Sara Oviedo Fierro es ecuatoriana, doctora en Sociología y Ciencias Políticas, y Vicepresidenta del Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño de Ginebra. En su carrera destaca un fuerte compromiso con los derechos humanos, participó en diversos eventos y actividades para defender los derechos de los pueblos indígenas y ha participado en la […]
Sara Oviedo Fierro es ecuatoriana, doctora en Sociología y Ciencias Políticas, y Vicepresidenta del Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño de Ginebra. En su carrera destaca un fuerte compromiso con los derechos humanos, participó en diversos eventos y actividades para defender los derechos de los pueblos indígenas y ha participado en la construcción del movimiento nacional de mujeres en Ecuador. Como secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia, jugó un papel clave en la construcción del Sistema Nacional Descentralizado de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia. Sara Oviedo fue representante principal de Ecuador en el Consejo de la Ley del IIN, de 2005 a 2013. Presidió el Consejo de Administración del Instituto Americano del Niño y del Adolescente y fue elegida como miembro del Comité de los Derechos del Niños de las Naciones Unidas para el período 2013 – 2017.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador Sr. Ricardo Patiño, respalda el trabajo de alto nivel realizado por Sara Oviedo y destaca que «el Ecuador está bien representado dado los méritos y experiencia de Sara Oviedo, su hoja de vida impecable y la cosecha de resultados en su trayectoria laboral y profesional es un reconocimiento a su capacidad y liderazgo en el tema de niñez y adolescencia. Los cambios realizados a nivel legal, institucional y estructural con el objetivo de garantizar los derechos de la niñez y adolescencia ecuatoriana, nos ha convertido en referentes de muchos Estados, temas como la participación social, consolidado a través de los Consejos Consultivos de niños, niñas y adolescentes; la creación e implementación del Sistema Nacional Descentralizado de Protección Integral de Niñez y Adolescencia SNDPINA; la incidencia en la inversión para este grupo de atención prioritaria que de plano deshecha el criterio de gasto o carga social, son entre varios los resultados en justicia para que el Ecuador ocupe un curul en este Comité ONU» (1).
He logrado entrevistar por algunas horas a Sara Oviedo en la sede histórica «Palais de Nations» de Ginebra (Suiza) en junio de 2013 y en los sucesivos intercambios con Sara Oviedo me impacta ver su fuerte compromiso en favor de la defensa de los niños, niñas y adolescentes.
Importancia de la Convención del 1989
Durante su visita en Santiago de Chile en octubre de 2014, Sara Oviedo ha comentado la importancia de la Convención de los derechos del Niño (1989): «Son 25 años de la Convención, la Convención en su momento desató mucho entusiasmo, mucha responsabilidad, mucho compromiso de todo el mundo, queríamos apostarle a un cambio de los niños y los otros no entendían mucho, se suponía que era una moda, que era una cosa que iba a pasar.
En todo caso, sólo viviéndolo después y asumiendo que los derechos de los niños traen otras complicaciones para los adultos, se ha desatado este último tiempo una suerte de reacción negativa a los derechos de los niños, nos reivindica mucho el hecho de que hay deberes, que nosotros sólo hablamos de derechos, que por favor hablemos de derechos y deberes, y que el hecho de haber asumido derechos a los niños les ha hecho malcriados, les ha hecho desobedientes, que se sienten sin autoridad para poder decir a los niños que hagan tal o cual cosa, que los niños reaccionan y en seguida dicen ‘yo voy a hacer una llamada y voy a avisar que tú me estás maltratando’, o ‘no quiero escucharte, yo tengo derecho a hacer valer mi opinión’, etc.
O sea convirtiendo un asunto tan serio como es el derecho de los niños, en un asunto que primero, criminaliza a los niños, que nosotros que tenemos la obligación de protegerles y de garantizarle sus derechos, y lo segundo es que nos vamos en contra de los derechos de los seres humanos en general, al estar oponiéndonos a esta actitud «desobediente» de los niños, nos estamos yendo en contra de los seres humanos en general» (2).
En ocasión de un mensaje difundido a través del Gobierno del Presidente Rafael Correa, Sara Oviedo ha profundizado los protocolos y herramientas para hacer cumplir la Convención:
«La Convención para cumplir con sus propósitos de protección integral de los niños, niñas y adolescentes (NNA) cuenta también con tres Protocolos Facultativos, que abordan más extensamente algunos aspectos, que en su momento no lo pudo hacer la Convención, los dos primeros fueron aprobados en el 2000 y entraron en vigencia a inicios del 2002:
-Protocolo Facultativo sobre la participación de niños y niñas en los conflictos armados. Ratificado por 158 países actualmente, incluido Estados Unidos.
-Protocolo Facultativo sobre la venta de niños, explotación sexual comercial infantil y la utilización de niños en la pornografía. Ratificado por 168 países hasta el momento, incluido Estados Unidos.
-Protocolo Facultativo sobre Comunicaciones, aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas en el 2011 y que entró en vigencia en Abril de 2014, ratificado por 14 países.
Adicionalmente, cuenta con 17 Comentarios Generales que desarrollan diferentes artículos de la Convención de los Derechos del Niño, que han requerido más ampliación o fundamentación, por ejemplo se explica en qué consiste la aplicación de la Convención de los Derechos del Niño (OG #5), se profundiza en el interés superior del niño (OG # 14), etc.
Para realizar el seguimiento del cumplimiento de los derechos humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes, al que se comprometieron los Estados al ratificar la Convención, se conformó por su mandato (de la CDN), el Comité de los Derechos del Niño, Con la finalidad de «examinar lor progresos realizados en el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los Estados Partes», según el Artículo # 43 de la CDN. El comité, está conformado por 18 expertos elegidos por los Estados Partes y ha funcionado durante los 25 años, en los cuales ha realizado el seguimiento del cumplimiento por parte de los Estados de la garantía de los derechos de los NNA. Años en los que ha promovido también la ratificación de los Protocolos» (3).
Desafío para la sociedad civil conjuntamente con el Comité de Derechos el Niño:
La Vicepresidenta del Comité ONU agrega el desafío para la sociedad civil conjuntamente con el Comité de Derechos el Niño:
«Es avanzar en el diseño de un sistema de seguimiento de las recomendaciones del Comité, que debería definir unos indicadores de cumplimiento de cada uno de los derechos, y trazar una línea de base con el primer informe de cada país e ir midiéndo en cada entrega periódica. La aplicación de este sistema de seguimiento debe conllevar la participación activa del sector público y de la sociedad civil, esta última debería aplicar también su propio seguimiento en el país para preparar el informe alternativo y realizar de forma permanente el monitoreo de los avances. Si deja, la sociedad civil, esta acción de monitoreo para cada cinco años, los Estados no se verán internamente obligados a avanzar, de su intervención depende el éxito del seguimiento. En la sociedad civil debemos contar con la participación directa de los niños/as y adolescentes.
Seguimiento que obligará a la humanidad a cumplir con los derechos de los niños/as y adolescentes, dando el salto cualitativo propuesto» (4).
Otra base del pensamiento de Sara Oviedo es la participación activa de los niños, niñas y adolescentes.
Los Mecanismos de monitoreo para la eliminación de la Violencia contra los niños, niñas y adolescentes fue el tema que expuso la vice-presidente del Comité de los Derechos de los niños, Sara Oviedo, durante el XXI Congreso Panamericano del Niño, la Niña y Adolescentes – órgano del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes (IIN), realizado en Brasilia el día 12 de diciembre de 2014.
Durante su participación destacó que los mecanismos deben determinar características como la participación activa de los niños, las niñas y adolescentes, organizados en consejos consultivos de otros organismos, que los sistemas de protección para los niños, las niñas y adolescentes sean clave para ejecutar los planes y programas y para la vigilancia, incluso utilizar otras herramientas de medición de datos oficiales sobre violencia, la articulación de diferentes sistemas existentes, reforzar campañas de sensibilización y divulgación aplicadas a diferentes niveles nacionales y locales, dependiendo de la capacidad institucional.
«Tenemos que acompañar la existencia de una política pública integral, especializada, nacional, financiada con la participación social de cada uno de nuestros países, con programas y proyectos que atiendan las familias, los jueces y promotores, la policía, los funcionarios que trabajan directamente con los niños, niñas y adolescentes en las escuelas y las instituciones para detener realmente la violencia contra este sector» (5).
Entrevista exclusiva a Sara Oviedo
Entrevisto en exclusiva a Sara Oviedo – Vicepresidenta del Comité de Naciones Unidas por los derechos del Niño, el día siguiente a la Marcha por la Vida que en Colombia ha movilizado 100.000 personas, bajo la coordinación del ex alcalde Antana Mockus, del Presidente de la Republica Santos, del Alcalde Mayor de Bogotá Gustavo Petro.
Pregunta: ¿Qué piensa Usted de la grave situación de violencia que sufren los niños y niñas de Colombia?
Respuesta: El 21 de enero de 2015 fue el examen del Comité de Naciones Unidas de Derechos del Niño a Colombia, y justamente en sus Observaciones finales sobre los informes periódicos cuarto y quinto combinados de este hermano país, en el párrafo # 27, el Comité señalaba que «está profundamente preocupado por los altos niveles de violencia que los niños se enfrentan y, en particular, sobre: los informes de que los niños siguen siendo víctimas de actos de tortura y otros tratos crueles o degradante por agentes del Estado o de grupos armados no estatales; por la alta incidencia de la violencia contra los niños perpetrados por las pandillas en las calles; por la amplia impunidad que prevalece en lo que se refiere a los actos de violencia contra los niños»; no había pasado ni quince días, y nuevamente otros hechos violentos enluta a todo el país.
La medianoche del 4 de febrero 2015, cuatro niños, de entre 4 a 17 años, eran ajusticiados en su rancho, en la vereda El Cóndor, de Florencia, Caquetá, parecería que es una consecuencia fatal por un pleito de tierras que mantenía sus progenitores, que además, ya estaría en camino de solución.
El siguiente martes, encuentran el cuerpo decapitado de otro niño de 13 años, en Tuluá, Valle. Según la Defensoría del Pueblo, el niño habría sido «explotado en Cali por una banda de microtráfico, que todavía no ha sido identificada» (6).
Pregunta: ¿Cuáles son las recomendaciones del Comité ONU?
Respuesta: ¿Qué se puede pensar de un país, que no da protección a su niñez?, que puede estar pasando que los asesinos estén matándolos sin ningún problema?, las recomendaciones del Comité están claras para las Autoridades, pero será importante comenzar a actuar, hubieron varios compromisos de las más altas autoridades consternados por los crímenes de los 4 niños del Caquetá, entonces no hay tiempo que perder.
La seguridad de los niños/as y adolescentes, debería ser un contendido fundamental, en la firma la paz que está a punto de concluir, la protección de ellos, debería ser un punto fácilmente acordado y rápidamente puesto en práctica; así como recomienda el Comité que se fortalezca la «coordinación con el proceso judicial con el fin de garantizar que los derechos de los niños víctimas de la violencia que se restablezcan con rapidez».
Pregunta: ¿Qué piensa del compromiso institucional del Estado colombiano?
Respuesta: El Defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, también se comprometió en el mismo sentido, cuando «manifestó que junto con el ICBF convocarán a todas las instituciones del Estado para concertar unas políticas claras de recompensas económicas y de seguridad para testigos con el fin de que estos hechos no queden en la impunidad. «No existe término que pueda describir un atentado de esa naturaleza contra los niños de nuestro país. Eso evidencia una sociedad que no tiene sentido de responsabilidad y de protección» (7).
Conclusión
La fuerte posición de Sara Oviedo se une al fuerte pronunciamiento de todo el Comité de la ONU para los Derechos de los Niños para exigir la respuesta del Estado de Colombia y de la sociedad civil que no logra visibilizar la barbarie que sufre la infancia y adolescencia a causa del conflicto armado.
El Comité de la ONU para los Derechos de los Niños lamentó que continúen los altos índices de reclutamiento infantil en Colombia y que muchos de estos niños sean perseguidos como criminales en lugar de como víctimas.
Los pasados 20 y 21 de enero de 2015, Colombia se sometió al escrutinio del Comité de Derechos de los Niños, en una revisión regular a la que están sometidos todos los países de las Naciones Unidas.
«El Comité está preocupado por el continuo reclutamiento de niños por grupos no estatales; y el hecho de que algunos de estos niños sean perseguidos por Colombia como criminales y no tratados como víctimas», reza el informe.
«Las niñas reclutadas son sometidos a violencia sexual, de forma sistemática y repetida, incluidos violación, esclavitud, embarazos forzados y abortos».
Ante esta situación, el Comité pide a Colombia que haga todo lo necesario para evitar esta situación, como cambios legislativos y establecimiento de los recursos adecuados, especialmente en las regiones más afectadas por el conflicto.
Asimismo, los expertos piden que se tenga en cuenta que los niños soldados son víctimas, por lo que tienen derecho a asistencia psicosocial adecuada, especialmente las niñas víctimas de violencia sexual.
Además, el Comité pide que «se investiguen todas las denuncias y alegaciones de que fuerzas de seguridad del Estado, como la Policía y las Fuerzas Armadas, hayan podido cometer contra los niños soldados».
Por otra parte, los expertos muestran su preocupación por la suerte de los niños desplazados internos, especialmente los de origen indígena y afrodescendientes.
«Si bien notamos los programas establecidos para proteger a los niños desplazados, el Comité sigue preocupado porque éstos esfuerzos han sido insuficientes para asegurar adecuadamente los derechos de los niños desplazados como ha sido ordenado por la Corte Constitucional».
En otro apartado, los expertos lamentan que «muchos niños son víctimas de asesinatos o desapariciones, incluidos asesinatos cometidos por los agentes gubernamentales, y que existe mucha impunidad al respecto».
«Las causas primigenias de estos actos violentos, como el crimen organizado, la corrupción, las drogas, la pobreza y la marginación son insuficientemente tratadas», agrega la fuerte posición del Comité ONU sobre los derechos del niño.
Notas:
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http://www.semana.com/nacion/articulo/un-pais-enfermo-que-mata-sus-ninos-florencia-valle/417130-3
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Ibem
Cristiano Morsolin, investigador y trabajador social italiano radicado en Latinoamérica desde 2001 con experiencias en Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil. Co-fundador del Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS (Milán – Italia), autor de varios libros, investiga las relaciones entre derechos humanos, movimientos sociales y políticas emancipatorias. Info:
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.