Ilma. alcaldesa Dña. Ana González, en Gijón solo tenemos La Laboral (no solo), como docente Usted pasó por La Laboral, pero La Laboral no pasó por Usted
Afortunadamente no tenemos ni la Mezquita de Córdoba ni tampoco la Catedral de Oviedo, no están en Gijón, hubiera sido una desgracia porque, sin duda, bajo su manípulo podrían peligrar.
Ustedes, los del gremio socialista y obrero, no han tenido reparo alguno en tragar, promocionar e imponernos una transición que tiene de todo menos de transición. Después de décadas, su denostado franquismo sigue gobernando entre bambalinas, tanto de hecho como de derecho, porque media legislación franquista y sus benefactores siguen en pie sin que su partido, el PSOE, no haya hecho otra cosa más que ratificar la situación cuando no proseguirla, sin olvidar que su patrón Don Felipe González renovó y ratificó el concordato con la Iglesia de Roma.
Por La Laboral han pasado miles y miles de alumnos de Gijón, de Asturias y de toda España, pero afortunadamente también, no ofende quien quiere sino quien puede y usted, Ilma. alcaldesa, no los puede ofender, no, porque ninguno de estos alumnos podrá olvidar la formación recibida en esta tan desmerecida -para su Ilma.- Laboral, en la que Usted impartió docencia, pero por lo que se ve, ciertamente Usted sí pasó por La Laboral, pero La Laboral no pasó por Usted.
Ofende, o al menos lo pretende, al resto de las Universidades Laborales repartidas por la España de la dictadura en la que estudiaron y se formaron cientos de miles de alumnos. Una pena, para Usted, que tenga tan poca memoria o tan mala entraña. En su amnesia olvida el abandono que sus antecesores socialistas y obreros mantuvieron a La Laboral. Digo abandono, pero sin olvidar las chapuzas, y algo más grave, que sobre la Laboral cayeron por imperativo del Ilmo. Ayuntamiento, léanse el asunto de los minipisos, la remodelación del escenario del teatro, la concesión millonaria hecha a una multinacional, más la construcción de una nave para «investigación» de no se sabe bien qué, que no sea lo que se hace en cualquier taller de calderería medio decente. Algo que de esto queda manifiestamente visible en la parte posterior de La Laboral junto con el pegote de la ampliación del escenario del teatro. Qué poco gusto, qué mal gusto.
Que hubo adoctrinamiento en La Laboral, pues sí, cómo no, lo mismo que en el resto de las Universidades Laborales y lo mismo que en cualquier centro de enseñanza, público, privado, laico, religioso o de lo que fuera. La dictadura no respetó espacio alguno, ni público ni privado en donde pudiera introducir o imponer su ideología.
Bien se entiende el menosprecio que hacia La Laboral ha manifestado nuestra Ilma. alcaldesa, basta con señalar que la propuesta de promover a La Laboral al rango de Patrimonio de la Humanidad partió de la llamada derecha que en un alarde de malabarismo adelantó por la izquierda a los tres grupos municipales de la izquierda, es decir a IU, a Podemos-Equo y al propio PSOE, algo bien fácil dadas las circunstancias y sus actuaciones.
Desde luego estamos en manos de insensatos, desprecian a la derecha y a la dictadura, pero actúan como tales, o peor si cabe, les basta con el ordeno y mando sin saber a quien representan además de a sí mismo. Con amigos como ustedes no necesitamos ni enemigos ni más derecha ni ultraderecha.
Por último, Ilma. Sra. alcaldesa, déjelo como está, no hace falta que La Laboral sea «resignificada» y mucho menos por Usted, porque ni se sabe qué quiere decir con eso y mucho nos tememos que sea para peor.
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