Colectivos LGTB denuncian varios casos de violencia contra lesbianas, gays, transexuales y bisexuales en torno a las masivas celebraciones del 28 de junio, Día del Orgullo. Madrid fue escenario, el pasado 30 de junio, de una de las manifestaciones más masivas -cerca de 1.500.000 personas- de los últimos años: la marcha del Orgullo Europeo. Los […]
Colectivos LGTB denuncian varios casos de violencia contra lesbianas, gays, transexuales y bisexuales en torno a las masivas celebraciones del 28 de junio, Día del Orgullo.
Madrid fue escenario, el pasado 30 de junio, de una de las manifestaciones más masivas -cerca de 1.500.000 personas- de los últimos años: la marcha del Orgullo Europeo. Los ecos del Europride todavía perduran.
La disputa entre algunos de los colectivos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) organizadores del evento y el grupo empresarial que ha registrado la marca Europride sigue abierto. El Europride es una convocatoria gestionada desde 1992 por la Asociación Europea de Organización del Orgullo (EPOA, en sus siglas inglesas) que reúne a 30 grupos empresariales y asociaciones. Bajo el nombre de Europride, EPOA elige anualmente una ciudad europea para acoger diversas actividades LGTB en torno al 28 de junio. Junto a la organización del ‘desfile’ y otros actos públicos, el Europride aporta pingües beneficios derivados de la masiva afluencia. EPOA no había registrado la marca ‘Europride’ en el Estado español, lo que posibilitó que Miguel Ángel Flores Gómez, del grupo empresarial FSM Group, se hiciera con los derechos de explotación del nombre (ver DIAGONAL 48).
Aunque los colectivos LGTB dejaron de utilizar el término Europride, el FSM Group solicitó medidas cautelares ante un juzgado contra el Colectivo Gay de Madrid (COGAM) y otras entidades organizadoras del Orgullo Europeo. El juzgado de lo Mercantil nº 1 de Madrid desestimó el pasado 16 de mayo la petición de la empresa. La sentencia recoge la «mala fe» mostrada por ésta y reconoce el derecho de los demandados al uso del término para las actividades propias de un movimiento social. El proceso judicial sigue abierto y la denuncia del FSM Group contra COGAM y otras entidades no ha sido retirada. Durante el desfile del Orgullo Europeo de Madrid, colectivos LGTB, unidos en el llamado Bloque Alternativo (BA) «como alternativa a los festejos comerciales del Europride», realizaron una acción en el marco de la Semana de Lucha Social de Rompamos el Silencio (ver páginas 12 y 13), interrumpiendo el paso de la carroza de la marca Infinitamente Gay con una sentada y grandes pancartas con el lema «Nuestros derechos no son negocio».
El BA señalaba así a Infinitamente Gay, rama de la empresa FSM Group, que había recurrido a un subterfugio para estar presente en la Marcha. Tras los enfrentamientos con las organizaciones convocantes, FSM Group no había solicitado autorización para participar en el desfile de carrozas del Orgullo. En su lugar, la empresa registró su carroza publicitaria a nombre del grupo musical Fangoria. «Dicha carroza fue el objeto central de nuestra acción directa de denuncia pacífica», señalan miembros del BA y de Rompamos el Silencio, quienes añaden que no ha habido reacción oficial por parte de COGAM ni de la Federación Estatal LGTB hacia dicha acción, «más allá de algunas manipulaciones informativas e insultos poco argumentados en webs y blogs afines a la organización del Orgullo, creemos que por celos».
Miembros del BA, cuya comitiva congregó a millar y medio de manifestantes en el Orgullo, señalan sin embargo que las agresiones producidas esos días empañan la muy positiva valoración y repercusión de las actividades del Bloque. Un joven fue agredido en la Plaza de Lavapiés el 30 de junio, cuando se dirigía a la cercana Gran Paella Rosa Anticapitalista organizada por el BA. Los agresores, que han sido identificados por el BA como «personas habituales en la plaza», produjeron contusiones de consideración al joven. «Junto a esta agresión a un simpatizante nuestro, hemos de sumar la grave paliza sufrida ese mismo día por un gay colombiano en Chueca que sufrió politraumatismos y aturdimiento, y posteriormente fue desatendido por los servicios de Samur», señala Ismael Galve, del BA.
Muertes homófobas
Las agresiones que se produjeron en Madrid en torno a las celebraciones del Orgullo no fueron sucesos aislados, afirma Ismael Galve, activista LGTB. Pero «más graves fueron dos casos ocurridos en los días previos: el asesinato de un gay de avanzada edad en Tarragona cuando intentó ligar con un chico, el cual le golpeó hasta provocarle la muerte; o el asesinato de una mujer en Murcia a manos de su ex marido cuando ella entabló una relación estable con otra mujer. Estos casos nos recuerdan la triste vigencia del odio a la libertad sexual».