Inauguran una ruta de montaña en honor a los últimos guerrilleros antifranquistas de Sanabria (Zamora), el grupo de maquis que más tiempo estuvo en activo después de la Guerra Civil
En las montañas de Sanabria, dentro del marco noroeste ibérico y entre las naciones históricas de Galicia, León y Portugal, varias personas integrantes del colectivo El Huerto del Pozo han inaugurado este fin de semana una ruta de senderismo en homenaje a los maquis del lugar, que hasta bien avanzada la década de los cincuenta no fueron disueltos. Se trata del grupo de resistencia antifascista que más tiempo estuvo en activo después de la Guerra Civil española de forma continuada.
Este homenaje, en forma de una ruta de montaña que ha sido denominada ‘La última resistencia’, comenzó en el lugar donde se levantaba el antiguo campamento de Santa Bárbara, próximo a los pueblos de Padornelo y Requejo de Sanabria (Zamora), donde convivieron cerca de los 1.500 de los 4.000 trabajadores que entre 1932 y 1957 trabajaron en la construcción del túnel del Padornelo y de la línea férrea Zamora-Orense.
H asta el comienzo del conflicto bélico, estos trabajadores se encontraban construyendo la línea de tren que conectaría la meseta con Galicia. Muchas de ellos, junto a personal docente de colegios, familiares de republicanos y un indeterminado número de personas en la zona, fueron perseguidos al comenzar el régimen franquista. Sin haber cometido delito, solo pudieron escapar, algunos al extranjero y otros a las montañas de Sanabria. Fueron parte de estos últimos los que conformaron la resistencia antifascista en la zona.
La ruta continúa por la parte alta de la sierra sanabresa, pasando por los lugares donde las últimas personas que pertenecieron a esta resistencia rural se refugiaban, recogían agua o conseguían alimentos. Estos puntos eran cuevas, abrigos, fuentes, regatos o lagunas y pastos donde había animales salvajes. En algunos de ellos todavía quedan huellas de su estancia y otros se reflejan en las biografías de estos guerrilleros o perduran en el habla de los pueblos cercanos.
Uno de los milicianos del grupo sanabrense más conocido fue ‘El Malvavisco’. Nacido en Castromil de Sanabria, participó en el asalto de los carrilanos al acuartelamiento acuartelamiento de la Nueva Puebla, en Requejo, nada más conocerse el alzamiento. Posteriormente se adentró en Francia en 1944, para integrarse en las tropas de la Unión Nacional Española que invadieron el país em octubre del mismo año por los Pirineos en un fallido intento, promovido por el Partido Comunista de España, de reconquistar el país y provocar un alzamiento popular contra el régimen fascistas.
Capturado durante la operación, consiguió escapar y volver de nuevo a las montañas de Sanabria, donde contó con el apoyo de Josefa Pérez, su compañera de vida, natural de Vilavella (Orense), así como de otros familiares y amistades. Su conocimiento de los pueblos de la sierra, donde había ejercido la carpintería, le permitió resguardarse con el apoyo de sus personas más allegadas. Gracias a no pertenecer a grupo político alguno y a su desconfianza de todo y de todos, aguantó en la sierra hasta el año 1952, cuando, agotada toda esperanza de vida para los maquis supervivientes, cruzó, por segunda vez, a Francia.
Desde el Huerto del Pozo recomiendan, para finalizar la ruta, hablar con las personas que vivieron esos tiempos y todavía recuerdan como ayudaban «a los del monte», ya que parte de la población local sanabresa consideraba que «estaban en esa situación de forma injusta ya que ellos no lo habían elegido, se les perseguía sin ningún motivo», tal como manifestaba uno de los actuales habitantes de Padornelo a los senderistas que realizaron la ruta este 19 de abril.
Por último, sugieren una reflexión: pensar cómo vivían estas personas a la intemperie en los cortos, fríos y nevados días del invierno sanabrés, a la sombra de una triste fogata, mientras cualquier ruido les alertaba.