Recomiendo:
0

Fidel y las razones por las que andan los médicos cubanos por el mundo salvando vidas (y II)

Las ideas de Fidel después del triunfo de la Revolución

Fuentes: Rebelión

El homenaje en el tercer aniversario de su siemprevida a quien con ideas y obras convirtió a Cuba en una potencia médica mundial

Si bien no podemos incluir toda la riqueza del pensamiento de Fidel, después del triunfo de la Revolución en 1959, sobre aspectos de la salud y la formación de médicos en las distintas especialidades en los primeros años de la revolución y durante toda su vida, y la consiguiente colaboración solidaria e internacionalista, escogeremos apenas una muestra esencial, a modo de hitos.

En el discurso de la apertura del Instituto de Ciencias Básicas y Preclinicas «Victoria de Giron», el 17 de octubre de 1962, expresó:

«(…) porque si en la ciudad se tiene conciencia de las necesidades médicas, la conciencia de esa necesidad es mucho mayor todavía en los campos, donde nunca tuvieron hospitales, ni dentistas, ni médicos. Y, precisamente, se trata de cómo atender esa necesidad del pueblo.».

«Todo lo que interese al pueblo es preocupación fundamental de los revolucionarios; los revolucionarios trabajan para eso, y solo para eso : trabajan para el pueblo. Y esta es una cuestión, yo diría muy sensible, muy sensible, el problema de la medicina y el problema de la salud»

«Pero con todo y eso, una de las acciones más canallescas que el imperialismo ha realizado contra nuestro país, fue la política de sobornar médicos, y tratar de lograr el éxodo de médicos de nuestro país hacia Estados Unidos; es decir, privar a nuestro país de personal técnico calificado para atender a nuestros enfermos. Y, efectivamente, logró llevarse un determinado número de médicos».

«¿Por qué se interesa el Gobierno mucho por este problema? Porque este es uno de los problemas más delicados, y es uno de los problemas de más trascendencia humana para la Revolución».

«Por eso les decía que la cuestión de la salud es uno de los problemas más sensibles; que nuestros enemigos, que no tienen escrúpulos, trataron de herir a nuestro pueblo en eso. Es muy lógico que los cubanos tengamos la aspiración de que la mortalidad infantil se reduzca; que el promedio de vida de cada ciudadano se prolongue; combatir contra las enfermedades, combatir contra la muerte. No puede haber aspiración más legítima que esa, y pudiera decirse que más sagrada que esa».

«Gentes sin escrúpulos, como son los reaccionarios, trataron de herir a nuestro pueblo en eso. Es decir, trataron, para servir a sus fines innobles y odiosos, de privar a nuestro país de los recursos para luchar por la vida, para luchar contra la enfermedad, para salvar miles, decenas de miles de vidas, cientos de miles de vidas, sobre todo de vidas de niños».

«y así, trataron de herir a nuestro pueblo en ese aspecto tan sensible. ¿Cómo? Llevándonos los médicos».

Como comentario actual del 2019 es importante señalar que tanto el imperio como sus títeres aliados (gobernantes y políticos reaccionarios) en algunos países, desatan contra la colaboración médica cubana, una campaña de desprestigio, caracterizada por una saña calumniosa que no repara en nada ni tiene fin. Además, se estima que aquella política de dejar a Cuba sin médicos, provocó la salida del país en un corto periodo de alrededor de la mitad de los médicos que existían en la época, o sea, 3 000 médicos. En años posteriores, y hasta la actualidad, se han renovado los planes dirigidos a provocar la deserción de los médicos cubanos en el exterior, aplicando distintos programas.

Continuaba Fidel señalando:

«Pero, además, quiero decirles algo: además de los médicos que tenemos, tenemos médicos de distintos países, igual que profesores de distintos países, trabajando en nuestro país. Por lo tanto, estos tiempos los podemos campear perfectamente bien. No solo eso, no solo eso, sino que aun podemos hacer algo -aunque tenga sobre todo carácter simbólico más que otra cosa- para ayudar a otros países».

«y así por ejemplo tenemos el caso de Argelia En Argelia la mayor parte de los médicos eran franceses, y muchos se marcharon. Y así, con 4 millones más de habitantes que nosotros, gran número de enfermedades que dejó allí el coloniaje, disponen de la tercera parte, de menos de la tercera parte de los médicos que nosotros tenemos. Tienen una situación verdaderamente trágica en el campo de la salud».

«y por eso nosotros, conversando hoy con los estudiantes, les planteábamos que hacen falta 50 médicos voluntarios para ir a Argelia, para ir a Argelia a ayudar a los argelinos. Y estamos seguros de que esos voluntarios no faltarán».

«Cincuenta nada más. Estamos seguros de que se van a ofrecer más, como expresión del espíritu de solidaridad de nuestro pueblo con un pueblo amigo que está peor que nosotros, ¡peor que nosotros!»

«Claro, hoy podemos mandar 50; dentro de 8 ó 10 años no se sabe cuántos, y a nuestros pueblos hermanos podremos darles ayuda. Porque cada año que pase tendremos más médicos, y cada año que pase más estudiantes ingresarán en la Escuela de Medicina; porque la Revolución tiene derecho a recoger lo que siembra, y tiene derecho a recoger los frutos que ha sembrado»..

«y nuestro país, nuestro país muy pronto, muy pronto -y podemos proclamarlo con orgullo- tendrá mayor número de técnicos que ningún país de América Latina y nuestras universidades irán creciendo, y los estudiantes en nuestras universidades se contarán por decenas y decenas de miles, y nuestros cuerpos de profesores serán cada vez más experimentados. Los años pasan, y pasan rápido, y el esfuerzo de la Revolución se ve».

«Decimos años, pero años que pasarán y que nos permitirán ver ese cuadro de 40 000 ó 50 000 estudiantes universitarios y de jóvenes graduándose por millares y decenas de millares, porque para eso la Revolución puede, porque es la Revolución y solo la Revolución la que puede realizar esas proezas y es un pueblo revolucionario y solo un pueblo revolucionario quien puede llevar adelante semejantes tareas. Por eso, compañeros y compañeras, hoy es un día importante, hoy es un día de júbilo para nuestro pueblo, hoy es un día de Íntimo regocijo para los revolucionarios, porque la Revolución no se concreta a exponer ideas, sino a realizar ideas; la Revolución no es teoría, es sobre todo hechos. Y cuanto la Revolución se ha propuesto, lo ha logrado; cuanto la Revolución ha iniciado, lo ha llevado adelante. Y esto es producto de idea convertida en realidad, de obra emprendida que se lleva adelante, razón para ser optimistas; razón para creer cada vez más en el dinamismo de una Revolución y en la capacidad creadora de nuestro pueblo».

Fue así cómo se hizo pública la creación de la primera Brigada Médica Cubana, integrada por los voluntarios inscriptos pertenecientes a distintas especialidades médicas, que cumplió su misión en Argelia.

En su discurso con los médicos y estomatólogos graduados en el Pico Cuba, el 14 de noviembre de 1965, Fidel expresó:

«y así, de nuevo arremete la Revolución contra las enfermedades y se dispone a salvar miles de vidas del tétanos, de la difteria y de la tosferina, que son otras tantas enfermedades que sacrifican a miles de niños todos los años, y que puede contraer cualquier niño de cualquier familia. ¿Cómo? Previniendo a través de la vacunación esos tipos de enfermedades. Y así iremos combatiendo enfermedad por enfermedad, así iremos disminuyendo el número de epidemias, el número de muertes, el número de víctimas. Y así se irá cumpliendo ese gran propósito : ir pasando de la medicina terapéutica a la preventiva, es decir, evitar que se enfermen los ciudadanos».

«y ha de ser brillante el porvenir de nuestro pueblo, brillante la salud de nuestro pueblo, cuando, por un lado, combatimos las enfermedades, disminuimos sus víctimas, luchamos contra ellas hasta hacerlas desaparecer; y, por otro lado, contingentes de jóvenes entusiastas, que son esperanzas de la patria, forjadores de la salud de nuestro pueblo, salvadores de vidas, entran en una institución como esta».

A modo de conclusión de las ideas de Fidel sobre la solidaridad de Cuba con otros países a través de sus realizaciones, estas son las ideas de Fidel expresadas en su discurso en la graduación de 90 estomatólogos celebrada en el teatro «Charles Chaplin», hoy Carlos Marx, el 18 de junio de 1965.

«Y si nos hemos preocupado mucho por la facultad de medicina, es en consideración a los servicios que los médicos y los estomatólogos prestan; en consideración a las tremendas necesidades de nuestro pueblo, a nuestro deseo de satisfacerlas y a la lucha contra el enemigo que nos quería despojar de los médicos y de los estomatólogos. Y si algunas otras cosas podían esperar, una fábrica, no podemos decir lo mismo de un enfermo, ¡la salud no puede esperar, la vida no puede esperar!»

«¿Cuántos médicos necesitamos, cuántos estomatólogos, cuántos ingenieros, cuántos maestros? ¿Sería alguien capaz de responder a esa pregunta? ¡No! Podemos responder de una manera estrecha a esa pregunta, de una manera limitada, ateniéndonos a nuestras necesidades; pero la realidad del mundo de hoy demuestra que los lazos entre los pueblos cada vez son inevitablemente mayores, sobre todo entre los pueblos revolucionarios y entre los pueblos subdesarrollados. Alcanza heroicamente un país su libertad, como Argelia, y necesita médicos; y, como Argelia, otros muchos países necesitan personal técnico. ¿Cuántos técnicos necesitamos? Pues sencillamente tantos cuantos necesitemos nosotros y tantos como puedan necesitar otros pueblos hermanos»

«Si a nosotros nos es dado aplicar la educación en masa y llegar a la formación masiva de técnicos de todos los niveles, ¿cómo olvidarnos de aquellos pueblos que todavía viven en medio de la opresión, viven en medio de la ignorancia y del analfabetismo? Si ya con el ciento por ciento de nuestros ciudadanos sabiendo leer y escribir, con la totalidad de nuestros niños en la posibilidad de asistir a la escuela, nuestras necesidades son y serán durante varios años muy grandes, ¿cuáles no serán las necesidades de otros pueblos donde hoy el 70% no sabe escribir, o el 50%, o el 40%? ¿Cuál es la necesidad de otros pueblos donde no pasan de 10 o de 20, o de 50, cuando más, el número de médicos entre millones de habitantes? Porque el imperialismo y el colonialismo, entre otras cosas, obstruyó el camino a todo género de superación cultural y técnica de los pueblos explotados. Tratados los seres humanos como animales, mano de obra barata, no podían tener ningún interés en desarrollar la inteligencia de esos pueblos».

«Luego nunca, a lo que se vislumbra en las próximas décadas, sobrarán médicos, ni sobrarán estomatólogos, ni sobrarán maestros, ni sobrarán ingenieros, ni sobrarán técnicos de ninguna clase».

«Por eso, cuando se trate de saber cuántos debemos preparar debemos siempre responder: ¡Los más posibles! y así, si se habla de 150 ingresos para 1966 en estomatología, debemos tratar de que sean 200 ó 250 en 1967, y 300 luego, y 400, y 500, y 1 000, cuantos seamos capaces. Porque todos los necesitaremos, y si no los necesitamos nosotros, los necesitarán otros más necesitados que nosotros. Y debemos prepararnos a cumplir nuestros deberes con los demás pueblos, sin lo cual nuestro concepto de la solidaridad humana quedaría enmarcado en la esfera minúscula de nuestras fronteras nacionales y de nuestros intereses nacionales».

Entonces, a la luz de estas ideas preclaras de Fidel sobre la salud para Cuba y el mundo, a pesar de nuestros limitados recursos y del bloqueo criminal de los Estados Unidos, ¿acaso no se puede entender las razones por las cuales andan los médicos cubanos curando los males de salud y salvando vidas?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.