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Entrevista a Alfonso González Quesada sobre Cuba y sus murales

«Las vallas no dejan de ser documentos que traducen una mentalidad y un momento histórico concreto»

Fuentes: Rebelión

Alfonso González Quesada (Barcelona, 1963) es doctor en Ciencias de la Información, licenciado en Filología Catalana y diplomado en Biblioteconomía y Documentación. Profesor titular del Área de Documentación de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha sido comisario de las exposiciones organizadas por Casa América Catalunya Vaya valla: gráfica revolucionaria cubana (2009) y Mi tío no […]

Alfonso González Quesada (Barcelona, 1963) es doctor en Ciencias de la Información, licenciado en Filología Catalana y diplomado en Biblioteconomía y Documentación. Profesor titular del Área de Documentación de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha sido comisario de las exposiciones organizadas por Casa América Catalunya Vaya valla: gráfica revolucionaria cubana (2009) y Mi tío no se llama Sam: Estados Unidos en la gráfica cubana (2016) y autor de sus catálogos. También ha publicado diversos trabajos sobre propaganda política en revistas especializadas.

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-Salvo error por mi parte, tiene usted en mente editar un libro único que recopila en fotografías la propaganda mural de medio siglo de Revolución cubana: Cuba en vallas. El imaginario de la Revolución cubana a través de sus vallas políticas . ¿Cómo ha conseguido recopilar toda esa información política? Se habrá visto obligado a hacer alguna selección. ¡No deben ser pocas las vallas políticas en la historia reciente de Cuba!

-Sí, se ha hecho necesario hacer una selección. Y la verdad es que la tarea no ha sido sencilla. El fondo documental con el que he trabajado ronda las 5.000 imágenes, y esa cantidad es solo una parte de lo que desde 1959 se ha expuesto por toda la isla.

-¿De dónde su interés por la revolución cubana? ¿Desde cuándo?

-Todos los procesos de cambio social siempre me han atraído por lo que comportan de transformación profunda de valores e ideales. La revolución cubana además, siempre ha estado revestida con la aureola de la juventud de sus líderes, la dimensión mítica de figuras como la de Ernesto Guevara y el desafío constante ante un enemigo tan poderoso como Estados Unidos. Creo que la suma de esos componentes explican el atractivo por la Revolución cubana.

Ese interés se multiplicó cuando visité por primera vez Cuba y descubrí sus vallas. Enseguida me di cuenta que estaba frente a un fenómeno comunicativo singular y que merecía la pena conocerlo a fondo.

-¿Quiénes realizaron todas estas vallas? ¿Son vallas oficiales? ¿Militantes del Partido Comunista desde el año de la revolución?

-Desde el triunfo de la Revolución fue necesario crear un aparato de propaganda encargado de difundir los objetivos e ideales del nuevo modelo social que se quería construir. Toda la comunicación política ha estado en manos de organismos del Estado y no hay ningún mensaje de carácter político o social que no haya estado bajo su control. Desde ese punto de vista las vallas son oficiales. Actualmente es la Editora Política del Partido Comunista el organismo encargado del diseño e instalación de las vallas. Los contenidos están sujetos a las prioridades políticas que marca el Partido.

-¿ Y en qué autores y prácticas de propaganda se inspiran? ¿Son vallas parecidas a las que podemos ver y hemos visto en otros procesos revolucionarios?

-No puede decirse que la gráfica mural cubana, el diseño de carteles y vallas, sea un hecho autóctono de Cuba. Existen otros países en los que la gráfica mural tuvo, en ciertos momentos, una presencia e importancia enormes. Estoy pensando en la España republicana y en la Unión Soviética, por poner dos ejemplos. Lo que tienen en común estos dos ejemplos con Cuba es el papel que la gráfica desempeñó en la comunicación masivo de valores y principios en un contexto histórico de transformación profunda de la realidad.

También hay que tener en cuenta tras el triunfo revolucionario era necesario contar con un aparato de propaganda para hacer pedagogía y crear un imaginario propio del proceso revolucionario. Para ello se reclutó a los diseñadores gráficos que hasta ese momento habían trabajado en la publicidad comercial. Algunos de ellos eran profesionales excepcionales que tuvieron que cambiar el contenido de sus creaciones y, en lugar de anunciar productos, pasaron a anunciar principios ideológicos. Los referentes que tenían en ese campo no podían ser cubanos, porque no existían, así que la inspiración llegó de la gráfica de la República española y la de los países socialistas. Pronto, la creatividad cubana imprimió un sello distintivo a sus creaciones y por eso en ‘Cuba en vallas’ podemos encontrar muestras de esa riqueza creativa.

-En cuanto a la similitud…

-Es cierto que pueden haber ciertas soluciones gráficas y compositivas que puedan resultar familiares por esa influencia inicial a la que aludía, pero no perdamos de vista que la gráfica mural habla de la realidad cubana. Desde ese punto de vista, sus contenidos no son equiparables a los de ningún otro entorno.

-Creo, además, que se está organizando una campaña de microfinanciación para recaudar medios. ¿Nos da alguna información sobre ello? ¿Algunas referencias en la red? ¿Es este un buen enlace de la campaña: http://vkm.is/cubaenvallas?

-Sí. Desde este enlace se puede acceder a toda la información relativa al proyecto. Hay una serie de apartados que de manera clara y sintética explican la significación de las vallas en Cuba, la procedencia de las imágenes incluidas en el libro, así como una breve reseña sobre el autor y al sello editorial que ha apostado por publicarlo.

Si tuviera que destacar algún aspecto del libro me centraría en dos. Se trata de una manera completamente distinta de explicar la Revolución cubana. Los contenidos se han estructurado en 50 capítulos donde el peso de la información que aporta se reparte entre las imágenes y la explicación de su contexto. Las imágenes por sí solas no siempre son comprensibles, y menos si no somos cubanos. Por esa razón se contextualizan para poder comprender su significación y la del momento histórico en el que se crearon. El otro aspecto que destacaría es el carácter inédito de la inmensa mayoría de las imágenes. Buena parte del fondo documental con el que he trabajado procede la Editora Política y hasta la fecha era un fondo inexplorado y desconocido. Muchas de las imágenes del libro son verdaderas joyas del diseño gráfico de la isla.

-Es importante esto que acaba de señalar. Mirada así, mirada desde esta perspectiva, ¿adquiere nuevos matices la revolución cubana?

-Quizá no hablaría de matices, sino de profundidad. La reiteración en el tratamiento de ciertos temas nos muestran su importancia, como también nos da pistas el silencio sobre otros. Las vallas no dejan de ser documentos que traducen una mentalidad y un momento histórico concreto y señalan tanto logros como insuficiencias, porque la Revolución consiste también en eso. En reconocer lo que no funciona. Y la lectura de las vallas nos permite ver esos déficits ¿Cómo debemos interpretar que las vallas insistan tanto en el combate del absentismo laboral, en la necesidad de ser productivos, en ahorrar energía? Son ejemplos que hablan del esfuerzo de la dirección del país por corregir errores y el primer paso es hacerlos evidentes, hacerlos públicos en las calles.

-¿Cree usted que, de hecho, las vallas y sus contenidos han influido, políticamente hablando, en la mentalidad y en las posiciones políticas del pueblo cubano?  

-Estoy convencido que hubo un tiempo en que tuvieron esa función y sobre todo perseguían ese objetivo. Surgieron para hacer pedagogía de la Revolución. Pero la reiteración del mensaje también te puede hacer inmune a él. Tampoco perdamos de vista que las vallas son un medio de comunicación obsoleto, más propio del siglo XX que no del actual. Obsoleto si lo comparamos con otros medios de acceso a información política. Estoy pensando en redes sociales, blogs, etc. La influencia que pueden tener estas herramientas supera a la de la gráfica mural.

-¿Cuándo piensa publicar el libro? ¿En qué editorial? ¿En España, en Cuba?

-Si tenemos éxito con la campaña de microfinanciación el libro verá la luz en diciembre. Y se publicará en España. Pol·len edicions es el sello editorial que ha apostado por el proyecto. Ellos han visto que se trata de un libro original y a mí me agrada que se trate de un sello que publica con criterios de ecoedición y respeto por el medioambiente.

-Creo que suelen hacerlo, es marca de la casa. ¿Cuántas imágenes incorporará el libro en total? Se habla de casi 500. ¿No son muchas? ¿Imágenes sin explicaciones?

-Pueden parecer muchas, pero como amante de los libros sobre cartelismo y propaganda, siempre me parecen pocas las imágenes que incorporan. Además, la idea de incluir alrededor de 500 imágenes también quiere sugerir, como así es, que estamos ante un fenómeno, cuantitativamente hablando, descomunal. Como decía, desde 1959 se han diseñado e instalado por toda la isla miles y miles de vallas. Las puedes encontrar en cualquier rincón del país. Incluso las ha habido, curiosamente, en el mar, no lejos de la orilla, claro.

Todas las imágenes forman parte de alguno de los 50 capítulos en los que se estructura el libro y su significación se explica a través de los textos de cada capítulo. También cada imagen tiene un pie de foto que indica el lugar en el que se instaló y cuándo.

-Estas vallas de las que hablábamos, ¿han llegado a todos los rincones de la isla?

-Sí. No hay localidad por pequeña que sea en la que no encuentres una valla, o un mural más o menos elaborado. Existe también una geografía de la gráfica mural. Cada provincia crea sus propias vallas y muchas veces hablan de su realidad concreta. Pondré un ejemplo. Recuerdo que en la entrada de Varadero, después de pagar el peaje para entrar en la zona turística vi una valla, la última vez que visité la zona todavía estaba, en la que se leía: ‘Lo que aquí se recauda es para el pueblo’. Sería impensable encontrar entre mensaje en cualquier otro punto del país.

– Copio una información que me ha llegado: «Para completar su material, contactó con la Editora Política del Partido Comunista de Cuba -organismo que dispone de 5.000 diapositivas de vallas y carteles, en su mayoría inéditas-. Gracias a un convenio de colaboración, el autor pudo digitalizar su fondo, restaurar las imágenes y preparar el libro». ¿Es así? ¿Ha tenido usted apoyo y ayuda del P.C de Cuba?

-Sí. Si no fuera porque los responsables de la Editora Política me abrieron sus puertas y me dieron la posibilidad de trabajar con su material, este proyecto no habría sido posible llevarlo a cabo. La predisposición de la Editora Política se explica sobretodo por los objetivos del proyecto. Mi idea es intentar explicar la evolución del proceso revolucionario a través del discurso visual de las vallas. Es un proyecto que combina una dimensión divulgativa y de investigación. La divulgativa es la que se recoge en el libro, en tanto que muestro un patrimonio gráfico desconocido. La Editora Política ve con muy buenos ojos la difusión de ese patrimonio, porque al margen del contenido político de sus mensajes, destaca la riqueza gráfica y artística de las composiciones. En definitiva, es una manera de hacer visible una parcela de la cultura cubana.

-¿Y aquí, en Cataluña, en España? ¿Le ha apoyado alguna institución?

-Para que el proyecto de ‘Cuba en vallas’ vea la luz, ninguna.

Sí tengo que decir que para la organización de las exposiciones Vaya valla (2009) y la más recienteMi tío no se llama Sam, ambas sobre gráfica cubana, conté con el apoyo de Casa América Catalunya y la Diputación de Barcelona.

-Otra reflexión que me llegado a mis manos: «Las vallas explican la Revolución. Hablan de su pasado y vinculan el triunfo revolucionario con los héroes de las guerras por la independencia de Cuba del siglo XIX; también se refieren a hitos históricos, como el asalto al Moncada o el desembarco del Granma. Las hay que honran a los héroes desaparecidos (Camilo Cienfuegos, Che Guevara). Sin embargo, la mayoría refleja el presente que en cada momento ha vivido el país y habla de temas políticos, económicos, culturales, de los objetivos de la Revolución, de sus dificultades, ideales y enemigos». ¿Todo esa información, toda esa larga historia, en vallas de propagandas?

-Sí. Parece mentira pero miles de vallas explican todo eso y mucho más. Como he dicho al principio, he tenido que seleccionar y descartar muchas imágenes y ciertos temas, porque en algún momento había que cerrar el libro. Se ha editado decenas de miles de vallas y se han tratado infinidad de temas que afectan a la realidad cotidiana de los cubanos (salud, educación, ahorro energético, vivienda), sin mencionar todos los aspectos que puedan tener relación con la histórica enemistad con Estados Unidos (bloqueo, migración, imperialismo, etc.) Tampoco hay que perder de vista que el paisaje público está monopolizado por mensajes elaborados desde el poder y que no existe contrapeso informativo que contrarreste ese aluvión de mensajes textuales y gráficos. Además, más de 50 años dan para explicar muchas cosas y sobre todo para recordarlas a través de las vallas.

-Por cierto, ¿qué ha significado Ernesto Guevara para la revolución cubana?

-Representa muchas cosas. Puede que para el común de los cubanos sea un ejemplo perfecto de internacionalismo. No hay que olvidar que se trata de un argentino que lo deja todo para ayudar a un grupo de cubanos idealistas que quería conquistar la soberanía de su país, escamoteada desde su teórica independencia. Su experiencia vital es un completo ejemplo de internacionalismo. Dejará Cuba para luchar en el Congo y luego en Bolivia.

Otra cuestión es la significación que tuvo en los primeros años del proceso revolucionario y tras su muerte. El ‘guerrillero heroico’, así habla de él la gráfica cubana. Es un modelo de comportamiento revolucionario, un ideal de vida. Un ideal asumible en aquellos años, también heroicos, de construcción de una sociedad nueva, pero hoy en día, me parece que es un modelo demasiado exigente y espartano. Por eso creo que, aunque existe un respeto reverencial por su persona y su trayectoria vital, buena parte de la sociedad cubana ya no compartiría por entero su espíritu de sacrificio.

-Y esto qué cuenta, ¿es un paso atrás, es una señal de aburguesamiento, de pérdida de ideales?

-Los ideales cambian porque los tiempos también lo hacen. El ejemplo vital del Che no se puede sustraer a su realidad histórica. Tampoco se puede negar que la sociedad cubana es un ejemplo de resistencia. Esa es una realidad incontestable que quizá tenga mucho que ver con la interiorización del ejemplo de Ernesto Guevara, pero también es cierto que esa capacidad de resistencia y sacrificio no es compartida por todo el mundo.

-Lo mismo que le he preguntado antes, si me permite, sobre Camilo Cienfuegos.

-Camilo es un personaje completamente distinto a Guevara. No es un intelectual que coge las armas y se hace guerrillero. Cienfuegos es un combatiente más que se une a la expedición al Granma. Lo hace a última hora y la fortuna quiere que salve la vida en el desembarco. Su arrojo en el combate hace el resto y obtiene el mando de una columna guerrillera y junto a la del Che avanzan hacia La Habana. En esa corta trayectoria vital Camilo deja una impronta singular. Es un hombre cercano, divertido y jovial. No es casual que la gráfica lo suela mostrar sonriendo. Su muerte temprana y trágica, antes de cumplirse un año del triunfo revolucionario, también sirvió para amplificar su leyenda.

-¿Cómo se puede ayudar? Nos da alguna idea.

-Hay dos manera de ayudar. La más directa es haciendo alguna aportación económica al proyecto. Cualquiera puede ser mecenas de ‘Cuba en vallas’. Desde 7 euros se puede participar en la financiación del proyecto. La otra vía, que no excluye la anterior, es difundiendo la existencia del proyecto a través de todo tipo de canales que se tengan a mano. El Verkami de ‘Cuba en vallas’ estará abierto hasta el 21 de octubre.

-Dos maneras de ayudar que no son excluyentes por supuesto. ¿Quiere añadir algo más?

-Agradeceros el interés dar a conocer el proyecto de ‘Cuba en vallas’. Es un proyecto en el que vengo trabajando desde hace más de diez años y animaría a todo el que quisiera conocer un patrimonio gráfico inédito y singular, como el que se recoge en el libro, que colabore para que ‘Cuba en vallas’ se haga realidad.

-Cuente con ello. Es un deber moral y político.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.