Apenas se tuvo conocimiento de que los gobiernos de España y Cuba celebrarían ayer 18 de febrero, en Madrid, el cuarto encuentro del mecanismo de diálogo sobre derechos humanos creado anteriormente durante la visita del ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, a Cuba en abril del 2007, se montó un escandaloso tinglado mediático […]
Apenas se tuvo conocimiento de que los gobiernos de España y Cuba celebrarían ayer 18 de febrero, en Madrid, el cuarto encuentro del mecanismo de diálogo sobre derechos humanos creado anteriormente durante la visita del ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, a Cuba en abril del 2007, se montó un escandaloso tinglado mediático con la intención de sabotearlo y desatar una histérica ofensiva ideológica contra Cuba, de la que no escapaba tampoco el actual gobierno español, como consecuencia de dar pasos serios con respecto a la eliminación de la obsoleta y añeja Posición Común dentro de la Unión Europea.
Uno de los primeros en reaccionar airadamente fue el autotitulado Comité Cubano Pro Derechos Humanos, quien emitió una misiva dirigida al gobierno español, firmada por reconocidos contrarrevolucionarios como Ricardo Bofill, presidente del Comité en Miami, Óscar Peña, su vicepresidente, y José M. de la Hoz, director de Relaciones Internacionales del mismo. Sin tapujos, trataron de presionar a España para que endureciera sus posiciones con respecto a supuestas violaciones a los derechos humanos en la Isla y evitar la inexistente «feroz represión'» que padecen los cubanos.
El propósito era claro: por un lado, resaltaba el oportunismo político de Boffill y su camada de contrarrevolucionarios profesionales, encaminado a obtener fondos financieros de una administración que está recortando, al menos públicamente, la asignación de ayuda a una ya casi desaparecida opción sobre una imaginaria y cada vez más imposible Transición en Cuba. Por otro lado, siguiendo el ritmo de la ultraderecha internacional y de la mafia miamense, se pretendió enrarecer el ambiente de las conversaciones entre Cuba y España, teniendo en cuenta que dicha carta salió a luz pública solo unas horas antes de la realización de dicho encuentro.
Sobre España, se pretendió ejercer todo tipo de presiones, sobre todo sabiéndose que pronto asumirá la presidencia de la UE y que ésta pretende replantearse la Posición Común, adoptada en 1996, y que condiciona las relaciones de Europa hacia Cuba, convertido en instrumento inoperante, añejo, burdo y tan falaz como las propias leyes que sustentan el bloqueo norteamericano contra la Isla.
Previo al encuentro entre las autoridades españolas y cubanas, se celebró en Madrid, el pasado 17 de febrero, un seminario que contó con la presencia de varias ONG de ambos países, expertos en leyes y otras autoridades, con la finalidad de analizar la situación de los derechos humanos en Cuba y el sistema legal y penal cubanos, sobre la base de una discusión abierta y seria. Estuvieron presentes en el seminario Amnistía Internacional, la Asociación de Amistad Hispano Cubana «Bartolomé de las Casas», la Asociación Española de Defensa de los DDHH, la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad de Alcalá, las que fueron infundiosamente detractadas como partidarias del régimen castrista.
La sabia decisión de los organizadores de excluir del seminario a grupos de probadas posiciones anticubanas como a la representación en España del propio Comité Cubano Pro Derechos Humanos, de Cuba Democracia Ya, de la ONG Solidaridad Española con Cuba y muchos otros grupos europeos de enconada oposición ideológica a la Revolución, detractores por encargo al servicio de la Casa Blanca y de partidos conservadores europeos, hizo a estos levantar de inmediato fuertes e histéricos ataques contra el encuentro.
La plataforma Cuba Democracia Ya, fue una las primeras en lamentar su exclusión del seminario y del posterior encuentro entre las dos partes, acusando al gobierno español de contubernio con Cuba y de dar la espalda a los «disidentes». España, según ellos, los «deja desnudos y amordazados». Y para completar su desencanto rayano en la histeria, montaron un show mediático frente a la sede de la UE en Madrid, en el Paseo de la Castellana Nro. 46: un desvergonzado miembro de Cuba Democracia Ya, César Alexander Cozar Rivera, sin pudor alguno, posó ayer desnudo y encadenado, en esa céntrica calle madrileña, para protestar por la exclusión de su grupo en los encuentros.
De La Plataforma Internacional Cuba Democracia Ya, no podría esperarse otra cosa. Dirigidos por Rigoberto Luis Carceller Ibarra, con sede en el Paseo del Polideportivo, 20. CP: 28032, en Madrid, se proclaman como una organización no violenta, cuando en más de una oportunidad se han comprobado sus vínculos con agentes de la CIA y con terroristas de origen cubano radicados en Madrid y en Miami, como es el caso de Carlos Alberto Montaner, Orlando Gutiérrez Boronat, Francisco José Hernández Calvo, Luis Zúñiga Rey, entre otros. Por tal motivo, su divisa de que: » RECHAZAMOS RADICALMENTE TODOS LOS TERRORISMOS Y CUALQUIER TIPO DE VÍNCULO CON ENTIDADES RADICALES O PROHIBIDAS POR LA JUSTICIA » es pura mentira.
Otro de los grupúsculos anticubanos radicados en España, la ONG Solidaridad Española con Cuba, se dolió también de ser excluida en el seminario. Sin ambages, declaró en un comunicado, emitido en Madrid, el propio 17 de febrero: «(no se ha invitado ni a ONG cubanas realmente independientes, ni a representantes de la sociedad civil cubana que viven en España, ni a ONG españolas que promueven específicamente el respeto a los Derechos Humanos y la transición pacífica a la democracia en Cuba».
Esta ONG, Solidaridad Española con Cuba (SEC), se ha dedicado sistemáticamente a difamar a la realidad cubana, apoyando a los grupos de la contrarrevolución interna dentro de la Isla, como es el caso de las Damas de Blanco, de quienes lanzó la cuarta edición de un calendario denominado las «Damas de Blanco 2010», el pasado 9 de febrero, en versión de pared y de mesa.
Fundada en abril del 2005, ha promovido campañas de corte difamatorio como la denominada «Viajes solidarios a Cuba«.
El propósito queda claro con solo leer una parte de su convocatoria a estos viajes: «Cuando realices tu viaje, piensa que más allá de las espectaculares playas, de los hoteles de lujo y de las interminables tardes de sol, Cuba ofrece otra realidad bien distinta y desconocida. A pocos metros de los lugares más visitados por los viajeros hay personas que sufren por una causa justa y noble. La mayoría de estos viajeros pasan con frecuencia a su lado y no las ven ni saben que existen. Estas personas merecen tu apoyo».
«Desde la ONG Solidaridad Española con Cuba te proponemos que le añadas a tu viaje a Cuba un componente solidario, responsable y democrático. Que aproveches tu viaje a Cuba para hacer algo por el presente y el futuro del pueblo cubano. Que en tus maletas, además de la toalla y el traje de baño, lleves solidaridad, democracia y certeza de que una transición pacífica a la democracia, desde Cuba y por cubanos, es posible y deseable. Ese será la mejor forma de llevar a cabo tu viaje a Cuba.»
La implícita arenga de esta supuesta ONG convoca abiertamente al apoyo a la contrarrevolución interna, a involucrarse en la violación del sistema institucional cubano y a la promoción de la transición capitalista en la Isla.
Unos días antes, el 27 de enero de 2010, Solidaridad Española con Cuba se hizo eco de las diatribas contenidas en el Informe Anual de grupúsculos contrarrevolucionarios dentro de la Isla, sobre inventadas violaciones de los derechos humanos en Cuba durante el año 2009, como el autotitulado Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba (CRDHC) y la mentirosa Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
Sin cesar sus campañas anticubanas, la ONG española distribuyó el pasado 2 de febrero un calendario a favor de otro grupo contrarrevolucionario: las integrantes de la sección cubana de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales -FLAMUR Cuba 2010-. Sin vacilar, se han adherido a campañas promovidas contra Cuba por organizaciones radicadas en Miami como MAR por Cuba y el Directorio Democrático Cubano, como es el caso de la campaña Con la Misma Moneda.
¿Quiénes están detrás de esta maniobra anticubana?
Los ataques al encuentro bilateral entre Cuba y España, así como las posiciones ibéricas de abogar por la abolición de la Posición Común a través de su próxima presidencia de la UE, son parte de la guerra ideológica contra la Isla.
A esta guerra sin cuartel, basada en la mentira y la difamación, las falsas acusaciones y oscuras intenciones, capitaneada por la ultraderecha norteamericana, las fuerzas conservadoras de Europa y la mafia terrorista de Miami, se han sumado varios grupúsculos contrarrevolucionarios en el exterior, y dentro de Cuba, financiados por el Departamento de Estado, la CIA, la USAID, la NED, el IRI, el NID y varios gobiernos y poderosos partidos europeos.
Este complejo tinglado de financiadores de la contrarrevolución interna, quienes dictan sus pasos a seguir y se encargan a sobredimensionar a una supuesta oposición en Cuba, tiene muchos rostros: el Comité Internacional por la Democracia en Cuba, la Fundación Andrei Sajarov, la Sociedad Internacional para los Derechos Humanos de Alemania, Pax Christi de Holanda, la Plataforma Europea para la Democracia y los Derechos Humanos en Cuba, Fundación Konrad Adenauer y Fundación H. Boll, el Proyecto de Estudios sobre la Democracia de la Universidad Friedrich Hayek, de Alemania; Amnistía Internacional y el Pen Club, de Gran Bretaña; France Liberté, la Federación de Ligas de los Derechos Humanos y Reporteros Sin Fronteras, de Francia; el FAES, la Fundación Hispano Cubana (FHC), Justicia y Paz, de España; el Comité Italiano por los Derechos Humanos en Cuba, de Italia; Diakonia, de Suecia; Solidaridad y Glasnost en Cuba, de Holanda, entre tantos.
Varios contrarrevolucionarios, oportunistas, anticomunistas y derechistas han apoyado sistemáticamente tanto al Partido Pro Derechos Humanos y al Comité Cubano Pro Derechos Humanos de Cuba, así como a otros grupúsculos internos dentro de la Isla, promoviendo campañas para financiarlos y convirtiéndose en dudosos guías programáticos, entre los que se cuentan Vaclav Havel, Erik Laan, Lech Walesa, Carlos Alberto Montaner, Laura Gonzales, Adam Michnick, Yuri Orlov, Elena Bonner, José María Aznar, Esperanza Aguirre, Madeleine Albright (EEUU); Patricio Aylwin (Chile); Violeta Barrios de Chamorro (Nicaragua) y Mario Vargas Llosa (Perú), entre otros.
La cifra de grupúsculos y oportunistas irá creciendo, sin lugar a dudas, cuando saben que el negocio de la contrarrevolución ofrece pingües y permanentes dividendos, y cuando nuevas fuentes de financiamiento irán surgiendo en América Latina, con la aparición de nuevos gobiernos de derecha en México, Panamá, Chile, Perú, Honduras y Colombia. La guerra contra Cuba no cesará.
Balance del encuentro entre España y Cuba
La reunión bilateral, que se desarrolló en un ambiente de respeto mutuo, realizada por los gobiernos de España y Cuba en el día de ayer representó, sin lugar a dudas, un intercambio franco entre ambas naciones y un paso favorable a la eliminación de diferencias que subsisten entre sus posiciones políticas y con respecto al controvertido tema de los derechos humanos. Fue también un duro golpe a quienes intentaron sabotearla o viciarla.
Por la parte española estuvieron presentes los directores generales de Política Exterior, Alfonso Lucini; para Iberoamérica, Juan Carlos Sánchez; y de Naciones Unidas, Asuntos Globales y Derechos Humanos, Jorge Domecq, en representación del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. La parte cubana estuvo representada por la Directora de Asuntos Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Anayansi Rodríguez Camejo; Alejandro González Galiano, embajador de Cuba en España, José Luis Toledo, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Asamblea Nacional y decano de la Facultad de Derecho de La Habana; y por el Vice Fiscal General de la República de Cuba, Rafael Pino Bécker.
Según un despacho de Prensa Latina «ambos países evaluaron su participación y cooperación con los organismos de Naciones Unidas sobre la materia e hicieron una valoración del funcionamiento del Consejo de Derechos Humanos, incluido su mecanismo de examen periódico universal.» (…) «Pasaron revista, además, al cumplimiento de los tratados internacionales jurídicamente vinculantes, de los que ambos países son estados parte, como las convenciones contra la tortura, contra la discriminación racial y de la mujer».
El nock out propinado por los gobiernos de España y Cuba a quienes trataron a toda costa de sabotear las conversaciones entre ambas naciones, fue poderoso. Pero se dio un paso de avance, lógico y esperado cuando se conversa de buena fe: se acordó realizar un quinto encuentro en la Habana en el 2011. Por tanto, las puertas abiertas, basadas en el respeto mutuo y la discusión franca, deben seguir abiertas de ahora en adelante.
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