Lehendakari Jauna: Por medio de esta carta deseamos transmitirle nuestra preocupación por el anunciado inicio de las obras de la denominada Y vasca. En reiteradas ocasiones, al menos desde 1998 en que presentamos nuestras alegaciones tanto desde LAB como desde otros sindicatos, diversos colectivos sociales y plataformas (Red por el Tren Social, AHT Gelditu! Elkarlana, […]
Lehendakari Jauna:
Por medio de esta carta deseamos transmitirle nuestra preocupación por el anunciado inicio de las obras de la denominada Y vasca.
En reiteradas ocasiones, al menos desde 1998 en que presentamos nuestras alegaciones tanto desde LAB como desde otros sindicatos, diversos colectivos sociales y plataformas (Red por el Tren Social, AHT Gelditu! Elkarlana, etc) hemos reclamado la apertura de cauces para la participación ciudadana en la toma de decisiones de un tema de evidente calado y la habilitación de un amplio debate y consenso social en torno a las infraestructuras ferroviarias y el modelo de transporte. Nuestras propuestas nunca han sido tenidas en consideración por el gobierno que usted preside.
A nadie se le escapa la enorme trascendencia de la decisión de optar por el Tren de Alta Velocidad como alternativa al problema de la movilidad en nuestro territorio. La opción por el proyecto de alta velocidad por encima de otros modelos de trasporte social y medioambientalmente mas eficientes denota la prioridad que su gobierno otorga a las necesidades de los sectores con mas capacidad adquisitiva en detrimento de las necesidades de los sectores sociales mas desfavorecidos. El TAV prima la conexión con Madrid y París a la conexión intracomarcal, la velocidad a la intermodalidad, el derroche al consumo responsable.
El gobierno que usted preside carece de un plan de viabilidad para la gestión del proyecto de alta velocidad (coste del mantenimiento, del billete, nivel de utilización, cuota de polivalencia viajeros-mercancías …). Y lo más grave de todo, el proyecto de alta velocidad no va a solucionar el grave problema de trasporte de esta comunidad. Será una línea infrautilizada e incapaz de absorber ni siquiera el crecimiento vegetativo de un año del trasporte de mercancías por carretera. Estará obsoleta antes de terminar su construcción. ¿Cree usted que merece la pena realizar una inversión aproximada de un billón de pesetas para que el 0,15% de nuestra demanda de movilidad pueda ser satisfecha?
Nos consta que el propio Gobierno de la CAPV es consciente de que son necesarios cambios en los modos de producción, consumo y distribución para hacer frente al cambio climático, la crisis energética y la deteriorada situación del transporte de mercancías y pasajeros. En ese sentido, nos parece que el proyecto de alta velocidad propuesto contribuye a incrementar nuestra dependencia exterior, el cambio climático y el colapso de nuestras infraestructuras de trasporte.
Desde LAB deseamos transmitirle nuestro convencimiento de que se precisa una red ferroviaria pública y de carácter social que mejore los servicios que actualmente se ofrecen, que transporte con eficacia y costes asumibles una parte considerable del tráfico diario necesario de personas y mercancías, que vertebre internamente Euskal Herria, ayude a cohesionar y equilibrar el territorio y nos comunique con Europa. Como parte fundamental de un nuevo modelo de transporte público, habría de encuadrarse dentro de un modelo de ordenación del territorio que disminuya las necesidades de desplazamiento. Todo ello contribuiría a un desarrollo que realmente tenga en cuenta las generaciones venideras y preserve el medio ambiente.
La ejecución de las obras del TAV hipotecará las posibilidades que aún hoy existen de optar por un modelo ferroviario y de transporte práctico, eficaz, social, económicamente viable, accesible para la ciudadanía, energéticamente ahorrador y ecológico. Destinar ingentes cantidades de dinero del erario a la Y contribuirá negativamente a la redistribución de la riqueza, toda vez que se trata de una infraestructura que pagaremos entre todas y todos y está destinada a satisfacer las necesidades de desplazamiento de una minoría de la población. Desgraciadamente el gasto social (cultura, sanidad, educación …) se verá recortado.
Sr. Ibarretxe, usted y su Gobierno están a tiempo de paralizar el proyecto de la «Y vasca». Le solicitamos que no opte por la imposición, que no pase por encima de la voluntad de la mayoría social y sindical. Como ha reconocido usted públicamente, las carencias son enormes en cuanto a cauces para la participación social en procesos de decisión con graves afecciones ambientales. Dijo usted que habrá que ir aprendiendo, que no hay otra vía para caminar por vías democráticas.
Es por ello que le trasladamos hoy una petición nítida y concreta: paralice el proyecto de Tren de Alta Velocidad y tome las medidas necesarias para que pueda darse la información y participación que la sociedad está demandando. Sería por su parte una decisión ejemplar, que sin duda abriría un nuevo tiempo y un nuevo modo de entender la política. Tras un amplio proceso de debate, de contraste de puntos de vista, de transmisión de información a la ciudadanía, de transparencia … en este tema, consultar a la ciudadanía serviría para darle la voz y la palabra, serviría para poner fin a un conflicto social, explorar vías de consenso y buscar una solución coherente, sostenible y participada.