Un 14 de abril de 1931 se proclamó la II República Española. Coincidiendo con el cumpleaños de aquella fecha tan significativa para el movimiento republicano se presentó en el Ateneo de Madrid un libro que nos trae una propuesta para construir una nueva República como régimen político de gobierno en nuestro país. Lleva por título […]
Un 14 de abril de 1931 se proclamó la II República Española. Coincidiendo con el cumpleaños de aquella fecha tan significativa para el movimiento republicano se presentó en el Ateneo de Madrid un libro que nos trae una propuesta para construir una nueva República como régimen político de gobierno en nuestro país. Lleva por título Conversaciones sobre la III República y es un mano a mano entre Julio Anguita y la periodista cordobesa Carmen Reina que la Editorial El Páramo acaba de publicar. Como en la mayoría de los actos a los que acude Julio Anguita, el Salón de Actos del Ateneo de Madrid se llenó completamente. Sus 345 butacas se quedaron cortas para el interés que despierta el político andaluz y todo lo que dice, pues su voz y su discurso están llenos de sentido común y verdad, algo que la mayoría de nuestros políticos han perdido.
Tras la bienvenida del presidente del Ateneo, Carlos París, y la pequeña presentación del editor Ricardo G. Mestre, tomó la palabra el diputado Alberto Garzón, prologuista del libro. Definió Conversaciones sobre la III República como un trabajo interesante, profundo y necesario. Explicó que cuando la crisis se prolongan en el tiempo puede cristalizar también una crisis ideológica que produzca una nueva concepción del mundo. Así ocurrió con la II República que surgió como solución al crack del 29. Ahora la juventud no ve claras las historias que les contaron. Les dijeron que si estudiaban tendrían un trabajo que inicialmente sería precario pero que se iría consolidando, que dispondrían de un salario que les permitiría comprar una casa, aunque tuvieran que hipotecarse durante muchos años. Pero el dispositivo ideológico que hay detrás de ese relato, que se resume en que la generación siguiente vivirá mejor que la de sus padres, se ha roto y se ha convertido en un cuento de hadas. Y esto no es solo una cuestión meramente económica. Las instituciones surgidas de la Transición están en crisis, la democracia se ha quedado en un concepto mínimo y formal y se ha vaciado de poder a la Constitución en beneficio de una entidad supranacional como es la construcción de la Unión Europea. Una construcción que se ha impuesto por medio del chantaje, cambiando el modelo de sociedad por una ideología concreta de derechas y que además le ha quitado a los ciudadanos la palabra. Garzón señaló que estamos inmersos en un proyecto «deconstiyente» que nos está desposeyendo de capacidad para tomar decisiones. En este contexto resulta importante la voz de Julio Anguita y la articulación que en el libro ha hecho para plantearnos la acción: un nuevo proceso constituyente. El libro permite un debate sobre cómo queremos organizarnos en una nueva república. Nos estamos repolitizando como sociedad y es el momento de trabajar unidos los partidos políticos de izquierda, los movimientos sociales y las personas que tienen intención de cambiar esta sociedad, para que juntos definamos nuestro futuro. Lo haremos a través de unas ideas, un proyecto y una sustancia política como nos plantea Conversaciones sobre la III República. La Casa Real nos está ayudando, así que tenemos que aprovechar esta oportunidad.
Carmen Reina, coautora del libro, conocía los escritos de Julio Anguita para construir una III República y entendió que era necesario convertirlos en una propuesta que llegara a la mayor gente posible. Por eso el libro es una herramienta que adopta el formato de conversaciones ya que hablamos de una forma más cercana de lo que escribimos. Explicó la periodista que su labor ha sido la de tirar del hilo de la conversación. Es el suyo el papel que ella misma ofrece al lector para que pueda realizar sus propias reflexiones. Julio Anguita explicó que hace once años se incorporó a la Unidad Cívica por la República y que trajo entonces una propuesta. Después el PCE le pidió documentación a modo de ponencia que les sirviera para definir la postura del Partido sobre el tema de la República, lo que le sirvió para profundizar más en ella. Pero aquella propuesta tenía que transcender y salir a la luz para que la gente la entendiera, era necesario y urgente ponerla en marcha y comunicarla.
Señaló Anguita que a nuestro pueblo le han engatusado dos veces. La primera llegó con la Transición, donde se nos vendió la palabra democracia como un paraíso frente al franquismo. Se construyó como negación a la dictadura, pero cuando se ha intentado debatir sobre ella nadie ha hablado de la posibilidad de desarrollarla. La segunda de las abducciones tiene que ver con la construcción de Europa, por la cual todos los países deberían sacrificarlo todo por esa nueva Europa. Con una y otra nos han ido castrando el sentimiento de rebeldía. Anguita dice tener miedo a una tercera abducción y que ésta puede venir de la mano de la palabra República. El gobierno es el capataz del poder y por tanto obedece al poder. En 1945 el gobierno de EE.UU. obedeciendo los deseos del poder, dictaminó que España tendría que hacer una transición que desembocara en el bipartidismo. Algo que se va intensificando según van pasando los gobiernos y que nos demuestran que las dos fuerzas (PP y PSOE) hacen la misma política. El poder ya da por amortizados a ambos partidos, han cumplido su trabajo. En este momento el poder ha dejado de confiar en la monarquía, ya no les sirve y están pensando en el relevo. Los medios ya sabían hace treinta años todos los asuntos privados del rey, pero se lo venían callando. En los 90 saltaron los escándalos de los amigos del rey (Javier de la Rosa, Manuel Prado y Colón de Carvajal y Mario Conde) y medios monárquicos como el periódico ABC promovieron una campaña para sustituir al rey. Había que amputar el miembro enfermo. Ahora, ante las nuevas corrupciones de la Casa Real, se vuelve a hablar abiertamente de que, para salvar la monarquía, el rey debe abdicar y comenzar a reinar Felipe VI. Pero cuando el príncipe reine, en su pensamiento estará que debe seguir robando y vendrá entonces otra solución. El poder está preocupado y preparando esa solución futura que podría ser la III República. Pero en ese caso no va a venir del pueblo español, sino de los poderosos. Si es así nos pueden dar una república como el bienio negro, conservadora y de extrema derecha. Al pueblo español le van a engañar por tercera vez.
Anguita, para evitarlo, se preguntó qué debe ser la construcción de la III República y eso es lo que ha escrito en este libro. Quiere hablar de una república concreta que va acompañada de contenidos que surgen de hacerse las preguntas clave: ¿para qué sirve? o ¿qué quiero hacer con ella? Porque la bandera tricolor y el himno de Riego por sí mismos no le dicen nada. Lo que hacen falta son propuestas. La República es un proceso de construcción y una nueva relación con la sociedad. No viene sola, hay que traerla. Conversaciones sobre la III República se vertebra en tres partes. Cada una responde a un interrogante: ¿Por qué?, ¿qué república? y ¿cómo? El «por qué» se traza en cuatro capítulos con nuestra Historia y nuestro presente, utilizando el pasado sin regodearse para entender el futuro. Las ideas republicanas vienen de la Revolución Francesa trasladadas a España, explica luego como llegan la I y la II Repúblicas y las compara encontrando analogías. También en esta parte se plantea que la crisis que padecemos es de mucho mayor calado, en realidad estamos viviendo una crisis de civilización, pues los principios de Occidente se basan en la Revolución Industrial (capitalismo) y en el concepto de Democracia Representativa, pero cada uno de ellos tiene intereses contrarios. La segunda parte del libro, la que responde a «qué república queremos», se articula en torno a siete ejes que definen el contenido que debe tener, explicando como dotarla del conjunto de poderes ciudadanos que van a hacer que se cumpla, de democracia radical, de paz y derechos civiles, de austeridad revolucionaria que nos permita vivir con decoro y dignidad con lo que se necesita y quitando los gastos superfluos, laica, mirando más allá de Europa y con un discurso alternativo por encima de la ruindad de las exigencias de los mercados. La parte del «cómo» se responde a través de un proceso constituyente.
Estas son las propuestas que nos lanza Julio Anguita para que discutamos sobre ellas y podamos poner nuestras fuerzas por un proyecto republicano en el que estemos todos de acuerdo. Anguita señaló que «más amaremos la Segunda si traemos la Tercera» y luego avisó que debemos dejar de estar mirando siempre hacia la II República, porque si no lo hacemos el poder nos va a traer una república de cuarta mano. Con ello nos exhortó a que despedacemos el libro, pero que nos pongamos a trabajar porque tenemos un reto por delante.
Conversaciones sobre la III República no va dirigido a historiadores ni es un libro del tipo doctrinal, sino que ha sido escrito para la inmensa mayoría que forma la ciudadanía. Es más para quienes no tiene las ideas claras de lo que significa una república o aún no entiende por qué la necesitamos en España. Hay que ser didácticos con ellos, traerlos a este terreno común y, para ello, hay que explicarles las cosas. Hace falta rigor, pero debe hacerse con un lenguaje y una exposición clara. Por este motivo, señaló Anguita, participa Carmen Reina en el libro. Le da la gracias, pues sin ella el libro hubiera terminado siendo un mamotreto. Así con la participación de los dos, forma y fondo se hace una única entidad. El republicanismo está hecho de presente y de futuro. Desde la Segunda República, viva la III República Española.
Blog del autor: http://islainexistente.
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