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Entrevista a Renán Vega Cantor de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá

«La situación que se está viviendo Venezuela reedita ‘la diplomacia de las cañoneras'»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Este lunes durante el anuncio en conferencia de prensa, de la confiscación de parte del patrimonio de la empresa estatal petrolera venezolana PDVSA, el asesor de seguridad nacional de EE UU John Bolton dejó ver que tenía escrito en su cuaderno «5.000 tropas a Colombia». A partir de esto el gobierno de tu país […]

M.H.: Este lunes durante el anuncio en conferencia de prensa, de la confiscación de parte del patrimonio de la empresa estatal petrolera venezolana PDVSA, el asesor de seguridad nacional de EE UU John Bolton dejó ver que tenía escrito en su cuaderno «5.000 tropas a Colombia». A partir de esto el gobierno de tu país sostuvo que no tiene información alguna sobre la anotación de Bolton y se desconoce el alcance y la razón de dicha anotación. ¿Qué opinión te merece esta situación?

R.V.C.: Esa es una información a mi modo de ver muy reveladora en cuanto a la injerencia de los Estados Unidos en la vida colombiana, y una de esas injerencias es de tipo militar. No es una novedad que en Colombia haya asesores y enviados de los EE UU desde hace muchos años, lo cual se incrementó luego de 1999 con el «Plan Colombia».

Esta noticia cobra relevancia en el contexto actual de una previsible agresión militar contra Venezuela. Siempre se ha dicho con bastante fundamento, que en caso de realizarse esa agresión militar, bien sea por los EE UU con sus tropas o por intermedio de gobiernos satélites y títeres como el colombiano, el territorio colombiano va a ser fundamental en la agresión contra Venezuela.

De tal manera que se está hablando de 5.000 soldados que no sabemos si son marines que van a desembarcar en territorio colombiano para agredir a Venezuela o si son soldados que ya están en el territorio colombiano pero en distintas misiones, lo cual nunca se reconoce de manera oficial. O si son militares que prestan sus servicios para cuidar empresas petroleras o de otro tipo de empresas extranjeras en asociación con el ejército colombiano. Cualquiera de estas posibilidades puede ser veraz, lo cierto es que esa información en manos del personaje que está hablando y máxime que se dirige contra Venezuela, puede considerarse como una seria amenaza y una seria advertencia sobre lo que puede venir y el papel nefasto del gobierno colombiano y las clases dominantes en esta agresión en marcha contra el hermano país de Venezuela.

M.H.: ¿Cómo se ve la situación de Venezuela desde Colombia?

R.V.C.: Así como en la mayor parte de los países de América Latina y del mundo, aquí hay una dictadura mediática organizada sistemáticamente para informar negativamente de todo lo que sucede contra Venezuela. De tal manera que estos últimos acontecimientos de este golpe de Estado en marcha, apartemente singular y de tipo «democrático», ha sido muy aplaudido por los medios de comunicación creando una realidad paralela de tipo virtual que da la impresión que hay un doble poder en Venezuela e incluso que el poder reside en el golpista que EE UU preparó para esta eventualidad.

Entonces la desinformación aquí es absoluta y no existe conciencia en la mayor parte de la población de los peligros que supone un golpe de Estado en Venezuela y una intervención militar. No hay conciencia aquí de lo que representaría eso, si tenemos en cuenta que Colombia tiene una frontera de 2.000 kilómetros con Venezuela. Eso nos va a tocar de manera directa o indirecta y ya nos está tocando con el flujo migratorio de los venezolanos que es en gran medida el resultado de las políticas económicas de saboteo en las cuales el gobierno colombiano participa activamente.

M.H.: Tengo entendido que desmantelaron los campamentos de recepción de migrantes venezolanos en tu país.

R.V.C.: Desmantelaron un campamento que se había instalado en la ciudad de Bogotá en una zona relativamente céntrica, esto generó todo un movimiento de xenofobia, chauvinismo, falso nacionalismo como también se ha dado en otros países como Ecuador; y hay permanentes agresiones hacia venezolanos en el territorio colombiano. Incluso hay una cifra muy preocupante, se calcula que en 2018 fueron asesinados más de 300 venezolanos en territorio colombiano. Esto demuestra una política totalmente contradictoria pero propia del Estado colombiano. Incentivar la llegada de los venezolanos para que salgan de su país presentándolos como mártires, incluso hacen toda una campaña mediática y luego cuando están acá se genera toda una política de xenofobia que impulsan esos mismos medios de comunicación.

M.H.: ¿Cuántos colombianos emigraron a Venezuela durante los 60 años de violencia en tu país?

R.V.C.: No hay cálculos oficiales reconocidos, pero hay estudios académicos que indican que la cifra de colombianos que emigraron a Venezuela desde la década de 1940, lo que aquí se llama «la primera violencia» hasta hace pocos años, es una cifra de alrededor de 6/7 millones de colombianos. Una cifra que no tiene ni por cerca la dimensión de lo de Venezuela que tampoco hay cifras oficiales pero algunos calculan que han llegado al país unos 800.000 venezolanos. Pero muchos de ellos en realidad no son venezolanos sino colombianos que regresan o hijos de colombianos, que como ya tienen acento y una cultura formada en Venezuela son tratados como venezolanos.

Claro, hay muchos venezolanos que han llegado al territorio colombiano. Pero Colombia nunca ha sido un país que acoja migrantes, nosotros siempre hemos sido un país expulsor de población hacia distintos países incluyendo a los países vecinos, no solamente hay colombianos en Venezuela sino en Ecuador y Panamá, la mayoría están en EE UU y algunos en Europa. Entonces como Colombia nunca ha recibido población, este flujo poblacional coge de sorpresa a las clases dominantes que nunca se han preparado para relacionarse adecuadamente con miembros de otros países o con colombianos que regresan con otra formación cultural. Eso se expresa en el hecho de un completo abandono, no hay fuentes de empleo, no hay propuestas, están en el peor rebusque junto con la mayoría de la población colombiana. Esa es la situación que están viviendo estos compatriotas venezolanos en nuestro país.

M.H.: ¿Querés agregar algo más?

R.V.C.: Solo quiero decir que la situación que se está viviendo ahora en Venezuela es terrible, que reedita las viejas prácticas imperialistas que a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX se llamaban «la diplomacia de las cañoneras».

Es inaudito todo lo que hemos vivido y soportado en estos días, la imposición de un Presidente que nunca fue electo, el desconocimiento del Presidente legal, toda una campaña mediática para crear un ambiente artificial de guerra, el saboteo económico a un país y por último las amenazas directas, el bloqueo económico que tuvo una nueva fase en el día de ayer y hoy y esas amenazas concretas de tipo militar. Esto pone en cuestión la soberanía no solo de Venezuela sino la de los países de América Latina.

Este es un llamado a lo que puede pasar mañana en cualquier país, el llamado a las viejas dictaduras de los 60/70/80. Esta no es ninguna propuesta democrática y de concretarse va a repercutir muy negativamente no solo en Venezuela sino en el futuro de todo el continente. De tal manera que tenemos que hacer un llamado a la solidaridad con el pueblo venezolano y con el gobierno legítimo de Venezuela porque se está jugando la suerte de todo el continente.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.