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Entrevista a Mariano Pujadas y Narcisa Pijal

«Las movilizaciones antirracistas frenan a los nazis en Alcorcón»

Fuentes: A Luchar por el Socialismo

Una pelea de jóvenes en Alcorcón, presentada por los medios de comunicación como un ataque de los Latin Kings, intentó ser aprovechada por grupos nazis para realizar una convocatoria estatal contra los inmigrantes. Sin embargo, la firmeza de este barrio obrero logró impedir mediante organización y movilización la concentración racista. Desde A Luchar por el […]


Una pelea de jóvenes en Alcorcón, presentada por los medios de comunicación como un ataque de los Latin Kings, intentó ser aprovechada por grupos nazis para realizar una convocatoria estatal contra los inmigrantes. Sin embargo, la firmeza de este barrio obrero logró impedir mediante organización y movilización la concentración racista. Desde A Luchar por el Socialismo entrevistamos a dos compañeros que participaron en las movilizaciones y en la asamblea contra el racismo creada en Alcorcón, Mariano Pujadas (miembro de Corriente Roja) y Narcisa Pijal (miembro de ATRAIE).

ALPS: ¿Realmente ha habido un brote de racismo en Alcorcón?

Mariano: A partir de una pelea puntual de pandillas de jóvenes, algo que ocurre todos los fines de semana en las zonas de marcha, hubo una campaña orquestada desde el poder político y mediático para criminalizar a la juventud (tachándolos de violentos) y a los municipios de la periferia (tachándolos de zonas conflictivas), para desviar la atención sobre el problema real de la clase trabajadora, sea nativa o extranjera: su situación de explotación económica salvaje y de falta de expectativas. Se ejecutó un alarmismo que buscaba que la clase media despolitizada reaccionara pidiendo más policía. De esta manera se quería utilizar el conflicto para hacer apología del sistema, así como confundir y dividir a la población a través del miedo para frenar cualquier respuesta popular organizada al margen de las instituciones.

Narcisa: Los hechos ocurridos en Alcorcón no fueron un ataque racista, ni tampoco fue un ataque de los Latin King hacia un grupo de chavales «autóctonos». Esto es totalmente falso: los medios de comunicación han manipulado muchísimo lo que ocurrió. Lo que pasó fue una pelea entre grupos de chavales, que podía ocurrir en cualquier barrio, que se agrandó y lamentablemente acabó con un herido.

ALPS: ¿Cómo ha sido la respuesta de la población y especialmente de la juventud ante este fenómeno?


M: Los jóvenes antifascistas y anticapitalistas de Alcorcón llevan muchos años trabajando y creando conciencia, especialmente desde centros sociales okupados como El Desguaze (desalojado ilegalmente en 2006) o la Eskuela-Taller (actualmente en proceso de desalojo). Por eso cuando llamaron a la movilización antirracista y contra la manipulación mediática, allí aparecieron cientos de jóvenes decididos a tomar parte. En Alcorcón lo que hubo, en todo caso, fue un brote antifascista.

N: La gente normal que vive ahí se quedó sorprendida al escuchar en los medios de comunicación toda esa falsa información y se indignó bastante. Fue ahí cuando los jóvenes convocaron a una asamblea amplia, donde participaron todo tipo de jóvenes, organizados, no organizados, gente trabajadora, gente más mayor, y se vio la necesidad y la urgencia de dar una respuesta a la amenaza racista.

ALPS: ¿Cuáles pensáis que son las enseñanzas que se pueden sacar de esas movilizaciones?


M: Hubo 4 victorias esenciales. Una victoria política, porque la asamblea juvenil autoorganizada consiguió sortear las prohibiciones de movilización impuestas desde la Delegación de Gobierno. Una victoria antirrepresiva, no sólo porque se aguantó la presión policial que amenazaba con cargar a todo el que se movilizara en la calle, sino también porque la juventud organizó sus propios dispositivos de seguridad para protegerse tanto de la policía como de los supuestos nazis que iban a desembarcar en la localidad. Una victoria mediática, porque el mensaje antirracista y por la convivencia apareció contra todo pronóstico en la mayoría de medios de comunicación. Una victoria antifascista, porque desde la organización juvenil se dejó claro a todas las organizaciones neonazis que en algún momento valoraron la posibilidad de ir allí, que Alcorcón es un bastión antifascista desde hace muchos años.

N: Alcorcón fue un ejemplo hacia el resto del estado. Hace unos años hubo algo parecido en Villaverde, pero ahí no hubo la respuesta de reivindicar que tu barrio no es un barrio fascista, que tu barrio es un barrio obrero, de trabajadores, de jóvenes que tienen problemas, independientemente de si eres de aquí o no. Entonces grupos nazis fueron a la caza del inmigrante, destrozando locutorios, tiendas y pegando a gente. Esto no ocurrió en Alcorcón porque hubo una respuesta clara y los trabajadores y los jóvenes de Alcorcón reivindicaron muy claramente que no están de acuerdo ni con el racismo ni con la xenofobia ni tampoco con estos grupos nazis. Esto es un ejemplo de que nos tenemos que organizar y dar respuestas. También hay que pedir responsabilidades a los gobernantes. ¿Qué significa integración? Significa tener los mismos derechos que tiene la gente de aquí. Y para eso hay que tener papeles y hay más de un millón de inmigrantes que no los tienen, siendo así la parte más afectada, la más vulnerable, la más explotada en todos los sentidos, en el sentido laboral y social. Venimos de fuera, pero esta es nuestra casa, es nuestra tierra, es nuestro pueblo, es donde estamos trabajando, donde dejamos lo mejor que tenemos de nosotros y queremos vivir bien y en igualdad con todo mundo.

* A Luchar por el Socialismo es una publicación mensual del PRT-Izquierda Revolucionaria, sección en el Estado Español de la Liga Internacional de los Trabajadores – IV Internacional (LIT-CI)


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