Cuando faltaba un minuto para que finalizara la sesión de la Legislatura del Estado de Nueva York, ambas leyes, el «Acta de Seguridad para Hijos-Padres», nombre que se le dio a la Ley que pretendía legalizar el alquiler de vientres y la Ley que pretendía descriminalizar la Prostitución (a todos los actores, incluyendo tratantes, proxenetas, etc.), y no sólo a las personas que se encuentran en situación de prostitución, fueron derrotadas y no lograron la votación necesaria para ser aprobadas.
El cabildeo en torno a cada uno de estos proyectos de ley difería en que las compañeras abolicionistas feministas en Nueva York empezaron a visitar colectivamente a más de cuatro docenas de legisladores, tan pronto como se publicó la iniciativa para la descriminalización total de la industria del sexo. En esas visitas que realizaron, educaron a los legisladores sobre los daños de la prostitución y cómo la despenalización total del comercio sexual legalizaría esos daños. Desde el momento en que los patrocinadores de este proyecto de Ley lo presentaron oficialmente, estaba «muerto», afortunadamente. Un factor muy importante fue la movilización de las sobrevivientes y la determinación y coraje con el que hicieron oír sus voces.
El proyecto de ley eliminaba todas las sanciones de las disposiciones sobre prostitución del código penal, incluida la compra de sexo, el proxenetismo, la administración y operación de burdeles, la explotación de agencias de turismo sexual y también reducía significativamente las herramientas que permitían el enjuiciamiento de la trata con propósitos de explotación sexual. Una breve descripción general del contenido del proyecto de ley, se resume de la siguiente manera:
Este Proyecto de Ley establecía la total descriminalización del comercio sexual, lo que no sólo exentaría a los proxenetas y tratantes de responder ante la ley, sino que también convertía al Estado de Nueva York como otro beneficiario de la explotación sexual comercial. Y esto estaba previsto así, porque el estado legalizaría cada establecimiento comercial donde se ofrecería sexo comercial, desde los salones de masajes, hoy ilegales, hasta los burdeles, a través de estandarizar requisitos de sus licencias de operación, hasta el pago de impuestos, lo que haría que el Estado de Nueva York se convirtiera en un estado proxeneta, beneficiario del comercio sexual.
Este Proyecto de Ley establecía la total descriminalización del comercio sexual
Lo que estas empresas hubieran vendido a los compradores de sexo, si se hubiera establecido su registro legal en el Estado de Nueva York, son las mujeres pobres y trans, especialmente de color, nacidas en Estados Unidos y mujeres migrantes en situación indocumentada. Quienes las hubieran comprado son hombres con ingresos disponibles que buscan de una manera deshumanizada ejercer poder y control sobre las personas que carecen de opciones reales en la vida digna.
El proyecto de ley también derogaba la disposición sobre «promoción de la prostitución» (proxenetismo), la disposición más eficaz que utilizan los fiscales para juzgar casos de trata con propósitos de explotación sexual doméstico o interno. De hecho, esta provisión ha sido clave para todos los procesos exitosos de trata con propósitos de explotación sexual en el estado de Nueva York. Este proyecto de ley intentaba nulificar las leyes contra la trata sexual del estado de Nueva York anulándolas totalmente.
cualquier ley que elimine las sanciones de los compradores de sexo de paga o puteros sólo permitiría que el comercio sexual se expandiera aún más
La eliminación de los antecedentes penales por delitos relacionados con la prostitución cometidos por personas explotadas en el comercio sexual es una parte clave para garantizar que puedan reconstruir sus vidas. Sin embargo, este proyecto de ley también postulaba extender el eliminación de antecedentes penales a cualquier persona condenada bajo las leyes estatales vigentes involucrados en delitos relacionados con la prostitución. El efecto hubiera sido que los tratantes sexuales domésticos, que son condenados por promover la prostitución a nivel estatal y local, podrían solicitar fácilmente que se borraran sus antecedentes penales.
La eliminación de los antecedentes penales por delitos relacionados con la prostitución cometidos por personas explotadas en el comercio sexual es una parte clave para garantizar que puedan reconstruir sus vidas.
El comercio sexual, incluida la prostitución, es donde ocurre la trata con propósitos de explotación sexual. Es el destino final al que los tratantes y proxenetas sexuales llevan a las víctimas. Por cierto, se estima que 20,000 mujeres y niñas mexicanas son llevadas cada año al mercado sexual de los Estados Unidos, muchas de ellas al Estado de Nueva York. Cada dólar ganado por los tratantes y explotadores sexuales comerciales proviene de las personas que compran actos sexuales, los compradores de sexo de paga o puteros. Por lo tanto, cualquier ley que elimine las sanciones de los compradores de sexo de paga o puteros sólo permitiría que el comercio sexual se expandiera aún más en Nueva York, como lo ha hecho en Alemania, los Países Bajos, Nueva Zelanda y otros países que han legalizado o despenalizado completamente la prostitución.
Reconocemos y agradecemos al equipo de la Coalición en Nueva York, a Melanie Thompson, que en esta batalla lo dieron todo, así como al brillante equipo de guerreras del Santuario para Familias, Ane Mathieson, Alexi Meyers y Becca Zipkin, pero especialmente a las líderes de sobrevivientes que pusieron sus corazones y toda su energía para lograr derrotar esta iniciativa de Ley.
El proyecto de ley de alquiler de vientres fue un desafío totalmente diferente, en el que Gobernador Andrew Cuomo, había prometido a la comunidad LGBT+ que él cumpliría con la aprobación de la ley para el 50 aniversario de Stonewall (el primer levantamiento LGBT en Nueva York). Además, la ley habría sido uno de sus principales «entregables» en las ceremonias de apertura del Desfile del Orgullo Gay en Nueva York, celebrado ayer.
No pasó un solo día sin que él ensalzara las virtudes de la gestación subrogada comercial en la prensa y cuando se dio cuenta de que algunas Asambleístas Mujeres con mayor antigüedad se oponían (con el apoyo de la Coalición Internacional), las denostó públicamente, llamándolas (junto con Gloria Steinem), «insensibles», » homofóbicas» (a pesar de que 2 de los 3 legisladoras más importantes que se oponían son lesbianas), mujeres de otra generación que no entienden la agencia y el consentimiento, y muchos otros comentarios sexistas y descalificaciones por su edad. La política es política, dijeron que una vez que el gobernador presiona por un proyecto de ley, sólo un milagro puede evitar que se convierta en ley.
el que Gobernador Andrew Cuomo, había prometido a la comunidad LGBT+ que él cumpliría con la aprobación de la ley para el 50 aniversario de Stonewall
Un equipo pequeño, pero efectivo, golpeó tan fuerte como pudimos. Dorchen Leidholdt lideró el equipo y se beneficiaron de un impulso fenomenal de NOW Nacional con su declaración oponiéndose a esta Ley, lo que agradecemos a Sonia Ossorio, Twiss Buttler y Jan Erickson y nadie fue más implacable que Gloria Steinem. El lunes, cuando nos reunimos con el personal de alto nivel del Gobernador, la generalmente tranquila e impecable Gloria Steinem le gritó al Consejo General que «el Gobernador mejor rece para que el proyecto de ley no se apruebe, porque le juró que sería el motivo que aniquilaría su carrera política. Así que dile que es mejor que ore». Funcionó.
Aunque nos sentimos profundamente aliviadas por estos resultados, las abolicionistas de Nueva York y de todo el mundo, sabemos que será una celebración corta, ganamos una batalla y no la guerra. Estas leyes, que resultarían un precedente muy negativo para todos nuestros países, volverán a revivirse en enero próximo, cuando reinicie el periodo legislativo, por lo que, en Nueva York, tenemos que prepararnos desde ahora y hasta diciembre, cuando empiece la nueva embestida.
El resultado obtenido no es sólo otra inevitable derrota de un proyecto de ley de gestación subrogada comercial o alquiler de vientres, en realidad lo que está en juego es el modelo de igualdad en Nueva York. Escuchamos que Massachusetts también está trabajando hacia el Modelo de Igualdad, así que veamos qué estado se convierte en el primero en los Estados Unidos en promulgarlo. ¡La carrera ya empezó!
La misoginia es profunda y desmontarla, a menudo, parece insuperable, pero, esa noche, sus alas fueron atadas, organicémonos para su derrota definitiva en Nueva York, en España, en México y en todo el mundo.
En sororidad con todas y en memoria de todas las mujeres que perecieron por donaciones de óvulos, vientres de alquiler y en la prostitución.