«El paso del tiempo nos ha momifica…eh, digo, nos ha modificado…». La frase pertenece a Marcos Mundstock, el más veterano miembro del grupo argentino «Les Luthiers», que cumple 40 años de combinar excelencia musical con humor del más alto nivel. El aniversario es una nueva excusa para provocar más risa y brindar placer artístico. Con […]
«El paso del tiempo nos ha momifica…eh, digo, nos ha modificado…». La frase pertenece a Marcos Mundstock, el más veterano miembro del grupo argentino «Les Luthiers», que cumple 40 años de combinar excelencia musical con humor del más alto nivel.
El aniversario es una nueva excusa para provocar más risa y brindar placer artístico. Con una exposición de fotos, videos, charlas, instrumentos, afiches, música y concursos, Buenos Aires rinde homenaje al grupo.
La muestra se llama «Expo Les Luthiers», se inauguro este jueves en el Centro Cultural Recoleta de la capital argentina y finalizará el 15 de septiembre con un concierto al aire libre del grupo en un predio ubicado frente a la Facultad de Derecho.
«Esto es un hermoso reconocimiento a nuestro trabajo», dijo a IPS Carlos Núñez Cortés, químico, concertista y miembro fundador del grupo en un recorrido por la muestra.
«Nuestro humor es atemporal, universal, tiene gran respeto por el castellano y utiliza la música como materia prima», así explicó la fórmula del éxito.
Les Luthiers nació el 4 de septiembre de 1967 como un desprendimiento de «I Musicisti», un grupo fundado en ámbitos universitarios por Gerardo Masana, quien falleció en 1973 con sólo 36 años.
El nuevo grupo de música y humor, caracterizado por una gran creatividad, inteligencia y el uso de instrumentos informales diseñados por ellos mismos, fue integrado inicialmente por el mismo Masana, considerado también su fundador, Mundstock, Daniel Rabinovich y Jorge Maronna.
Luego se sumaron Núñez Cortés, Carlos López Puccio y también Ernesto Acher, quien abandonó la formación en 1986.
«Éramos más en el escenario que abajo», recuerda risueño Rabinovich, un escribano que sin embargo nunca ejerció esa profesión. «Entonces no sabíamos que íbamos a durar tanto», añade Maronna. «Nacimos en un clima de libertad y reverdecer de la universidad», apuntó Mundstock aludiendo a los efervescentes y convulsionados años 60.
Muchas de sus obras hicieron eje en la historia de Johann Sebastian Mastropiero, un personaje de ficción al que le atribuyen la autoría de sus mejores creaciones como el «Teorema de Thales», en el que en su introducción el protagonista le dice a su amante: «cuando estamos horizontales y paralelos las transversales de la pasión nos atraviesan…».
Desde entonces hubo algún cambio en la composición del grupo, como el retiro de Acher, pero sin alterar la calidad y originalidad de sus creaciones.
«Tienen una trayectoria admirable, hicieron un gran aporte a la cultura argentina con un humor trabajado, que nunca cae en la vulgaridad», destacó para IPS Carlos Ulanovsky, periodista y curador de la muestra.
La exposición de algunos de los instrumentos creados a lo largo de su carrera es una muestra de su enorme creatividad. La «violata» es una parodia de viola creada con una lata de pintura y el traste y clavijero de un violín y la «manguelódica pneumática» una melódica unida a dos coloridos globos de cotillón.
Está también el improbable «órgano de campaña», de tubos montado sobre una mochila y pensado para que el ejecutante pueda desplazarse mientras lo hace sonar. Son apenas algunos de los 37 instrumentos creados por Les Luthiers y con los que logran crear música de la mejor calidad.
Tangos, zambas, cantatas, óperas, blues, jazz, bossa nova, serenatas mariachis, rock, vals, zarzuelas, sonatas, entre otros. Ningún género les es ajeno. También están los creados por ellos como el ballet leído, el cuarteto para quinteto, la fuga en si-beria, la balada pueril, salmos sectarios, canción «levemente obscena» o comedia musical infantil…para adultos.
Con sus múltiples espectáculos, Les Luthiers recorrió prácticamente toda América latina y ofreció funciones en el teatro Lincoln Center de Nueva York con un espectáculo hablado en inglés.
También se hicieron presente en las principales ciudades de España, donde han presentado todas sus obras. Por eso se han hecho acreedores de múltiples premios, el último otorgado por los reyes de España.
«La palabra ‘protocolo’ viene de ‘pronto-Colón’ que era lo que le decía la reina a (Cristóbal) Colón para que descubriera América, y esa fue, ni más ni menos, la primera orden de Isabel la Católica», bromeó Mundstock, de profesión locutor, al recibir la medalla de la Encomienda de Número de la Orden de Isabel la Católica.
Se trata del máximo galardón que concede la corona española a extranjeros y fue entregada al grupo por la vicepresidenta del gobierno de ese país, Maria Teresa Fernández de la Vega, durante la visita que realizó a fines de julio a Buenos Aires.
Como no podía ser de otro modo, hubo humor en el acto de entrega. «Lleváis mucho tiempo consiguiendo que millones de personas nos riamos de nosotros mismos en forma sana e inteligente de nosotros mismos, de nuestros tópicos y nuestras pretensiones», destacó la funcionaria.
Otros artistas participan de la admiración por el grupo. «Así como (el fallecido bandoneonista Astor) Piazzola revolucionó la historia del tango, Les Luthiers cambió la historia del humor y puso un sello a la cultura argentina», comentó a IPS Alberto Hassan, tenor del grupo vocal Opus 4, que cantó con Les Luthiers.
«Ellos lograron hacer humor con la música en una combinación absolutamente creativa y original», agregó el cantante, invitado especial a recorrer la muestra. Otros visitantes lo confirman con gestos. En el sector de audio, donde hay auriculares con sus obras, se alternan risas, carcajadas y lágrimas de emoción.
«Muchos se preguntan ¿por qué no mujeres? Pero en verdad sí hubo una, en 1968», recordó Ulanovsky, amigo del grupo. Se refiere a la violinista Clara de Rabinovich, sin parentesco con Daniel, que integró el grupo por un tiempo en ese año.
El dato apenas confirma que toda regla tiene su excepción. Pero en el legado del grupo esta norma puede variar. Para la celebración de los 40 años, los músicos convocaron a un concurso de instrumentos informales, otro de textos de humor y un tercero de nuevos intérpretes.
De la decena de intérpretes seleccionados entre 200 aspirantes, todos menores de 40 años, hay dos mujeres.
Uno de los elegidos es Raúl Pierri, un periodista uruguayo nacido en Argentina y hoy con 31 años, que canta, actúa y toca el piano, la guitarra y el violín.
«La idea es formar un elenco que represente un espectáculo de Les Luthiers en Buenos Aires en una fecha a determinar que será entre noviembre de este año y abril de 2008», explicó Pierri desde la central latinoamericana de IPS en Montevideo, donde se desempeña como editor y traductor.
«Tuvimos que representar tres de sus obras, delante de ellos, y ahora que fuimos seleccionados estamos llenos de expectativa», añadió.
Para Mundstock, en cambio, el futuro es más prosaico. Cuando se le pregunta «qué les gustaría hacer dentro de 20 años», el hombre encargado de relatar las inverosímiles andanzas de Mastropiero responde: «controlar esfínteres».