La causa abierta contra el juez Baltasar Garzón por su mala instrucción en el caso de los crímenes del franquismo, está teniendo la virtud de que comience a cuestionarse internacionalmente la forma en la que se produjo la transición española, que hasta la fecha las autoridades del Estado habían tratado de presentar siempre como «modélica» […]
La causa abierta contra el juez Baltasar Garzón por su mala instrucción en el caso de los crímenes del franquismo, está teniendo la virtud de que comience a cuestionarse internacionalmente la forma en la que se produjo la transición española, que hasta la fecha las autoridades del Estado habían tratado de presentar siempre como «modélica» y ejemplo a exportar a otros países, sobre todo los sudamericanos.
Baltasar Garzón es conocido internacionalmente no por sus muchas agresiones a los derechos humanos de independentistas vascos, sino por su actuación contra el dictador Augusto Pinochet, lo que le dio fama en todo el mundo. Que ahora vaya a ser apartado de la judicatura por una causa relacionada con el franquismo, lleva a asociaciones como Human Rights Watch a recordar que «los tribunales españoles, que se han distinguido por no investigar denuncias de delitos aberrantes cometidos en el pasado».
También ahora se alzan voces que sostienen que la Ley de Amnistía de 1977 -sobre la que se asentó buena parte de la transición porque impide investigar los crímenes policiales, judiciales, militares e institucionales- no tiene encaje en la legislación internacional y debería derogarse. Amnistía Internacional ha incidido en las recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en este sentido.
Iniciativa en Argentina
Por otra parte llama la atención la iniciativa que en estos últimos días está tratando de impulsar el abogado argentino Carlos Slepoy, para denunciar en Argentina los crímenes del franquismo.
A la vista de cómo están las cosas en el Estado español, lo plantea como «una devolución a España de todo lo importante que hicieron los tribunales españoles, específicamente Baltasar Garzón, para ayudar a terminar con la impunidad de los grandes crímenes que se cometieron en Argentina durante la dictadura militar».
Entre tanto en prestigiosos medios de comunicación anglosajones se redescubre a Falange y su estrecha relación con la dictadura franquista, al tiempo que se apunta a la falta de depuración en los poderes del Estado tras la muerte del dictador.
La memoria histórica está empezando a adquirir rango internacional.