Sol, paseos por playas de agua cristalina, helados de todos los sabores, caminatas purificadoras por montañas de pinos y robles, lecturas de varias horas… o varios días, charlas con la familia, con amigas y amigos de países lejanos, la inolvidable y repetitiva canción del verano, salidas con la cuadrilla durante las fiestas de San Fermín. […]
Sol, paseos por playas de agua cristalina, helados de todos los sabores, caminatas purificadoras por montañas de pinos y robles, lecturas de varias horas… o varios días, charlas con la familia, con amigas y amigos de países lejanos, la inolvidable y repetitiva canción del verano, salidas con la cuadrilla durante las fiestas de San Fermín. Cada cual con sus matices variopintos, ¿quién no se ha visto atrapada, a finales del curso agotador, con esta típica ensoñación estival?
Las personas que hemos entrado a participar en este experimento de gobierno ciudadano, así nos imaginábamos los veranos hasta el de este 2015. Hemos podido desconectar unos días para recuperar fuerzas y coger ideas, pero cierto es que este año ha resultado todo un cambio: desde el 3 de agosto hemos retomado nuestras asambleas y la actividad en la institución.
Paralelamente al aterrizaje en esta tierra no del todo desconocida pero ciertamente compleja, estuvimos llevando las negociaciones con todos los grupos del ayuntamiento sobre la remuneración de la concejalas y concejales, alcalde, portavocías, dietas, etc., con la pelea de acercarlas a la realidad de la gente de la calle. No olvidemos que el 60% de la población de Navarra cobra unos 1.200€ al mes; para hacer políticas que sirvan a la gente común es bueno vivir y cobrar como la gente común.
Estuvimos preparando el Chupinazo y las fiestas, apostando por darles un sesgo popular con la participación colectivos y asociaciones de base; subrayando una vez más la importancia del respeto a las mujeres. Nunca nos cansaremos de repetirlo: «No es no». Lo que pasaba allá lejos en Grecia, donde la gente corriente ha tenido la valentía de plantar cara a la Troika, ha sido importante para nosotros. La apuesta por la democracia radical y la participación popular en la toma de decisiones puede ser nuestro único dique de contención contra el austericidio, que se ejecuta a nivel local, pero que viene impuesto desde Bruselas.
Tomamos las riendas del Área de Participación Ciudadana y estamos haciendo una auditoría: revisión de los contratos, estado de los servicios, reuniones con el tejido asociativo… En coordinación con las compañeras que están en la institución, conformamos un grupo de trabajo para darle una vuelta completa a la manera de entender la participación: de cara al nuevo curso, queremos tener montada la nueva Área de Empoderamiento Social. Frente a la filosofía vertical, de clientelismo puro y duro en muchos casos, queremos impulsar procesos que empoderen a la gente que ya está articulando sus demandas y facilitar que nuevos sujetos se hagan con las riendas de sus barrios, sus vidas y los problemas colectivos.
Es urgente de dar a la Movilidad sostenible la presencia que se merece en Iruñea -repitámonos el mantra «Prioridad: peatón, autobús y bicicleta frente al vehículo privado»-, así como un repaso intensivo a la gestión medioambiental. Sumadas estas necesidades a los conocimientos y deseos de las participantes, en la candidatura hemos conformado otra comisión para, en septiembre, dar carta de naturaleza a un Área de Medio-ambiente y Movilidad.
En esto hemos estado y seguimos imbuidas. Nuestras reuniones y grupos de trabajo siguen siendo totalmente abiertas y no pedimos carné ni pedigrí. Bienvenidas seréis todas las que queráis participar de una u otra forma a darle la vuelta a esta ciudad.
Laura Berro Yoldi, Armando Cuenca Pina, Ana Lizoain Rodríguez son concejales de Aranzadi, Arturo Cisneros Samper activista cultural.
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