Un fantasma recorre Podemos y las confluencias, que si no se resuelve se visualizará en el grupo parlamentario de Unidos Podemos. Un fantasma que se creía superado por la supuesta desaparición de los conceptos izquierda y derecha, tema bien cierto desde las percepciones de las masas populares, visto los resultados después de cuarenta años de […]
Un fantasma recorre Podemos y las confluencias, que si no se resuelve se visualizará en el grupo parlamentario de Unidos Podemos. Un fantasma que se creía superado por la supuesta desaparición de los conceptos izquierda y derecha, tema bien cierto desde las percepciones de las masas populares, visto los resultados después de cuarenta años de gobierno de los actuales neoliberales, encarnados por el PP, el PSOE y sus aliado, ya que son nulas para las masas obreras, la visibilización de las diferencias entre las políticas austericidas que desarrolla el gobierno conservador de la comunidad de Madrid del PP con apoyo de Cs, de las que practica el gobierno asturiano de izquierdas del PSOE con apoyo de IU.
Pero en este debate cupular, la concepción de izquierdas y derechas, sí está presente en la mente de l@s dirigentes y cuadros del movimiento político de las confluencias y Podemos, porque ahí, si funciona perfectamente el concepto clásico de izquierdas y derechas en política. Por eso, este fantasma que se llama contradicción, se introduce como metástasis en la parte más débil del pensamiento, en este caso, por la parálisis en la indefinición con respecto a cómo tratar al PSOE. Por una parte a sus cuadros y dirigentes, muchos infectados con el virus del neoliberalismo y la corrupción y por otra a sus afiliad@s y votantes, hasta ahora, dormidos en la actitud pasiva de la delegación en la toma de decisiones políticas.
Teóricamente, esta contradicción estaba superada en la mente de Podemos y las confluencias, con la síntesis de ni izquierda ni derecha: programa. Porque la táctica de la definición política para avanzar en espacio político entre las masas, estaba situada en el ámbito de dirigirse a las clases populares. No a la gente de izquierdas ni de derechas, si no al pueblo, que está formado por más del ochenta por ciento de la población (sufriendo el mismo problema) con un programa amplio de rescate social, de regeneración democrática y de combate contra las políticas de austeridad de la troika europea (aquí, l@s izquierdistas infantiles sectarios, que tanto critican a este nuevo reformismo radical, que me digan en su lucha táctica, en que se falla en el combate contra las líneas de demarcación principales de las políticas de la troika sobre la construcción europea, el euro como política monetaria o las políticas de recortes)
Prestemos atención al momento en que salta la contradicción, ya que es fundamental para situarnos, en la perspectiva política e ideológica de cada uno de los dirigentes y cuadros, que tercian en este debate global de las confluencias. El momento se sitúa, en el segundo empate técnico electoral que media entre las fuerzas de derechas y de izquierdas, valorado en el debate entre l@s dirigentes y cuadros políticos, no con el pensamiento de dirigirse a las masas, donde este problema está resuelto, si no desde el pensamientos de izquierdas y derechas. La reiteración de este empate técnico puede tener consecuencias electorales negativas para Podemos y las confluencias y de aquí, los miedos a las consecuencias desde el proyecto que cada uno individualmente tiene en su cabeza. La victoria de las derechas neoliberales en Euskadi y Galicia, dan buena cuenta de ello. El avance de Podemos y las confluencias, positivo, pero es a costa del PSOE y el nacionalismo de izquierdas, si no enderezamos la táctica el PSOE y las confluencias (siempre que los barones neoliberales socialistas en el parlamento lo permiten) unas terceras elecciones, son el resultado gallego o vasco para la clase obrera.
Veamos al fantasma de esta indefinición con dos ejemplos, uno local y otro nacional y así matamos (metafóricamente) dos pájaros de un tiro. El local situado en Gijón – Asturies, donde gobierna un partido de derechas por la falta de acuerdo entre la confluencia de Xixón si Puede o Podemos, IU y el PSOE, los cuales responsabilizan interesadamente a Podemos del gobierno de la derecha y el debate que «maliciosamente» la prensa burguesa destaca (incluida la minoritaria alternativa) entre Iñigo Errejón y Pablo Iglesias, ante la posible realidad de otro gobierno conservador del PP por falta de acuerdo con el PSOE. En los dos casos, el fantasma de la contradicción salta por la indefinición de propuesta al PSOE, a sus dirigentes, afiliad@s y votantes, es decir, de la necesaria unidad de las clases populares para vencer.
Cuando hay una indefinición sobre un asunto importante como este, los objetivos colectivos son sustituidos por visiones personales y a veces ambiciones, que es algo más, de ahí, que veamos por ejemplo primero en Gijón, que a la falta de debate colectivo, orgánico, democrático, se acaba trabajando desde el criterio personal y como mucho, colectivamente con los más allegad@s. Lo primero que debemos analizar desde la unidad popular, es que para la visión política de las masas, esquemática y de tremenda economía de esfuerzo, dos de las tres fuerzas de la izquierda en el ayuntamiento de Gijón, conforman una sola fuerza política (acuerdo tomado de forma mayoritaria y colectiva por las dos organizaciones) o sea, que Xixón si Puede de Podemos y las confluencias e Izquierda Unida, desde la visión del pueblo y en la forma de dirigirnos a las masas, conformamos una sola fuerza política, que responde al nombre de Unidos Podemos.
Xixón si Puede de Podemos y las confluencias, solo puede resolver la contradicción internamente de forma orgánica colectiva y participativa, donde el primer paso, tiene que darse con la iniciativa a IU, de conformar en Gijón, como grupo municipal a Unidos Podemos, porque desde el pensamiento de las masas y desde nuestra táctica para dirigirnos a las masas, los dos grupos conformamos Unidos Podemos, que son ocho concejales, uno más que el PSOE, que son siete. Cuál es el problema además de nuestras visiones personales, fáciles de superar de forma participativa, orgánica y democrática, con organicidad del movimiento y asambleas; que las aspiraciones de los ediles de IU, no son las de conformar un gobierno de izquierdas con el responsable de Podemos como alcalde, prefiere, un gobierno del PSOE, en línea con las posiciones minoritarias en IU de la Izquierda Abierta de Gaspar Llamazares, que rechaza un gobierno del pueblo que luche contra la austeridad, porque sus intereses como casta, están en apoyar gobiernos del PSOE, como en la comunidad autónoma de Asturies.
El primer problema a resolver, es superar las posiciones de l@s ediles de IU de Gijón que rechazan un gobierno en Gijón de Unidos Podemos, al pretender situar el problema separado del acuerdo de Unidos Podemos, para que el PSOE sea el partido mayoritario de la izquierda en el ayuntamiento y le corresponda formar gobierno con un alcalde del PSOE. Deberemos dirigirnos públicamente a la afiliación y votantes de IU, que lo son de Unidos Podemos, explicándoles, que como Unidos Podemos, podemos gobernar desde la izquierda el ayuntamiento de Gijón. Que sean los ediles de IU, los que expliquen a su afiliación y votantes, porque no hacen suma con Podemos conformando Unidos Podemos, para hacer una propuesta al PSOE, de un gobierno de izquierda en el ayuntamiento de Gijón. Obligando así al PSOE a definirse al tener la pelota en su campo.
El objetivo de Podemos y las confluencias en Gijón, debe ser la conquista de un gobierno del pueblo con un acuerdo de gobierno de las fuerzas de izquierdas, bajo el programa de rescate de Unidos Podemos y de defensa del estado de bienestar. Programa resultante de la negociación con el PSOE y puesto a debate y votación entre la afiliación y adscritos a las fuerzas presentes en Unidos Podemos. De los grupos municipales de IU y del PSOE, bajo esta propuesta de Unidos Podemos, depende que en Gijón gobierne la derecha o la izquierda. El resto son bulos.
Con respecto a la polémica abierta entre Iñigo Errejón y Pablo Iglesia, recogida por todos los medios de comunicación, con un volumen mucho mayor que la encerrona de los barones del PSOE al secretario general, la resolución de la contradicción sobre la base de la indefinición con respecto al PSOE, va en la misma línea que el anterior análisis. Solo podremos avanzar, si resolvemos la contradicción abierta por la ambigüedad existente sobre como tratamos al PSOE, especialmente, en una situación crítica como ahora en la formación de un gobierno en España, que ante esta indefinición, es posible la formación de un nuevo gobierno neoliberal de la derecha conservadora, que ejecute los recortes de la troika.
El trasfondo de la táctica realizada por Podemos y las confluencias hasta ahora, se ha perdido o desdibujado por la presión mediática institucional y los sorprendentes resultados electorales de las últimas elecciones, más por no esperados que por malos. El problema de superar los topes o barreras electorales, no viene dado solo por la capacidad de seducción del electorado de las propuestas moderadas o por la radicalidad de las mismas para ello. Vendrá de la mano de algo tan sencillo y didáctico, como ajustar las posiciones políticas al debate orgánico, democrático y participativo interno, desarrollando en el campo de las alianzas, el programa de los cincuenta puntos para el rescate ciudadano y la regeneración democrática, situándolo a la ofensiva, como inicio del combate contra las políticas austericidas del neoliberalismo de la troika y como propuesta al PSOE y nacionalistas de derechas y de izquierdas a que se retraten. Si quieren un gobierno democrático, como nosotros queremos y proponemos, el paso es un acuerdo de gobierno con Unidos Podemos, en base a una negociación y rechazo de las políticas austericidas y de compromiso con el pueblo. No hay otra.
O si la hay, pero para eso no nació Unidos Podemos ni las confluencias, un gobierno del PSOE con cheque en blanco, sin participación de Unidos Podemos y sin programa antiausteridad, es la negación a todas las movilizaciones, huelgas y movimientos que el rechazo a los recortes, privatizaciones, corrupción, represión y políticas austericidas provocaron entre las masas, las políticas neoliberales del PSOE y del PP, especialmente duras, desde el gobierno del PSOE con Zapatero en el 2011.
La apuesta en el tablero político está hecha para ganarla, porque Unidos Podemos no tiene nada que perder con las ideas claras y organicidad democrática. Si el PSOE apuesta por un gobierno de izquierdas en base a políticas antiausteridad, bienvenidos seamos al club antitroika y a resistir los embates de la oligarquía euroalemana, junto a portugueses y griegos, a construir complicidades, que es lo que teme la oligarquía alemana. Que el PSOE se pliega colectivamente y cede a un gobierno conservador, electoralmente lo pagará y habrá que pedir al socialismo honrado, que de la batalla y se sume con el grueso de l@s votantes a la batalla por la justicia y la igualdad y si se rompe el PSOE, que sepan los verdader@s socialistas, que juntos con Unidos Podemos somos alternativa de gobierno. Y ¿con los problemas en Podemos qué pasa? Pues que si gobernamos con el PSOE, de momento se resuelven los problemas y si gobierna el PP, sus recortes en el estado de bienestar, nos unirán porque así lo quieren las masas y el que vaya contra la unidad, simplemente desaparecerá políticamente.
Aun así, el tema del cambio está sin organizar, porque no habrá un cambio democrático hacia la justicia y la igualdad, sin el poder popular de las masas obreras organizadas de forma participativa en lo político, sindical y social, pero la resolución de esta contradicción será un buen paso adelante para ello, siempre que apostemos por unirnos a las masas.
Alonso Gallardo es militante comunista por la confluencia en Unidos Podemos
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