11 años después de la apertura de la sanidad pública al capital privado gracias a la Ley 15/1997, aprobada por el PP, PSOE, PNV, CC y CiU, la Comunidad de Madrid renueva su ofensiva contra los servicios públicos. «Conozca las peculiaridades del nuevo pliego de condiciones administrativas particulares del nuevo Plan y aproveche las oportunidades […]
11 años después de la apertura de la sanidad pública al capital privado gracias a la Ley 15/1997, aprobada por el PP, PSOE, PNV, CC y CiU, la Comunidad de Madrid renueva su ofensiva contra los servicios públicos.
«Conozca las peculiaridades del nuevo pliego de condiciones administrativas particulares del nuevo Plan y aproveche las oportunidades de negocio para su empresa» con este lema presentó, en el hotel Ritz de Madrid y bajo el módico precio de 1.200 euros por asistente, la Comunidad de Madrid el Plan de Infraestructuras Sanitarias 2007-2011. Todo ello organizado por Unidad Editorial, empresa matriz de El Mundo, Expansión y Marca, que en breve organizará otras conferencias como Plan Sanitario horizonte 2015 en Cataluña o La Nueva Ley de Contratos del Sector Público en la Generalitat Valenciana.
Un acto patrocinado por Ribera Salud, compañía pionera en la gestión privada de hospitales públicos desde 1999 en Valencia, y Atos Origin, consultora tecnológica con más de 15 años en la sanidad española y que se ha visto favorecida por la externalización de «la informatización sanitaria que se ha dejado en manos del sector privado», según la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (FADSP).
11 años de unión PP-PSOE
Desde que en 1997 se aprobara la Ley 15/1997 en el Congreso, con la única oposición de IU, BNG y ERC, la sanidad se ha convertido en una «inversión sin riesgo y garantizada durante décadas», denuncia la Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública de Madrid (CASmadrid). Diez años después se dejan notar las consecuencias. Pero, en su afán privatizador, ni Esperanza Aguirre ni el PP están solos.
Si el PSOE apoyó la ley de 1997, un año después, y en esta ocasión en el Senado, el Partido Socialista se opuso a la transformación de los hospitales, por aquel entonces del Insalud, en fundaciones privadas. Pero, tras la llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero la legislación no se ha cambiado. De hecho, el Ayuntamiento de Parla, encabezado por el nuevo líder socialista madrileño, Tomás Gómez, cedió en 2001 a la Comunidad el terreno para uno de los nuevos hospitales con gestión privada. Una situación que 11 años después se debatirá de nuevo en el Congreso de los Diputados, a raíz de dos iniciativas de Izquierda Unida. Aunque la coalición tampoco se libra de este proceso, ya que a través de su participación en gobiernos como los de Catalunya y Baleares también se ve salpicada por el afán privatizador de la sanidad pública. En esta situación, y bajo la modalidad de Iniciativas de Financiación Privada se gestionan los centros de Bajo Llobregat (Catalunya) y Son Dureta (Baleares).
Ni mucho menos el verano ha sido de descanso. Tanto las protestas, como el trabajo de los diferentes colectivos en defensa de la sanidad pública no han cesado, ni el interés privatizador de la administración ‘pública’ de Aguirre. El 31 de julio la Comunidad publicaba una resolución con las instrucciones para el nombramiento y la contratación del personal temporal. Y con la excusa de «la situación excepcional que se ha producido en la Comunidad de Madrid con la apertura de siete nuevos hospitales», han justificado «el traslado de cargos a dedo sin pasar por tribunales, así como la externalización de la mayoría del personal no sanitario o el despido de trabaja dores con contratos por obra y servicio», explica Juan Antonio Gómez Liebana de CASmadrid.
Si las protestas han recorrido diferentes zonas de la región, el 23 de septiembre se unificaron y masificaron frente al hotel Ritz. Un acto al que acudieron más de 3.000 personas, que denunciaron «la venta de la sanidad pública» : cuatro nuevos hospitales, las reformas de los hospitales más importantes de la capital y más de 55 ambulatorios. Pero, en el interior del hotel, la Comunidad no quiso soltar prenda sobre los nuevos ambulatorios, según Adolfo García (PSOE), concejal de Rivas Vaciamadrid, quien asistió al acto para informarse sobre las novedades del nuevo centro que la Comunidad debería inaugurar en 2009 en la ciudad ripense. «Al preguntarles por los nuevos ambulatorios, nos respondieron que no nos iban a contar nada», reconoce García. Además, la Comunidad reconoció que no se ha evaluado el rendimiento de los nuevos hospitales, pero que en los cuatro próximos que se construirán se dará un paso más en el proceso privatizador, las concesiones administrativas.
Además, tras las reformas en el Gregorio Marañón, Ramón y Cajal, Móstoles, La Paz y 12 de Octubre también se privatizarán todos los servicios no sanitarios, como en los últimos hospitales inaugurados. Mientras el Sindicato Asambleario de la Sanidad puntualiza que el objetivo no es tanto vender los centros de salud, sino modificar su función «de puerta de entrada al sistema sanitario, a muro de contención y reducción del gasto a través del recorte de los costes», a semejanza de situaciones que ya se viven en Catalunya o en la Comunidad Valenciana. En el área de Torrevieja, ofrecen hasta 2.000 euros al mes en incentivos al personal facultativo de atención primaria en función de la reducción de las derivaciones a especialistas.
¿Más calidad en la atención?
«Los hospitales más nuevos son los que más denuncias por negligencia están sufriendo últimamente. La asistencia no es la misma, no hay profesionales suficientes ni adecuados para la cantidad de pacientes», denuncia Carmen Flores, presidenta de la Asociación el Defensor del Paciente. Según una circular interna de la propia Consejería madrileña los nuevos hospitales públicos (San Sebastián, Vallecas, Parla, Coslada, Valdemoro, Arganda Aranjuez y Majadahonda) no tratan en urgencias 18 patologías habituales como politraumatismos, quemaduras de grado mayor o neurocirugías. Tras las primeras atenciones, estos pacientes son trasladados a centros como La Paz, 12 de Octubre, Clínico y Ramón y Cajal.
Además, estos ocho centros inaugurados tienen una media de 1,2 camas por mil habitantes, muy lejos de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, entre 8 y 10. Incluso la tercera parte de la media de la región madrileña que se sitúa en 3,48. «Además, los nuevos hospitales no han significado un incremento ni de personal ni de camas. En los antiguos hospitales se han reducido tanto camas como personal», explica Gómez.
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