Hoy se ejerce de nuevo la represión brutal de la empresa contra aquellos delegados y delegadas que han estado al lado de los trabajadores defendiendo sus reivindicaciones. Después de 5 jornadas de huelga y manifestaciones, con participación de miles de trabajadores, que comenzaron en mayo, terminando el 26 de junio, la empresa que dirige Cesar […]
Hoy se ejerce de nuevo la represión brutal de la empresa contra aquellos delegados y delegadas que han estado al lado de los trabajadores defendiendo sus reivindicaciones.
Después de 5 jornadas de huelga y manifestaciones, con participación de miles de trabajadores, que comenzaron en mayo, terminando el 26 de junio, la empresa que dirige Cesar Alierta impuesto en su día por Aznar en Telefónica e imputado en varios juicios por la vía penal, ha abierto expedientes sancionadores con falta muy grave a 9 delegados del Comité de Empresa de Madrid de los cuales 6 son de Alternativas Sindical de Trabajadores (AST).
Les acusan de haber entrado, como una delegación, en un edificio de los 12 que tiene la empresa en el barrio de Las Tablas en Madrid, en representación de los trabajadores en huelga y manifestación realizada el 26 de junio contra la empresa, pidiéndole a los sindicatos estatales de CC.OO. y U.G.T., (que no participaron en ninguna movilización y se han negado a realizar un referéndum a la plantilla), que no firmaran el convenio por ser gravemente regresivo para los trabajadores y trabajadoras.
La delegación no pudo cumplir su objetivo porque estaban candados los locales y ausentes sus representantes, pero la empresa no perdona que durante mes y medio miles de trabajadores y trabajadoras hayan secundado las huelgas y manifestaciones haciéndole variar muchas de sus prepuestas regresivas como la liquidación de la antigüedad, el no pagar la jornada partida o el no respetar la jornada diaria y pasarlo a cómputo anual con desregularización.
Hoy se ejerce de nuevo la represión brutal de la empresa (pues ya hemos padecido ataques de este estilo en otras ocasiones) contra aquellos delegados y delegadas que han estado al lado de los trabajadores defendiendo sus reivindicaciones.
La solidaridad de los trabajadores de las organizaciones sindicales, sociales y políticas cada día es más necesaria para frenar las agresiones del capital que por medio de las empresas y las instituciones ejercen la represión contra los trabajadores y los sindicalistas más consecuentes.