Es necesaria la movilización como elemento de transformación y en defensa de los intereses de la mayoría social y las clases populares. La Coordinadora Estatal de las Marchas de la Dignidad, reunida en Zaragoza el día 2 de abril, ratificó el acuerdo de enero de volver a movilizar a la sociedad el día 28 de […]
Es necesaria la movilización como elemento de transformación y en defensa de los intereses de la mayoría social y las clases populares.
La Coordinadora Estatal de las Marchas de la Dignidad, reunida en Zaragoza el día 2 de abril, ratificó el acuerdo de enero de volver a movilizar a la sociedad el día 28 de mayo, una acción descentralizada en todos los territorios y naciones del Estado en defensa de políticas en favor de la mayoría social y las clases populares y contra los recortes y la represión, camino de una gran movilización centralizada en Madrid durante este otoño.
Al tomar este acuerdo, desde las Marchas son conscientes del momento político que vive el país. El día 28 de mayo puede haber un gobierno que por la aritmética parlamentaria es imposible que asuma las reivindicaciones prioritarias y fundamentales de las Marchas, aunque se es consciente que esta aritmética permite algunas acciones que requieren de una mayoría parlamentaria. En este supuesto se sitúan la ley mordaza, la ley Wert, las reformas laborales. O también podría ser que nos encontremos ante la convocatoria de elecciones, y en ese caso se pondría encima de la mesa el programa de las marchas. En ambos supuestos se considera necesaria la movilización como elemento de transformación y en defensa de los intereses de la mayoría social y las clases populares.
Volver a las calles el 28 de mayo contra las agresiones a las clases populares
En una reunión, no exenta de debate en torno a la convocatoria coincidente del llamado plan B, se ratificó volver a las calles el 28 de mayo, con una movilización descentralizada en todos y cada uno de los territorios y naciones del Estado, para lo que se planteó la necesidad de una campaña de concienciación social previa en el marco de las propuestas identificativas de las marchas como pan, trabajo, techo y dignidad. Contra las políticas de recortes impuestas por las instituciones europeas y el FMI, no pagar la deuda y contra el recortes de libertades y la represión. Además, la asamblea aprobó una resolución de apoyo y solidaridad con Andrés Bódalo y de todas y todos los represaliados sociales y sindicales encausados y encarcelados por luchar en defensa de los intereses de la clase trabajadora.
En esta línea, se planteó volver al espíritu de las primeras marchas con movilizaciones amplias y contundentes, con la suma de colectivos y empresas en lucha, organizaciones que se movilizan en defensa de los derechos y libertades sociales y que sus reivindicaciones se realizan en torno al manifiesto y programa de las marchas, con la actualización necesaria y la elaboración de un llamamiento a la movilización en el que se aborde la actual situación política.
Las organizaciones que componen las Marchas de la Dignidad abordaron las cuestiones y temáticas de actualidad que se ciernen sobre la sociedad española como son los futuros recortes de la UE al Estado español, el acuerdo del TTIP y los tratados internacionales contra las clases populares, la violencia de género y la trata de personas, la amnistía social y la derogación de la Ley Mordaza, el cumplimiento de los derechos humamos y contra el acuerdo de la vergüenza UE-Turquía, el incremento del fascismo en Europa e incorporar reivindicaciones concretas que conecten con las problemáticas juveniles-estudiantiles, derogación Ley Wert y empleo, entre otras cuestiones. Todo ello en el marco de un proceso de ruptura democrática y el proceso constituyente.
La importancia de las Marchas en la actual coyuntura política
El análisis de la situación actual de próximos recortes, recrudecimiento de la represión, vulneración de los derechos humamos y el aumento del fascismo en Europa con la excusa de la lucha contra el terrorismo, la corrupción que afecta a amplios espacios políticos, empresariales e institucionales, el aumento de la pobreza y la precariedad laboral y social y el espejismo, para la mayoría social, de la recuperación se manifestó en la importancia que en la actual coyuntura tienen las Marchas de la Dignidad, cuestión avalada por todas las organizaciones presentes en la reunión de la coordinadora.
En este sentido, recuperar el espíritu de las primeras marchas es importante para construir poder popular y movilizaciones contundentes en el camino de la transformación del sistema en otro favorable a los intereses de las clases populares y la mayoría social. La unión de los colectivos sociales, sindicales y políticos en un manifiesto unitario, a la vez que la referencia en el trabajo organizativo también en los acuerdos unitarios de la Coordinadora Estatal, y que los territorios y organizaciones tienen autonomía de aplicación -desde el respeto a los mismos- en sus respectivos ámbitos. Con un mensaje y un discurso que llegue a las clases populares y que consiga la implicación en la lucha de los y las afectadas por las políticas neoliberales de la troika.
En el marco del debate de cómo afrontar la coincidencia con la fecha con otras convocatorias y de las posiciones que éstas aportan a la movilización, se planteó como una cuestión a tener en cuenta la independencia de las marchas al respecto de las mismas, a la vez abordarlo también en este aspecto desde el carácter organizativo de la movilización en el marco de las confluencias. Las Marchas tienen «músculo suficiente» para abordar la movilización desde los objetivos de ruptura sin cerrarnos ni temer que se puedan sumar otros movimientos a nuestra convocatoria, desde la asunción del manifiesto de las marchas.