La agroecología tiene muchas facetas, a las que las personas les dedican cuerpo y alma: la del campo, del extensionismo, la gestión de proyectos de desarrollo, la promoción de las prácticas y la investigación. A esta última se enfoca la agrónoma Aracelis Romero.
Nació hace 39 años en el campo, en San Luis, provincia de Santiago de Cuba, rodeada de su belleza. Hija de obreros agrícolas, Aracelis ayudaba a su padre en la pequeña finca y allí surgió su interés por la agricultura. Aprendió a amar lo que tenían y el sacrificio que costaba obtenerlo.
Esta investigadora hoy vive en ciudad de Las Tunas y trabaja en su doctorado sobre la biofertilización del cultivo de la soya, donde las prácticas agroecológicas están presentes.
REDACCIÓN IPS CUBA: ¿Cuándo y cómo comenzó a interesarse por la agroecología?
ARACELIS ROMERO (AR): Desde que entré a la universidad, en 2000, comencé a trabajar en los grupos científicos con la doctora Raquel Ruz y otros profesores. Fue allí donde se despertó en mí la pasión por la agroecología.
En los años que me he dedicado a este tema, las experiencias son muchas y varias personalidades de la ciencia tienen un papel fundamental. En esta línea me hice máster con una tesis sobre la evaluación agroproductiva de siete cultivares de soya en la Cooperativa de Créditos y Servicios Waldemar Díaz, en el municipio Majibacoa, en la provincia Las Tunas.
IPS CUBA: ¿Cómo ha sido su experiencia en el movimiento agroecológico cubano, en especial como mujer dentro de ese proceso?
AR: Hoy soy profesora de Ciencias de Suelo en la Universidad de Las Tunas y directora del Centro de Estudios de Desarrollo Agrario de Facultad de Ciencias Técnicas y Agropecuarias. Como investigadora, trabajo con jóvenes estudiantes y productores y he logrado despertar en ellos la chispa por la agroecología. Nos dedicamos a investigar y capacitar en el territorio a los dirigentes y productores en las ciencias agrícolas.
Trabajo con estudiantes estos temas y muchos lo aplican en las fincas de sus familiares, con excelentes resultados.
Ser mujer joven e investigadora es un reto, que asumo con pasión. Estoy muy orgullosa de ser investigadora. Ser mujer impone un desafío mayor, pues dedicar horas a la investigación y responder a la familia es complejo, pero se puede con el apoyo familiar.
Ser mujer joven e investigadora es un reto que asumo con pasión. Estoy muy orgullosa de serlo”.
El Centro de Estudios de Desarrollo Agrario de la Facultad de Ciencias Técnicas y Agropecuarias, de la Universidad de Las Tunas, fue creado para potenciar el desarrollo científico en temas de esta índole en el territorio. Ahí desarrollamos investigaciones avanzadas, básicas y aplicadas. Hay predominio de mujeres y se trabaja en total armonía con los hombres.
IPS CUBA: ¿Qué consejos y sugerencias puede brindarles a las personas para que se motiven a iniciar la transición agroecológica en Cuba?
AR: La transición a la agroecología es necesaria y más en estos momentos, cuando el bloqueo cada día arrecia más y es muy importante para conservar y recuperar los recursos naturales, tan valiosos, y a la vez, garantizar una alimentación libre de tóxicos a la población.
El primer consejo es aplicarla, porque es necesaria y, de no iniciarla, estamos perdiendo suelos, un recurso natural tan preciado. Y el otro consejo se trata de mantenerla, por la calidad que tienen los productos que consumen las familias o los consumidores que los adquieren, así como para contribuir a la protección del medio ambiente.
IPS CUBA: ¿Cuáles son los principales obstáculos que identifica para el avance de la agroecología en Cuba?
AR: Los principales obstáculos los ubico en el sector productivo: aún no se logra un gran paso en las técnicas agroecológicas. Se debe trabajar mucho más en la capacitación de dirigentes y productores.
Aun no se interioriza la necesidad de la transición hacia la agroecología, primero, por los ahorros que aportaría al país no tener que comprar insumos en el mercado internacional y, segundo, por la conservación del entorno y del ser humano. Es decir, los productos tendrían un valor agregado por ser orgánicos.
Las personas que producen la tierra lo hacen por amor, pues es una tarea bien dura y las producciones están ligadas al cambio climático, que se ha agudizado mucho en los últimos tiempos.
Los efectos del cambio climático se reflejan en la pérdida de la diversidad biológica, la degradación de los suelos y la sequía, entre otros, lo cual repercute directamente en la disminución de las producciones. Esto se puede contrarrestar evaluando variedades resistentes o tolerantes a las condiciones edafoclimáticas del territorio, aplicando abonos orgánicos y cobertura vegetal en los suelos, intercalando cultivos.
IPS CUBA: ¿Cuáles son sus grandes sueños ligados a la agroecología?
AR: El personal es hacerme doctora en Ciencias Agrícolas. Y, para la agricultura, deseo que quienes trabajan en el sector entiendan la importancia de transitar hacia la agroecología. La agroecología es vida. Si no cambiamos la manera de hacer y pensar, no tendremos alimentos en el futuro.
Fuente: https://www.ipscuba.net/genero/aracelis-romero-la-transicion-a-la-agroecologia-es-necesaria/