La medición del desempleo conocida como EPA muestra un desfase de 512.258 personas que, sin embargo, han acudido a las oficinas del INEM, según USO. Junto a Galicia, Asturias, Cantabria y Extremadura presentan también fuertes divergencias Medio millón de personas. Ésa es la diferencia total entre el número de parados que refleja la estadística de […]
La medición del desempleo conocida como EPA muestra un desfase de 512.258 personas que, sin embargo, han acudido a las oficinas del INEM, según USO.
Junto a Galicia, Asturias, Cantabria y Extremadura presentan también fuertes divergencias
Medio millón de personas. Ésa es la diferencia total entre el número de parados que refleja la estadística de paro conocida como Encuesta de Población Activa (EPA), y el dato que se desprende del conjunto de demandantes de empleo en las oficinas públicas de empleo.
La EPA es el dato prioritario en la medición del paro. Es el indicador admitido por la UE y el que se compara con el resto de Estados miembros para ver la evolución del mercado laboral. De hecho, es la única medición que se asume como ortodoxa para examinar la tasa.
Pues bien, ese dato recoge un total de 3.207.900 parados. Mientras que la estadística de paro registrada del INEM refleja 3.327.801. Pero, hay que tener en cuenta que esta última cifra tampoco muestra un colectivo de otras 400.000 personas que, pese a ser demandantes de empleo, según los baremos del Gobierno, tienen teóricamente poca formación como para acceder a un trabajo o su disponibilidad es limitada.
Las autonomías del PP mmuestran menores diferencias en los datos que las socialistas
Así, si se analiza el cómputo total de personas que demandan empleo en las oficinas públicas, el dato asciende a 3.720.158. Es decir, que la diferencia entre los demandantes de empleo totales y el dato que muestra la EPA asciende a 512.258 personas que no aparecen en la tasa oficial de desempleo de España, según los datos calculados a partir de las estadísticas del sindicato USO, que recogen a su vez estadísticas oficiales del mercado laboral.
Este desfase en la medición no se distribuye por igual entre las distintas autonomías. Galicia es la más beneficiada por este salto estadístico: su tasa de paro EPA queda a 5,5 puntos de la registrada en el INEM. El desequilibrio supone que esta comunidad, gobernada por el PSOE y que celebra elecciones dentro de una semana, no dé cuentas en la medición EPA de 90.214 personas que, independientemente del criterio que se adopte, no están trabajando y quieren hacerlo.
Galicia es el caso más extremo, pero no el único en el que sorprende la divergencia de datos. Así, en Asturias, la diferencia entre la tasa de paro que mide la EPA y la del INEM asciende a 4,4 puntos (lo que deja en el limbo a 27.246 parados); en Cantabria, a 3,9 puntos (14.446 personas ) y en Extremadura, la brecha es de 3,5 puntos (46.128 desempleados).
Las autonomías gobernadas por el PSOE muestran, así, los contrastes más importantes. Mientras, las comunidades bajo el paraguas del PP (a excepción de Navarra, con régimen foral) quedan mucho mejor situadas: la diferencia entre su tasa de paro EPA y la del INEM no alcanza en ningún caso los dos puntos. La única que se aproxima a ese techo es Castilla y León, donde los registros difieren en 1,90 puntos (el equivalente a 31.760 parados).
Los expertos consultados aluden a esta división de las cifras y a los problemas de medición de los datos en la estadística española. ¿Es normal una divergencia tan pronunciada entre las distintas tasas? El INE responde -tras ser consultado por EXPANSIÓN- con un documento redactado en julio de 2008, en el que relata las diferencias estadísticas para responsabilizar, en gran parte, a los datos personales que proporcionan los parados.
El INE redactó en julio de 2008 un informe en el que relata las diferencias estadísticas
«Las diferencias serían achacables a la falta de conciencia de los informantes respecto de los vericuetos asociados a su situación administrativa». El informe señala que «la propuesta de cara al futuro» es introducir cambios en sus análisis para intentar que los dos registros sean más congruentes.
En el plano estadístico, esas diferencias responden al distinto modo de medición. El INEM mide sólo el número de parados que se registran en sus oficinas. Mientras, la EPA es una encuesta, donde deben aparecer todos. Eso sí, al ser encuesta, puede acarrear errores de muestreo y aproximaciones, no datos cerrados.
Pero eso no implicaría que debiese resultar menos fiable. De hecho, en Europa se toma como referencia la EPA, ya que no sólo plasma a las personas que dicen que están en paro, sino a los que, aun apuntados al desempleo, trabajan sin contrato, dando, por ejemplo, clases particulares. Por eso, la EPA refleja la economía sumergida.