La decisión adoptada por la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista de Navarra (PSN) de no apoyar la candidatura de Nafarroa Bai a la Alcaldía de Pamplona, para no coincidir con Acción Nacionalista Vasca, es de esas cantinfladas que si no estuviéramos vacunados nos llenaría de estupor. Los que habían hecho campaña «por el cambio» […]
La decisión adoptada por la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista de Navarra (PSN) de no apoyar la candidatura de Nafarroa Bai a la Alcaldía de Pamplona, para no coincidir con Acción Nacionalista Vasca, es de esas cantinfladas que si no estuviéramos vacunados nos llenaría de estupor. Los que habían hecho campaña «por el cambio» y habían comprometido su decisión de cambio tras las elecciones, ahora rizan el rizo de la estulticia, faltándose al respeto hasta a ellos mismos, con una salida como la descrita. Claro que, Acción Nacionalista Vasca sigue teniendo en sus manos la oportunidad del cambio en el ayuntamiento de Iruña. Sólo tiene que hacer pública su intención de votar para la alcaldía a la candidata de Unión del Pueblo Navarro, y actual alcaldesa, señora Barcina, con lo que el Partido Socialista sumaría, inmediatamente, para no coincidir con ANV, sus votos a la candidata de Nafarroa Bai.
Y como la misma UPN, por las mismas razones expuestas por sus correligionarios del PSN, tampoco aceptaría agregar sus votos a los de ANV, la diputada en el Congreso Uxue Barkos, de Nafarroa Bai, sería la nueva alcaldesa con los votos a favor de PSN, UPN y Nafarroa Bai, dejando a la Barcina, compuesta y sin novio, con el único apoyo de los dos votos de ANV.
Y ya, por aquello de aprovechar las circunstancias, oportuno sería que ANV, a través de sus dos concejales, exija al pleno del nuevo ayuntamiento aprobar una moción de condena al proceso de paz y al mantenimiento de cualquier diálogo y negociación con los violentos, ahora y siempre por los siglos de los siglos; y que proponga, igualmente, intensificar la construcción de aparcamientos en toda la ciudad y más gigantescas urbanizaciones con sus correspondientes campos de golf por los alrededores; y que ANV vote y secunde deforestaciones y polígonos militares; y que ANV vote y respalde la práctica de la tortura, el cierre de periódicos, el veto a emisoras; y que esos dos concejales de ANV voten y defiendan la donación de terrenos públicos a la Iglesia, la entrega, cuanto antes, a esa pobre institución de los bienes y el patrimonio navarro; y que ANV aplauda y promueva el tráfico de indocumentados y su miserable explotación en campos de labor de la Ribera; y que ANV proponga el cierre de los centros de jóvenes, la deportación del Olentzero, la quema del txistu; y que ANV vote y demande la señalización en español, la reconversión en castellano…
En fin que, en homenaje al Puras y al Sanz, que tanto monta monta tanto Don Miguel como Fernando, aquí les dejo un soneto de mi autoría que sigue siendo mi única manera de defenderme de tanto intelecto y delincuente.
Espárragos
¡Oh recia y sacra nobleza bizarra
de regia cuna que al cantar desgarra
la voz, el corazón y la guitarra
en el nombre de Dios y de Navarra!
¡A tu salud levanto yo mi jarra,
presto siempre a la jota y a la farra,
con un rosado fino que espatarra
de singular alcurnia y mejor parra,
que quien pudo vencer la cimitarra
del sarraceno con valor y garra
es digno de la gloria que abigarra
y el honor que prodiga y despilfarra
entre tantos modorros y caparras
que han hecho de Nafarroa su Navarra!