Ángel Vadillo es, desde hace diecisiete años, alcalde de la localidad extremeña de Alburquerque. Pero desde hace meses, su despacho y su casa se han trasladado a una mediana ajardinada frente al Ministerio de Industria en Madrid. Duerme y trabaja en una furgoneta blanca, decorada con el lema que le trajo aquí: » empleo, si, […]
Ángel Vadillo es, desde hace diecisiete años, alcalde de la localidad extremeña de Alburquerque. Pero desde hace meses, su despacho y su casa se han trasladado a una mediana ajardinada frente al Ministerio de Industria en Madrid. Duerme y trabaja en una furgoneta blanca, decorada con el lema que le trajo aquí: » empleo, si, renovables, si» . Ha montado, sobre un pedazo de césped del Paseo de la Castellana, una austera salita de estar a la intemperie, con apenas una esterilla, una silla plegable y unas plantas, un teléfono móvil y algunos libros. En este singular cuartel general, Vadillo nos recibe para conversar sobre su lucha por el futuro de su pueblo y de su región. Lleva aquí acampado desde el 10 de abril, y desde el 11 de junio permanece en huelga de hambre de alimento sólido. S ólo ingiere un suero enriquecido con miel, que le mantiene hidratado y le proporciona la pequeña dosis de potasio que necesita su cerebro para mantenerse activo y lúcido.
La debilidad y el cansancio se hacen evidentes en su cuerpo y en sus gestos, pero no en su voz, pausada y clara, ni en la precisión y rotundidad de su argumentario, que desgrana minuciosamente ante los numerosos medios nacionales e internacionales (extrañamente, o quizás no tanto, mucho más abundantes los segundos que los primeros) que se interesan a diario por los motivos de su lucha y por su estado de salud. A su lado están, desde el primer día, su familia y algunos amigos, y muchos vecinos y vecinas de su pueblo, que se desplazan hasta allí para acompañarle durante unas horas en su protesta. Alguna vez ha estado la Policía Municipal de Madrid, por ejemplo para multarle por su humilde pero desobediente asentamiento. Y también están las cada día m ás frecuentes visitas de pol íticos, activistas, académicos o intelectuales, que acuden a este jardincillo, en pleno corazón del gran Madrid de la alta política y los aún más altos negocios, para conversar personalmente con él. En varias ocasiones, Vadillo se ha desplazado hasta distintas asambleas del 15-M para explicar su protesta; otras tantas, el 15-M ha convertido en plaza pública su discreto rincón de la Castellana celebrando allí sus asambleas: «estoy muy agradecido al 15-M, es un movimiento extraordinario. Junto a los grupos ecologistas, es el colectivo que más cercano ha estado a esta protesta. Por ejemplo, la gente de Toma La Tele ha hecho un documental maravilloso, para el que incluso han visitado Alburquerque. La solidaridad que me están transmitiendo es alucinante«.
Pero, ¿qué reclama con su acción el alcalde Ángel Vadillo? «Los proyectos de energías renovables en curso en Alburquerque son cinco plantas termosolares de 50 megavatios cada una, que generarían más de ochocientos empleos directos y que, al estar ubicadas en terrenos comunales, aportarían ingresos suplementarios a todos los vecinos del pueblo. En el conjunto de Extremadura hay unos 400 proyectos, que generarían más de 11.000 empleos. En una comunidad como la nuestra, que no tiene ningún sector industrial consolidado y padece una de las tasas de paro más altas de España, el desarrollo de las energías renovables es de vital importancia en el plano económico y laboral: una región que ha sido pobre desde siempre puede ahora dejar de serlo. Y además, apostar por las renovables reduce nuestra dependencia de otras energías peligrosas y contaminantes, como la nuclear (no sólo la que producimos, también la que compramos, por ejemplo a Francia), o la térmica de ciclo combinado. Las energías renovables no sólo darían a España una mayor soberanía energética, sino que impulsarían la democratización y la socialización del mercado energético«.
El Real Decreto 01/2012, con el que el nuevo gobierno del Partido Popular puso fin a las ayudas a la implantación de las energías renovables, desarbolaba el sueño de esta vía abierta al desarrollo sostenible para Alburquerque y para toda Extremadura. En la región se cuentan hoy casi 165.000 desempleados (por encima del 33% de la población activa, porcentaje que en algunos núcleos de población, como Alburquerque, supera ya el 40%), y de ellos unos 90.000 carecen de cualquier tipo de ingreso; el PIB regional se desploma; se multiplican los cierres de empresas y los desahucios de hogares; los salarios y pensiones se mantienen entre los más bajos del Estado español; se incrementa la presión impositiva sobre los más humildes y los recortes golpean los sistemas públicos de educación, sanidad o dependencia. Desde esta Extremadura y contra aquel Decreto se echó a andar el 17 de marzo Ángel Vadillo los 637 kilómetros que separan Alburquerque de Madrid. Una marcha que concluye, y se transforma primero en acampada y luego en huelga de hambre, ante la completa indiferencia del ministro Jos é Manuel Soria a sus demandas. Hasta dos millones de empleos, según la Organización Internacional del Trabajo, podría haber generado en los próximos años este sector en España, y resultaba previsible que un buen número de ellos se localizasen en una región que, como Extremadura, reúne las óptimas condiciones de clima y territorio para convertirse en un exportador energ ético a gran escala. Las políticas de austeridad han acabado con el sueño de la energía y el empleo verde.
Al alcalde de Alburquerque no le tiembla un ápice la voz a la hora de señalar a los poderosos responsables y beneficiarios de este retroceso: «El gran cacique de este país son las compañías eléctricas. Son dueñas de bancos, grandes medios de comunicación o empresas de alimentación. Desde hace una década somos el país europeo que más está pagando por la energía, hasta un 63% más que el resto. Las españolas son las empresas energéticas que más beneficio obtiene de toda Europa y, gracias al déficit tarifario que se inventó Rodrigo Rato, aún el Estado les debe dinero. Economistas frente a la Crisis afirma que, si España apostase por las renovables, en 20 años pagaríamos el 50% menos por la energía, pero que si no se apoya este nuevo modelo, pagaremos hasta un 200% más. Lo que tiene más delito es que el PSOE no hiciera nada para cambiar todo esto cuando tuvo la oportunidad de hacerlo«. Vadillo señala expresamente a la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA), patronal del sector energético que reúne a los gigantes Endesa, Iberdrola, Gas Natural-FENOSA y EON, y denuncia la influencia que ejerce en las políticas públicas: «Las eléctricas nombran a los ministros y secretarios de Estado. A UNESA nunca le ha interesado las renovables«. Menciona también, escandalizado, las astron ómicas retribuciones de los ex-presidentes Felipe González y José María Aznar como directivos de, respectivamente, Gas Natural y Endesa.
La política energética ha sido un tema turbulento en Extremadura en los últimos años, durante los que el gobernante PSOE impulsó, con gran contestación social, proyectos tan polémicos como la finalmente desestimada refinería del Grupo Gallardo en Tierra de Barros: «Aunque soy alcalde por el PSOE, no apoyo el proyecto de refinería. En el PSOE hay gentes de diferentes sensibilidades. Algunos mantenemos un posicionamiento ideológico claro. Está el PSOE de Cristina Narbona, que como ministra de Medio Ambiente frenó la refinería, impulsó las renovables y promovió la Ley de Costas. Y luego está el PSOE de Miguel Sebastián, que viene del BBVA y que defiende los intereses de la patronal eléctrica desde el gobierno. Ese es el gran problema del PSOE, cierta gente que nunca debería haber estado en él«. Pero también demanda alternativas de quienes rechazan la refinería: «En Extremadura el empleo es una cuestión de vida o muerte. No basta con rechazar proyectos contaminantes como el de la refinería, también hay que apoyar activamente los proyectos energéticos alternativos que pueden crear empleo y riqueza respetando el medio ambiente«.
¿Por qué una huelga de hambre? «Como pacifista, mis acciones están limitadas«, sentencia el alcalde con una chocante mezcla de coraje y resignación. Ángel Vadillo ya ha perdido 25 kilos, y experimenta una preocupante merma de masa muscular. Un equipo médico monitoriza regularmente sus niveles de glucosa y su tensión arterial, y le advierte de que está ya muy cerca de traspasar el umbral de un riesgo claro y presente para su vida. La suya es una batalla contrarreloj, y así lo reconoce con serenidad. Puede que su presencia ante el ministerio de Industria sea la últ ima linea de defensa ante una reforma energética que el Consejo de Ministros puede aprobar en cualquiera de sus temibles viernes de dolores. «¿Qué cuánto tiempo me quedo aquí? Hasta que el gobierno derogue el Decreto y el ministro Soria abra una mesa para dialogar sobre las energías renovables, hasta que la ciudadanía tome conciencia del pésimo modelo energético que tenemos y de cuánto está empobreciendo a nuestro país, y de la importancia que tiene para su presente y su futuro emprender un nuevo modelo. Para superar los problemas económicos y ecológicos que padecemos, hay que apostar por dos soberanías: la energética y la alimentaria. Y tiene que ser ahora«.
Al comienzo de su protesta, casi nadie reparó en este alcalde extremeño acampado en plena capital del Reino, a un paso de la sede de Bankia o del estadio Santiago Bernabeu, tras una larga caminata a pleno sol desde una de las regiones más empobrecidas del Estado español. Noventa días después, el despachito a ras de césped en el que Ángel Vadillo espera pacientemente una respuesta del ministerio se ha convertido en el epicentro de una red amplia y diversa de inquietudes y solidaridades, conjuradas para devolver la cuestión del modelo energético al primer plano del debate público: el próximo 8 de septiembre, en el centro social Tabacalera del madrileño barrio de Lavapies (y en feliz coincidencia con el Día de Extremadura), decenas de entidades sociales, sindicales y políticas y personalidades de las artes y la cultura presentarán en Madrid la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético. Mientras oscuros coches oficiales entran y salen del edificio con las ventanillas cerradas, el césped se torna más verde frente a las rejas del Ministerio: está regándose con la lluvia de ideas del común.
CONVOCATORIA ACTO 8 DE SEPTIEMBRE EN MADRID:
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ALGUNAS REFERENCIAS DESTACADAS:
Ángel Vadillo por las renovables en Alburquerque (video): http://youtu.be/-EXqxck87DQ
http://www.rnv.gov.ve/noticias/index.php?act=ST&f=3&t=193223
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-201740-2012-08-24.html
http://cuadernosdesol.periodismohumano.com/2012/08/05/el-alcalde-de-alburquerque/
http://www.flickr.com/photos/alvarominguito/sets/72157630862956410/
http://www.20minutos.es/noticia/1556639/0/
http://madrid.tomalaplaza.net/2012/08/14/angel-vadillo-65-dias-en-huelga-de-hambre/
http://www.abc.es/20120819/espana/abci-alcalde-alburquerque-huelga-hambre-201208171108.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/30/espana/1341054715.html
http://economia.elpais.com/economia/2012/08/21/agencias/1345576345_762255.html
http://politica.elpais.com/politica/2012/05/17/actualidad/1337239500_480379.html
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