Audita Usera es el primer grupo de auditoría ciudadana de la deuda creado a nivel de distrito, aunque la idea es extender este modelo a todo Madrid, a la vez que presionar al Ayuntamiento para que se ponga a trabajar en su promesa electoral de auditar la deuda municipal. Han pasado nueve meses desde que […]
Audita Usera es el primer grupo de auditoría ciudadana de la deuda creado a nivel de distrito, aunque la idea es extender este modelo a todo Madrid, a la vez que presionar al Ayuntamiento para que se ponga a trabajar en su promesa electoral de auditar la deuda municipal.
Han pasado nueve meses desde que el Ayuntamiento de Madrid se convirtiera en uno de los denominados «ayuntamientos del cambio». Sin embargo, uno de los principales puntos del programa electoral de Ahora Madrid, la realización de una auditoría de la deuda municipal, sigue en punto muerto. «A fecha de hoy la realidad es que desgraciadamente no ha habido una respuesta oficial por parte del equipo de gobierno a la propuesta concreta de auditoría ciudadana que les presentamos en julio», dice Vicente Losada, miembro de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD). Por ello, desde esta plataforma han decidido seguir adelante con el plan que presentaron al nuevo Consistorio, que incluye la creación de grupos formados por ciudadanos y ciudadanas que inicien procesos de auditoría a pequeña escala, en los barrios y distritos.
Así nace Audita Usera, el primer grupo de auditoría ciudadana de distrito, que, a iniciativa de varios vecinos de Usera y con el apoyo de la PACD, se presentaba esta semana en un acto al que acudieron varias decenas de personas. La idea, indican desde Audita Usera, es que el mayor número posible de vecinas y vecinos se sumen al grupo para realizar, con el apoyo y la formación de la PACD, una auditoría que permita identificar posibles casos de ilegitimidad en contratos o licitaciones, despilfarro o ilegalidades, y difundir los resultados. «Si se detectasen ilegalidades, habrá que ver cuáles podrían ser las responsabilidades jurídicas. Y si se detecta que en esos contratos se ha favorecido a una élite determinada en contra de los intereses de la ciudadanía, habrá que ver si se incluyen dentro de la deuda ilegítima y por tanto hay que declarar el no pago de la misma», indica Losada, también miembro de Audita Usera.
Un ejemplo ya conocido de gasto cuando menos innecesario es el de la Caja Mágica, uno de los ‘elefantes blancos’ construidos durante los gobiernos municipales del PP, y que se encuentra en el barrio de San Fermín (Usera). Presupuestado en 140 millones de euros y con un sobrecoste de 154 millones más, el uso que se da a este macroestadio construido para dar cabida a los sueños olímpicos del PP madrileño es residual. Sólo con el sobrecoste, indican desde la PACD, podrían haberse construido cinco polideportivos, cinco bibliotecas, cinco escuelas infantiles, cinco centros de mayores y un parque de 30 hectáreas. La cuestión es, añaden, cuáles son las prioridades.
Primeros pasos
En la presentación de Audita Usera el pasado miércoles, Paco Fornieles, uno de los miembros del grupo, avanzó la que está siendo ya su primera investigación, sobre los contratos para los talleres de formación en los centros culturales del distrito que se han adjudicado en los últimos años. Muchos de ellos, indicaba, se convocaron como cursos de entretenimiento y ocio, y no como cursos de formación. El primer problema es el tipo de contrato, indica Losada, ya que «si se hubieran convocado para formación, se podría exigir a los aspirantes una serie de características que avalasen que esa entidades y las personas contratadas tienen experiencia en la formación requerida». El segundo problema, que si se hubieran convocado los concursos para talleres de formación, el Ayuntamiento habría ahorrado dinero al no tener que declarar el IVA.
Desde Audita Usera ya han detectado a uno de los grandes beneficiarios de estos concursos, la empresa Aula Intercultural, una vieja conocida de las Administraciones, con las que ha firmado innumerables contratos en los últimos años. Audita Usera no sólo ha comprobado que «cuando convoca plazas para impartir cursos de restauración de muebles o inglés no te exige ninguna experiencia como profesor en estos ámbitos, lo que va en detrimento de la enseñanza que va a dar», sino que además no ha presentado sus cuentas en el Registro Mercantil desde 2008.
Los primeros resultados sobre esta primera auditoría estarán listos en septiembre, siempre que la información esté accesible. «Herramientas para acceder a ella, las hay», dice Losada. En primer lugar, a través del Portal de Transparencia del Ayuntamiento, «aunque no sabemos hasta qué punto va a dar respuesta». La otra, el compromiso de la Junta Municipal de Distrito de dar acceso a los documentos y pliegos de condiciones de concursos de licitación que se le pidan, siempre que se haga por la vía reglamentaria.
Ante las dudas planteadas por los propios vecinos sobre su capacitación para realizar una auditoría, los miembros de la PACD anunciaron que se realizarán cursos de formación, además de prestar asesoramiento. «Por supuesto que hacen falta técnicos, pero los ciudadanos también pueden hacer muchas cosas», indicaba durante la presentación Billy Rodríguez, otro de los participantes de Audita Usera, que añadió que «ahora es necesario presionar al Ayuntamiento para que cumpla con lo que está en su programa y audite la deuda. Sabemos que hay una voluntad desde la concejalía, pero habrá tantas presiones que si a su vez no hay una presión desde abajo, seguramente no se hará».
De momento, los vecinos y vecinas de Usera han dado un primer paso en la auditoría ciudadana a nivel de distrito, pero se espera que en las próximas semanas vayan sumándose otros distritos, y «la idea es que vaya extendiéndose», dice Losada. El próximo, muy probablemente, Arganzuela, donde un grupo de trabajo está empezando a organizarse, indican desde la PACD.