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Libertad en la mochila

Fuentes: Gara

Tuvo muchas vidas y una de ellas fue totalmente televisiva. Como caminante con mochila, por las tierras de Iberia, José Antonio Labordeta se acercó a los lugares más pequeños, las aldeas más peculiares, entrevistándose de tú a tú, porrón o bota de vino, cacho pan y chorizo o queso de por medio, con los paisanos […]

Tuvo muchas vidas y una de ellas fue totalmente televisiva. Como caminante con mochila, por las tierras de Iberia, José Antonio Labordeta se acercó a los lugares más pequeños, las aldeas más peculiares, entrevistándose de tú a tú, porrón o bota de vino, cacho pan y chorizo o queso de por medio, con los paisanos más genuinos, más vinculados a su tierra. Previamente su vida televisiva había sido mucho más fragmentaria, a través de su otra vida de cantautor, de hombre de lucha y compromiso con guitarra en mano y aquella canción que fue en un tiempo un himno de esperanza: «habrá un día en que todos, al levantar la vista, veamos una tierra, que ponga Libertad».

Cantautor de voz recia, bigote rotundo, de textos siempre penetrantes en su concepción política y social y de muy alta graduación poética ya que su impulso de escritor le acompañó siempre en su quehacer, al igual que su primera vocación de docente, de maestro. Su tercera vida televisiva fue como diputado en Cortes de un partido aragonesista minoritario, con alguna intervención gloriosa, repetida una y mil veces y que debería ser considerada como una joya de bonhomía y uso de un lenguaje campechano pero ajustado a la realidad socio-política, como cuando mandó a la mierda a los diputados de las bancadas de la recalcitrante derecha pepera acusándoles de que les jodia que pudieran hablar aquellos a los que ellos siempre habían mandado callar, censurado y hasta torturado. Era la voz agreste de la conciencia.

En una encuesta anual que hace una marca de cervezas en Aragón aparece siempre en el primer lugar como el aragonés preferido por la mayoría de los encuestados para irse a tomar cañas. Su gran éxito era que llegaba a casi todos. Tenía la facultad de ser considerado por muchos como uno de los nuestros. Una suerte de individuo interclasista, poco dogmático, pero manifiestamente colocado vital y políticamente en la parte izquierda del cuadro. Rebosaba humanidad, inteligencia, perspicacia, compromiso, cercanía, humor de secano. Se ha apagado su luz definitivamente. Nos deja su ejemplo. Levantaremos la vista por si en alguna parte pone Libertad.

Fuente: http://www.gara.net/paperezkoa/20100920/221592/es/Libertad-mochila