El movimiento 22M que conforman las Marchas de la Dignidad, convoca a las movilizaciones de carácter internacional realizadas para próximo sábado 18 de abril, las marchas como miembro de la campaña estatal quieren llamar la atención sobre la nueva amenaza que planea sobre las atormentadas vidas de la ciudadanía de nuestro país, procedente de la […]
El movimiento 22M que conforman las Marchas de la Dignidad, convoca a las movilizaciones de carácter internacional realizadas para próximo sábado 18 de abril, las marchas como miembro de la campaña estatal quieren llamar la atención sobre la nueva amenaza que planea sobre las atormentadas vidas de la ciudadanía de nuestro país, procedente de la alianza entre las élites políticas y económicas de ambos lados del Atlántico. Esta amenaza tiene la forma de un nuevo tratado: el Tratado de Libre Comercio e Inversión (TTIP). Con este instrumento se pretenden conseguir varios objetivos, todos ellos contrarios a los intereses del pueblo.
Denunciamos la forma oscurantista y opaca de las negociaciones y solicitamos que estas sean públicas y que el pueblo europeo conozca los efectos que estos acuerdos tienen en la, ya de por sí, precaria y sufrida vida de las clases trabadoras y de las mayorías sociales de cada uno de los países de la Unión Europea.
El TTIP ( Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones) abre la puerta al negocio privado de las grandes corporaciones multinacionales sobre los sectores esenciales, no sólo desde la perspectiva económica, sino también desde la perspectiva de la cohesión social. La educación, la sanidad y los servicios sociales, entre otros, se verán expuestos nuevamente a la rapiña de los poderes económicos.
Este tratado contiene mecanismos jurídicos que debilitan la posición del poder público como garante de los derechos de la ciudadanía. Sitúa los intereses de las empresas por encima de interés y necesidades de las sociedades de los países. Por un lado, permitirá demandar a los estados por los perjuicios que pudieran ocasionar a las grandes empresas los cambios normativos que se introduzcan y por otro, se prevé un mecanismo de resolución de conflictos que sustrae los mismos del ámbito judicial y los reenvía a una fórmula de arbitraje privado obligatorio para los estados.
La adopción de este tratado supondrá, en definitiva, la rebaja de todos los estándares regulatorios, tanto en materia social y laboral como ambiental, perseverando en un modelo de competitividad basado en la subasta a la baja de los derechos del pueblo, en su condición de trabajador y de ciudadano.
Si la alianza que forma el poder económico internacional y los serviles gobiernos nacionales ocultos bajo el manto vergonzoso de la Unión Europea consiguen sacar adelante el TTIP implicará un nuevo paso en la pérdida de soberanía de los pueblos, políticas aplicadas por quien no son elegidos de forma democrática, además del ataque que desde todos los frentes imaginables sufre la población, afectando a áreas tan fundamentales como la independencia económica, la soberanía alimentaria y la protección social.
Las Marchas de la Dignidad queremos manifestar nuestra más completa oposición a este tratado, expresando públicamente este rechazo y se traslade a la calle y se traduzca en masivas movilizaciones.