26 años de cárcel por el asesinato de Carlos Palomino y por intento de homicidio contra uno de los jóvenes que iba con él. No hubo legítima defensa, ni miedo insuperable ni estado de necesidad, tampoco fue un delito común: el motivo fue el odio de un neonazi hacia un joven antifascista. Es lo que […]
26 años de cárcel por el asesinato de Carlos Palomino y por intento de homicidio contra uno de los jóvenes que iba con él. No hubo legítima defensa, ni miedo insuperable ni estado de necesidad, tampoco fue un delito común: el motivo fue el odio de un neonazi hacia un joven antifascista. Es lo que recoge la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, hecha publica el 19 de octubre, que condena al ex militar profesional Josué Estébanez.
DIAGONAL: ¿Era previsible esta sentencia? ¿Cómo la valoráis?
ERLANTZ IBARRONDO: Siempre mantienes las dudas sobre si se ha conseguido hacer llegar a los magistrados que el asesinato se cometió únicamente por la animadversión ideológica del asesino hacia Carlos, por su condición de antifascista. Al principio parecía que predicábamos en el desierto, pero durante las sesiones del juicio oral hemos conseguido acreditar que los hechos debían ser calificados como «asesinato fascista».
La sentencia recoge todos y cada uno de los indicios que nosotros destacábamos: las consignas lanzadas por Estébanez después de cometer el crimen, su vestimenta, el saludo nazi realizado. Por último, consideramos que ha sido relevante la ingente cantidad de documentación presentada donde se acreditaba la relación del asesino con todo tipo de grupos fascistas.
D.: Aunque el tribunal reconoce la importancia de los códigos estéticos en la identificación ideológica, no habla de ‘bandas’ ni de ‘tribus’…
E.I.: Es bueno que se supere el falso discurso de peleas o reyertas entre bandas y que se empiece a hablar claramente de actos de terrorismo fascista. Sin duda la sentencia es un varapalo para aquellos medios de comunicación que intentaron vender una historia de pandilleros. La sentencia acota importantemente el debate y afirma que fue un asesinato fascista.
D.: Es la primera vez en Madrid que una sentencia reconoce el agravante de odio ideológico, ¿esto tendrá consecuencias?
E.I.: Hay que tener presente que las sentencias que sientan jurisprudencia son las del Tribunal Supremo, de manera que ésta tendrá una influencia relativa, se trata de jurisprudencia menor.
Respecto a su alcance, he de manifestar un cierto escepticismo. Sin duda es importante porque se ha condenado al acusado como asesino fascista, pero hemos de recordar que desde 1975 se han producido más de 200 muertos por el terrorismo fascista y que estos crímenes han caído en el ostracismo, condenando a sus victimas al olvido. Tengo dudas de que las mismas instituciones y políticos, que desde hace décadas han minimizado el problema y no han tomado ninguna medida, ahora se pongan a trabajar en serio. Sin duda estamos en unos días de fuerte conmoción, de primeras planas, pero esta situación ya la hemos vivido antes, con otros asesinatos cuyas víctimas cayeron en el olvido institucional. Creo que queda mucho camino por andar.
D.: La defensa de Estébanez ha anunciado que recurrirá…
E.I.: Es difícil que el Supremo revoque la sentencia de la Audiencia Provincial. Está bien fundamentada y los argumentos de la defensa, con todos los respetos, rozaban lo esperpéntico.