Un informe del INVASSAT corrobora que más del 66% sufre alguna patología por su trabajo
Las buenas cifras de ocupación hotelera en la provincia de Alicante durante la estación estival suelen ser vistas con gran entusiasmo por el sector turístico, pero a veces no tanto por quienes trabajan en él. El aumento de habitaciones ocupadas vuelve a traer consigo una sobrecarga -aún mayor- de trabajo que, usualmente, se traduce en dolores y estrés. No lo dicen sólo las camareras de piso; también los datos.
Un reciente estudio del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (INVASSAT) concluye que cerca de un 70% de las camareras de piso «percibe molestias en la zona dorsal-lumbar de la espalda». Más de la mitad lo hace también en hombros, brazos y cuello y supera el 45% el porcentaje de las que sienten dolores en antebrazos, muñecas, manos, piernas y pies.
Ante esta situación y después de visitar cerca de 200 hoteles de la provincia en el marco de la campaña, el informe del INVASSAT concluye con una serie de recomendaciones que van desde cinturones portaobjetos hasta camas elevables, enumerando también varias sugerencias tanto a nivel organizativo como individudal. Los consejos, sin embargo, no son suficientes para las kellys, que exigen «soluciones y no recomendaciones» para eliminar la sobrecarga de trabajo.
Por este motivo, más de 60 personas se concentraron ayer frente a la Inspección provincial de Trabajo y Seguridad Social de Alicante. A la convocatoria de las kellys de la provincia (Kellys Alicante y Kellys Benidorm-Marina Baixa) se unieron las Aparadoras de Elche, el colectivo No + Precariedad y la Asamblea 8M Alicante, entre otras. Durante la concentración no faltaron las alusiones a la feminización del sector -que, defienden, agravan la precariedad-, la ley de prevenciones de riesgos laborales -exigen que los puestos de trabajo estén condicionados, y no «que se limiten a hacer informes sin prestar verdadera atención a las condiciones de las trabajadoras»- o a la necesidad de implantar estudios ergonómicos.
Sobre este tipo de estudios, el propio informe del INVASSAT revela que sólo la mitad de los hoteles visitados los había realizado. «La inspección es lenta por la falta de medios. En muchas ocasiones los hoteles saben cuándo van a a acudir los inspectores; por ese motivo pedimos que Inspección actúe de oficio, sin avisos, y que el gobierno -sea del color que sea- la dote de medios», resume Yolanda García, portavoz de Las Kellys Benidorm-Marina Baixa,