Nacido en Buenos Aires (Argentina) en 1949, Carlos Slepoy tiene una historia ligada a la lucha contra la tiranía y la impunidad. Poco después de obtener el título de abogado fue arrestado y encarcelado por la dictadura impuesta en el país latinoamericano entre 1976 y 1983. Pasó 20 meses en prisión. Posteriormente se exilió en […]
Nacido en Buenos Aires (Argentina) en 1949, Carlos Slepoy tiene una historia ligada a la lucha contra la tiranía y la impunidad. Poco después de obtener el título de abogado fue arrestado y encarcelado por la dictadura impuesta en el país latinoamericano entre 1976 y 1983. Pasó 20 meses en prisión. Posteriormente se exilió en el Estado español. Ha ejercido como letrado en la causa abierta por el juez Baltasar Garzón contra el régimen de Rafael Videla. Ahora representa a víctimas del franquismo en el proceso judicial argentino.
Las presiones del Gobierno español lograron paralizar la declaración de tres víctimas del franquismo desde el consulado argentino. Carlos Slepoy, abogado de los querellantes, confía en que el proceso abierto por María Servini de Cubría siga adelante.
La paralización de las declaraciones de tres testigos supuso un jarro de agua fría para las víctimas del franquismo. ¿Por qué el Gobierno español tan preocupado ante la causa abierta en Argentina?
Han existido presiones por parte del Gobierno español desde el principio. Por primera vez quedan de manifiesto. Además de la frustración, esto demuestra que la querella les está preocupando. Por varios motivos. Uno, porque demuestra universalmente la impunidad del franquismo. Otro, porque cada vez tiene más apoyos. Y un tercero, porque temen los escritos de acusación que hemos presentado, que se sucedan muchos otros y se convierta en una verdadera procesión de gente que vaya a Argentina a declarar. Ellos quieren, vanamente, intentar garantizar que no se abra ninguna fisura en la impunidad.
¿Cómo valora el papel de la Embajada argentina?
Hemos tenido la sorpresa de que la Embajada argentina fue sensible a la presión. El embajador me transmitió que temía que la videoconferencia pudiese ser anulada, algo que no tiene ningún fundamento. En todo caso, expresó el compromiso de respetar la independencia judicial. Confiamos que en el futuro no nos encontremos con estas situaciones. Este tema, además, ha avivado el deseo de más gente de viajar a Argentina. Tanto víctimas como legisladores y alcaldes. En principio, esperamos viajar a finales de este mes. Así, las videoconferencias que no se celebraron se harán directamente frente a la jueza. El objetivo es terminar con la impunidad. Que por fin haya un juez que se atreva a desdecir al Tribunal Supremo español y a las instancias políticas y judiciales españolas para que, finalmente, se abra el camino. Esto que parece lejano también lo parecía en Argentina. Y se logró. Algunos jueces y fiscales, al calor de las investigaciones abiertas en distintos países, especialmente por la Justicia española, empezaron a plantear que no era posible que estos señores fueran investigados en otros estados y no en Argentina. Y declararon nulas la ley de la inmunidad. Queremos producir el mismo fenómeno.
¿Veremos la detención de Rodolfo Martín Villa u otros representantes del franquismo?
Confío en que sí, aunque será la jueza la que tenga que decidir.
La Justicia española sí que abrió una causa contra la dictadura argentina. Ahora se niega a que Buenos Aires investigue el franquismo. ¿No evidencia un carácter colonialista?
La jurisidicción universal es de las víctimas. El procedimiento en Argentina lo demuestra. Es un país teóricamente periférico y, sin embargo, está ejerciendo su jurisdicción sobre crímenes cometidos en el Estado español. Decir que no puede hacerlo cuando Madrid lo hizo es un argumento de tipo colonialista. El principio de jurisdicción universal es el más alto ejemplo de la solidaridad entre los pueblos.
Algunos de los acusados tienen relación directa con el PP.
Obviamente, está en contra de la querrella. Por ideología, porque son herederos ideológicos del franquismo, muchos provienen de él, entre los imputados hay gente muy ligada a ellos. El PP es el partido de los vencedores en la guerra civil y la dictadura. Muchos de los responsables están muertos. Sin em- bargo, otros siguen vivos. En el Estado español se cometió uno de los mayores genocidios del siglo XX. Que este régimen atroz haya salido impune es una cosa lacerante.
¿Hasta cuándo cree que se puede alargar el proceso?
Lo que tenga que durar. Si alguna vez se empieza a hacer justicia en el Estado español, no se archivará el procedimiento, pero dejará de tener tanta trascendencia. Si no, nuestra previsión es que vaya creciendo.