Comunicado 23 del Colectivo Anemoi
Mientras unos pocos -los de siempre, incluidos notables miembros de la familia Borbón- son condenados o investigados por presuntos graves delitos de corrupción y saqueo de las arcas públicas, mucha gente vive en la precariedad más absoluta.
Los brutales recortes sociales, educativos y sanitarios golpean sin piedad a las capas populares más desfavorecidas: parados, jóvenes sin futuro, obreros, trabajadores, autónomos, profesionales, inmigrantes, pensionistas, pequeños empresarios… ven como se hunden sus expectativas de vida y no ven un futuro digno para sus hijos.
Formando parte de ese precariado, golpeado por la gigantesca crisis del sistema capitalista, se encuentra también la tropa y marinería de nuestras fuerzas armadas. Muchos/as soldados/as y marineros/as ven con angustia creciente su futuro profesional y familiar. Uncidos/as al yugo de unos contratos basura están abocados/as al paro y a la desesperación. Miles de personas entrenadas para matar -cuando no empujados a matar y morir en cruentas guerras coloniales bajo falsas banderas- serán arrojados/as a las filas del paro a plazo fijo.
Ante este panorama, el gobierno catalán -constituido desde la legitimidad que da la voluntad popular- enfila la recta hacia la recuperación de su soberanía: La Republica de Catalunya. Soberanía secuestrada en el siglo pasado por un golpe militar fallido, una cruenta guerra civil de 3 años y una dictadura de 40 diseñada para el exterminio físico de los disidentes. Muchos catalanes acabaron fusilados por el «glorioso ejército nacional», entre ellos el President Companys (1940). Otros fueron asesinados -tras una farsa de consejo de guerra- en garrote vil, como el catalán Puig Antich (1974).
En el resto del Estado español las pruebas del genocidio perpetrado por el régimen franquista siguen también en las cunetas o en las fosas comunes de los cementerios. Sus restos talados afloran hoy a la superficie reclamando justicia. Otros murieron en el infierno de las cárceles o en las salas de tortura del régimen franquista. Algunos, ya en «democracia», bajo la cal viva del «Estado de Derecho».
Mientras el Govern de la Genaralitat lleva legítimamente constituido varios meses y avanza con su «hoja de ruta», el Estado español se debate en una lenta agonía, incapaz de constituir un gobierno de progreso, pese a la mayoría evidente de electos no franquistas presentes en el Congreso de los Diputados.
Por todo ello, ante la grave situación de emergencia social, hacemos un llamamiento a todos los demócratas, a todos los progresistas, para que exijan a sus representantes políticos la formación inmediata de un gobierno de unidad popular.
Es urgente que alguien, con el valor y el coraje patriótico del Presidente Allende, legitimado por el Parlamento, tome por fin el timón y ponga rumbo hacia el progreso.
Reclamemos que los hombres y mujeres de este hermoso país podamos avanzar, libres ya del yugo monárquico, por las grandes alamedas de una patria común: » mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor»
¡No al franquismo! ¡Gobierno de progreso al poder! ¡Salud, Educación, Trabajo, Dignidad!
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