, el mismo principio en sus relaciones diplomáticas de recibir a los conspiradores e insurrectos de Colombia, con la seguridad de no poder chistar, ni pío.

DE LA OPOSICION EN COLOMBIA ESCENARIO DE UN CONFLICTO ARMADO INTERNO

Por las circunstancias históricas conocidas en Colombia la Oposición Política se divide en dos: la Oposición Legal, masacrada y exiliada por el terrorismo de estado y la Oposición Política Ilegal, expresada en la Insurgencia armada: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- ejercito del pueblo (FARC-ep), Ejercito de Liberación Nacional (ELN), Ejercito Popular de Liberación (EPL). Ahora se les conoce, en lo académico y político, como Las Insurgencias.

DEL CARÁCTER BELIGERANTE DE LA INSURGENCIA

Está demostrado que los males se agudizan por no llamar las cosas por su propio nombre. No se trata de la adjetivización, del improperio, del descalificativo vituperante. El conflicto interno armado colombiano, a la luz del DIH, cuenta con una fuerza ilegal armada de caracterización insurgente que incluye la denominación de delincuentes políticos a sus integrantes. Que como resultado de la actividad represiva y contrainsurgente del Estado, los insurgentes que caen presos, en combate o no, son prisioneros de guerra. Al ser sometidos a lo jurisdiccional del Estado y perder su libertad, se denominan presos políticos.

Los miembros de la Insurgencia colombiana, alzados en armas contra el Estado, son subversivos; no solo por desconocer, sino por colocarse en verdadera rebeldía contra un orden estatal imperante. Independientemente que por múltiples reformas de adecuaciones y marcos se haya proscrito el delito político y sus conexidades en Colombia; obras como la del jurista Humberto Vergara Portela, sobre el tema, son de vigencia y obligatoria consulta. La fuente inmutable son los principios universales. Así que retomando el concepto del delito político en Colombia; se plantea la caracterización de BELIGERANCIA de la Insurgencia colombiana. En mora está el papel activo de los países facilitadores; en lograr la descalificación de «terroristas» y entronizar el carácter de beligerantes.

En conclusión: no hay mal que por bien no venga. El pretendido recorrido internacional del conspirador Capriles, fue abortado por la soberana decisión del Presidente Correa de no permitírselo en su país. Queda en espera la reciprocidad del soberano gobierno bolivariano de Venezuela.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.