El nuevo impuesto beneficiará a las 100 mayores compañías con una rebaja del pago real de 4 puntos sobre el tipo actual efectivo. Las más pequeñas también ganan. Las que verán con menos optimismo el cambio serán las de tamaño medio. La reforma del Impuesto sobre Sociedades sentará bien a los gigantes empresariales españoles. En […]
El nuevo impuesto beneficiará a las 100 mayores compañías con una rebaja del pago real de 4 puntos sobre el tipo actual efectivo. Las más pequeñas también ganan. Las que verán con menos optimismo el cambio serán las de tamaño medio.
La reforma del Impuesto sobre Sociedades sentará bien a los gigantes empresariales españoles. En contra de la interpretación inicialmente realizada en algunos círculos empresariales, lo cierto es que las cien mayores compañías españolas obtendrán una reducción en su pago fiscal efectivo de cerca de cuatro puntos, con lo que su factura real por el Impuesto sobre Sociedades quedará por debajo del 22%.
La reforma que acaba de lanzar el Ministerio de Economía y Hacienda supondrá la reducción del tipo tributario plasmado en la tarifa del Impuesto sobre Sociedades desde el 35% actual hasta el 30% para las grandes empresas, y del 30% al 25% para las pymes. Pero la rebaja no se hará de golpe: se irá reduciendo un punto por año a partir del 1 de enero de 2007, de forma que el descenso no se materializará en su totalidad hasta 2011. Además, existe otra matización de gran importancia: se eliminarán la totalidad de las deducciones fiscales de las compañías, con una sola excepción: las deducciones por doble imposición internacional, que son, precisamente, las que benefician de forma más clara a las compañías de mayor tamaño y, lógicamente, con más negocio en el exterior.
Aplicación de la reforma
Los últimos datos oficiales recabados por el Ministerio en sus memorias reflejan como, pese a la eliminación de las deducciones, lo cierto es que la aplicación práctica de la reforma al negocio de las cien mayores empresas hará que su tipo efectivo (el impuesto realmente pagado a Hacienda a cierre de año, una vez descontadas las posibles desgravaciones) vaya a situarse en 2007 (el primer año de la reforma, en torno al 22%, para acabar en 2011 (cuando finalice la rebaja), entre el 17% y el 18%. El análisis de los datos del Ministerio arroja más conclusiones. Cerca de un 10% de las empresas españolas declara a Hacienda cada año que cierra el ejercicio en pérdidas. Debido a que el Impuesto de Sociedades es un tributo que se cobra solamente cuando se tienen beneficios, todo este bloque de compañías no llegará a notar la reforma.
El siguiente bloque de empresas en el mapa español son las denominadas pequeñas empresas, que ocupan más del 80% del tejido total y se benefician del tipo reducido en el Impuesto sobre Sociedades (actualmente en el 30% y que quedará en el 25% al término de la reforma fiscal). Para ellas, las rebaja será prácticamente neta, siempre que no se centren en exceso en actividades de I+D+i, ni cuenten con fuertes reinversiones (casos que no suelen ser habituales debido al tipo de actividad que realizan, por lo general, más interna y centrada en negocios minoristas). El tercer bloque sería el de las empresas de tamaño medio, un grupo en el que aparecen compañías con un tamaño cercano a los 500 empleados y que sí realizan actividades de internacionalización, investigación, y cuentan con importantes operaciones de reinversión por plusvalías. Este es el grupo que menos puede ganar con la reforma del Gobierno, e incluso, que puede llegar a perder debido a que desaparecen las deducciones p or reinversión, la de I+D+i y la de desarrollo en países extranjeros.
El grupo final sería el de las mayores compañías españolas, el de aquellas que facturan más de 1.000 millones de euros al año, según la clasificación barajada por Hacienda. A este grupo sólo pertenecen 125 compañías, y en él se encuentra un grupo de directivos que acogerán con optimismo la reforma del Impuesto sobre Sociedades debido a que rebajará su pago real a Hacienda en cerca de cuatro puntos netos. La explicación es contundente: estas 125 empresas, ellas solas, aplican deducciones anuales por doble imposición internacional por valor de 2.500 millones de euros, debido a que cuentan ya con fuertes flujos de ingresos procedentes de su actividad exterior. Además, el peso del resto de sus deducciones cae sensiblemente: la suma de los demás incentivos se limitó a 200 millones de euros, según los últimos datos consolidados de Hacienda. Con todo ello, el resultado global de la reforma fiscal en el mapa empresarial será el de reducir el tipo medio efectivo en torno a tres puntos, situándose -dependiendo del contexto económico- entre el 24% y el 22% el pago medio de las empresas a Hacienda.