Las bases de la izquierda abertzale han concluido su debate reiterando su apuesta por el uso de «medios exclusivamente políticos y democráticos» para la consecución de un marco en el que todas las opciones puedan materializarse en igualdad de condiciones. Y ven necesario tener «una formación legal para la intervención político institucional». Texto íntegro de […]
Las bases de la izquierda abertzale han concluido su debate reiterando su apuesta por el uso de «medios exclusivamente políticos y democráticos» para la consecución de un marco en el que todas las opciones puedan materializarse en igualdad de condiciones. Y ven necesario tener «una formación legal para la intervención político institucional».
Objetivo: «Alcanzar un marco democrático en el que todos los proyectos políticos, incluido el de los independentistas, puedan ser materializados».
Reto: «Poner en marcha una nueva estrategia basada en la acumulación de fuerzas creciente y la activación popular que lleve la confrontación al terreno político, que es donde los estados son más débiles». «Corresponde a toda la izquierda abertzale alimentar las condiciones para que esto pueda desarrollarse con fortaleza».
Instrumentos: «Únicamente la lucha de masas, la lucha institucional y la lucha ideológica», buscando «modificar la correlación de fuerzas y también el apoyo internacional». Es decir, «utilización de vías y medios exclusivamente políticos y democráticos».
Evidencia: «Para avanzar en esta apuesta política, en el futuro la izquierda abertzale deberá disponer de una formación legal para la intervención político institucional, así como para participar en la mesa de partidos donde se logre el acuerdo político resolutivo».
De esta forma puede resumirse la resolución «Zutik Euskal Herria» que concluye el debate abierto hace meses por la izquierda abertzale. Según una nota de prensa hecha pública ayer, el pasado fin de semana se reunieron las asambleas territoriales de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, en las que participaron cerca de 600 militantes independentistas en representación de los más de 270 pueblos en los que se han realizado asambleas locales.
Junto a la aprobación de esta resolución, en las asambleas territoriales se ha definido la planificación política para los próximos meses. Según se señala, «las principales líneas de trabajo consisten en sumar fuerzas en favor de la independencia y la soberanía, en fortalecer las dinámicas en favor de las libertades democráticas y de los presos y presas, en proyectar los instrumentos e iniciativas que desarrollen el proceso democrático -en concreto, para impulsar la negociación política-, y en diseñar el camino para fortalecer la propia izquierda abertzale». Decisión unilateral a largo plazo
A lo largo de su debate, la izquierda abertzale ha llegado a la conclusión de que, después de 50 años de lucha y «de haber logrado frenar la operación de asimilación de Euskal Herria diseñada tras la muerte de Franco», se dan las condiciones nacionales e internacionales para optar a la constitución de un estado vasco.
Se reconoce que «no ha sido un camino fácil. El sufrimiento ha sido la terrible consecuencia de este largo ciclo de conflicto político y confrontación armada», fruto de «la negación de los derechos de Euskal Herria».
Pero ahora que se dan las condiciones para «alcanzar un escenario democrático», la izquierda abertzale «da su palabra de que no dejará que se pierda la esperanza». Además, asegura que «puede confirmar que otros agentes, tanto en Euskal Herria como en el ámbito internacional, están dispuestos a realizar junto con nosotros y nosotras este camino».
En resumen, «la fase política a la que se dirige Euskal Herria es la fase del cambio político, por medio del proceso democrático. Es decir, una vez creadas las condiciones del cambio, llega la hora de realizarlo». «La clave -señalan- reside en concretar la estrategia eficaz que, aprovechando esas condiciones, materialice dicho cambio».
En la resolución final se reitera que «tal y como se afirmó en la Declaración de Altsasu, iniciar el proceso democrático supone una decisión unilateral de la Izquierda Abertzale. Pese a los altibajos y superando los problemas que se presenten, el proceso democrático constituirá un reto que deberá mantenerse en el tiempo. Para su desarrollo se buscarán acuerdos bilaterales o multilaterales con los agentes políticos vascos y con la comunidad internacional. Así como con los estados para alcanzar la resolución del conflicto».
Tres estaciones
Las conclusiones de la izquierda abertzale definen el proceso democrático como algo dinámico y prevén tres estaciones que serían el establecimiento de unos mínimos basados en la igualdad de oportunidades entre todos los partidos, para que se pueda alcanzar un acuerdo que después debería materializarse en un marco democrático. El motor de todo el proceso sería siempre «la voluntad popular».
Una vez asentada la base de un escenario democrático, la izquierda abertzale apunta que plantearía «crear una autonomía conformada por los cuatro territorios de Hego Euskal Herria y con derecho a decidir» y, «del mismo modo, articular una autonomía con los tres territorios de Ipar Euskal Herria».
Toda actuación, para sumar
Las bases de la izquierda abertzale sostienen que «estamos comenzando una nueva fase, y ello exige nuevas estrategias e instrumentos. Para llevar a cabo el cambio resulta imprescindible posibilitar una acumulación de fuerzas creciente». Y se ha decidido que «todas las formas de actuación» deben situarse al servicio de ese objetivo.
En la nota hecha pública ayer se indica que «nos reiteramos en el compromiso con el uso de vías y medios exclusivamente políticos y democráticos. Son dichos medios los que hacen posible la necesaria activación popular y la unidad de acción de las fuerzas democráticas y progresistas del país, garantía, motor y eje de tracción de la apertura y avance del proceso democrático. Proceso democrático que debe desarrollarse en ausencia total de violencia y sin injerencias, rigiéndose el diálogo y la negociación entre las fuerzas políticas por los principios del Senador mitchell».
Y en la resolución se concreta que «nadie podrá utilizar la fuerza o amenazar con su uso para influenciar en el curso o el resultado de las negociaciones multipartitas, así como para tratar de modificar el acuerdo que nazca de las mismas».
Nueva referencia legal
Las bases de la izquierda abertzale constatan que para desarrollar este proceso en igualdad de condiciones y para poder participar en una mesa de partidos precisan de una formación política legal.
Y apuntan que «le corresponderá a dicha formación, sea cual sea su nombre y estructura legal, ser la referencia de todos los independentistas y socialistas de Euskal Herria en la práctica política, de masas, ideológica e institucional a desarrollar en el proceso democrático».