La profundización de la crisis política y económica promete un verano más caliente de lo normal. Con la vista puesta en la marcha interestatal del 23 de julio, las asambleas locales del 15M definen sus movimientos. El 19J, las casualidades quisieron que el símbolo Sol volviera a funcionar como altavoz de la protesta. La convocatoria […]
La profundización de la crisis política y económica promete un verano más caliente de lo normal. Con la vista puesta en la marcha interestatal del 23 de julio, las asambleas locales del 15M definen sus movimientos.
El 19J, las casualidades quisieron que el símbolo Sol volviera a funcionar como altavoz de la protesta. La convocatoria recogía el testigo de una llamada del sindicalismo alternativo y las asambleas de parados madrileñas, lanzada antes del 15 de mayo, que podría haber aspirado a juntar a 5.000 personas. La marcha «contra el capital y la crisis» puso la cita y la hora, y dio forma al concepto de «columnas desde los barrios» para interactuar con unos vecindarios que, esta vez, sí estaban allí.
Pero el aspecto, el contenido y la trascendencia de la marcha iban a ser muy otros. El 15M, a través de sus redes interestatales, asambleas barriales y acampadas la hizo suya para convertirla en una marcha más abierta contra el Pacto del Euro. La mañana del 19J en Madrid no sólo vio multiplicarse la asistencia, sino reducirse hasta lo anecdótico las banderas de partidos y sindicatos a las que se aferró durante toda la mañana la cadena ultraconservadora Intereconomía para hacer pasar la marcha por una manifestación de la extrema izquierda.
El éxito y el carácter de la convocatoria salió reflejado en todas las redes y en los informativos dominicales, a punto para ser replicados por la tarde en otras 60 ciudades del Estado español. La jornada sirvió así de trampolín para las iniciativas que se están desplegando ya en los diferentes territorios.
Valencia: El punto de inicio de las marchas hacia Madrid
«Para el 19J esperábamos 20.000 personas en nuestros cálculos más optimistas. A la manifestación más grande del No a la guerra fueron 40.000, así que ahora estamos flipando», cuenta Juan Bordera, en ruta desde la acampada hasta la primera parada de la marcha popular en la localidad de Beniparrell.
Cerca de 80.000 personas acudieron a la manifestación del 19J con el lema «El futur es nostre». Como en otros puntos donde las cargas policiales y la presión de un sector de los medios ha sido más fuerte, en Valencia ambas estrategias han tenido un efecto boomerang.
De hecho, ésta es la única entre las cinco capitales más pobladas que mantiene la acampada en el centro de la ciudad en la fecha del cierre de este número.
Alrededor de 150 personas seguían durmiendo en la plaza del Ajuntament, rebautizada por el movimiento como plaza del 15 de mayo. No obstante, como en otras ciudades, la protesta se ha ido extendiendo a los barrios. «En Benimaclet, Cabanyal, Russafa o Natzaret está habiendo asambleas de 400 y 500 personas», informa Bordera.
La preparación de la columna este de las marchas populares indignadas ha encontrado apoyo y ha logrado que Valencia inaugurara estas marchas el 20 de junio. Las marchas pretenden extender el movimiento por más puntos del territorio y convocar una gran concentración interestatal en Madrid para el 23 de julio.
Sevilla: Las setas se mueven a los barrios
Después de las grandes concentraciones de las primeras semanas, de la gran movilización que se realizó el 29M coincidiendo con el desalojo de Barcelona donde se reunieron 20.000 personas, la acampada se fue mudando a los barrios y pueblos de la capital de Andalucía. El 19J definitivamente se abandonaron las «Setas» para ir a la Macarena, Triana, Nervión, Alameda, informa Bernat Costa.
Las asambleas de más de cien personas en barrios crearon sus propias Comisiones y trataron sus problemas locales, en un trabajo que se vio ampliamente reflejado el 19J, donde las pancartas en la manifestación de 30.000 personas que volvió a invadir el centro de la ciudad se teñían de asambleas locales. Los barrios y pueblos hicie- ron acto de presencia organizando sus propias columnas y viniendo juntos en autocares.
El 19J mostró el camino a seguir, el trabajo en barrios, en pueblos, donde realmente se está cociendo este movimiento en la ciudad hispalense.
Con el 15 de octubre a la vista, no se para el trabajo local, organizando talleres de asamblearismo, talleres feministas y actos de protesta en los eventos locales.
También se está empezando a trabajar en una comisión antidesahucios. Sevilla ha aprendido a andar, y no quiere sentarse en la playa otro verano, quiere seguir moviéndose aunque el clima no invite.
Asturies: Manifestaciones sin precedentes
Tras las acampadas de Xixón y Uviéu, el movimiento 15M se extendió rápidamente por Asturias central (Mieres, Llangreo, Siero o Avilés) y el oriente asturiano y occidente cántabro. La organización entre ellos, a partir de la segunda semana y con la estructura anterior de Democracia Real Ya en Asturies como punto de partida, se basó en unas reuniones de coordinación de todo Asturies, rotativas en cada ciudad.
Esta organización permitió avanzar más rápidamente que en otros puntos del Estado en convocatorias unitarias, de la que la manifestación del 5 de junio, que terminó junto al centro cultural Niemeyer de Avilés juntó a más de 8.000 personas de todo el territorio en una ciudad de apenas 100.000 habitantes. Esa movilización marcó el punto de inicio del levantamiento de las acampadas, cuyo final se situó entre el 7 de junio (Avilés) y el 19 de junio (Xixón).
Según informa Daniel Ripa, el desgaste físico y sobre todo psicológico había afectado a la gente acampada y a participantes en las asambleas. En algunos casos, estaba impidiendo una mejor organización y comunicación interna y una adecuada perspectiva sobre el movimiento. Desde entonces, se ha ampliado el contacto con asociaciones y movimientos sociales; se han producido las primeras Asambleas de Barrio en Uviéu y Xixón, se han hecho actos unitarios en la constitución de la Xunta Xeneral o se han dado los primeros apoyos a luchas concretas en algunas asambleas.
Queda pendiente la solución del problema de cómo implicar a aquellas personas participantes en las asambleas pero no en las acampadas y que, progresivamente y fruto del trabajo organizativo de los grupos de trabajo y la cohesión interna de éstos, habían ido disminuyendo su intensidad de participación. Ser capaces de construir una red de movilización ciudadana donde participen por igual personas exacampados y participantes en la asamblea, así como otros colectivos ciudadanos, será una clave del futuro del movimiento 15M en Asturies.
Zaragoza: Del Pilar a un inmueble propiedad de La Caixa
La manifestación del 19J supone un punto de inflexión para el movimiento 15M en Zaragoza. En este día se desmantela el campamento de la Plaza del Pilar, y gran parte de las comisiones se traslada a un nuevo espacio que llevará el nombre del símbolo de la acampada: el «Paraguas», cuenta Miguel Aguilera. El espacio es un edificio de una inmobiliaria propiedad de la Caixa y llevaba seis años abandonado.
Asímismo, las comisiones quedan reestructuradas en 5+1: Comunicación y Redes, Expansión, Infrastructuras, Jurídico, Economía y, por último, Coordinación Interna.
Por otro lado, el asamblearismo se extiende como forma de organización por toda la ciudad.
Reuniones y foros van teniendo lugar en cada vez más barrios y pueblos, y algunos como los de Actur y Parque Goya o Torrero, organizan ‘Plataformas Solidarias’ con el objetivo de dar una respuesta colectiva a la situación de crisis y a las actuaciones de los poderes políticos y financieros. Estos proyectos, impulsados por las asociaciones de vecinos y culturales, e incluso las parroquias de los barrios, permiten a la gente del barrio poner en común sus problemas con la vivienda y la falta de ingresos para facilitar el apoyo mutuo, así como realizar seguimiento ante posibles desahucios.
El 21 de junio las acampadas de Zaragoza, Huesca y Teruel se concentraron frente al palacio de la Aljafería, con motivo de la constitución de las cortes de Aragón.
15M en Madrid y Barcelona
La próxima cita importante en Madrid será el recibimiento de las «marchas indignadas». Las seis rutas que parten de diferentes puntos de la Península confluirán el día 23 de julio. Para ese día, se espera un gran recibimiento en la Puerta del Sol. La asamblea popular de Madrid, espacio para las asambleas de barrios y pueblos, tendrá lugar cada dos domingos en la misma plaza. Mientras, se extiende la lucha contra los desahucios y los desalojos, como en el barrio de la Cañada Real. Una nueva herramienta informática desarrollada desde el grupo de ‘hackers’ creado durante la acampada permitiría compartir toda la información sobre los próximos desahucios.
Contra #arturmenys
El movimiento 15M en Barcelona consiguió anular la campaña en su contra después de sacar a la calle la manifestación más numerosa del 19J: 280.000 personas según la organización y 75.000 según la Guardia Urbana. El horizonte inmediato siguen siendo los recortes sociales del Govern de Artur Mas (CiU), que serán aprobados en el Parlament el 20 de julio. Las asambleas de barrio y pueblos hablarán sobre cómo continuar las luchas en la asamblea del 26 de junio en Plaça Catalunya. Un día antes está prevista la salida de la marcha popular indignada desde diferentes puntos de Cataluña.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Las-asambleas-locales-marcan-el.html