La columna de las Marchas de la Dignidad «Asturias en Marcha» ya tiene su lugar en la memoria de la clase trabajadora, para eso lo ha escrito Miguel Ángel Fernández. El silencio del régimen establecido en España en torno a las Marchas fue la expresión de su desprecio y también de su terror a la […]
La columna de las Marchas de la Dignidad «Asturias en Marcha» ya tiene su lugar en la memoria de la clase trabajadora, para eso lo ha escrito Miguel Ángel Fernández.
El silencio del régimen establecido en España en torno a las Marchas fue la expresión de su desprecio y también de su terror a la gran movilización social contra el aparato gobernante, contra los generadores de leyes protectoras de su corrupción y su represión, y contra sus recortes sociales. De su parte quedaban las direcciones de los sindicatos que no participaban en la movilización y sí se reunían con el gobierno del bipartidismo dos días antes para hacer un llamamiento a quedarse en casa. Confiaban en hundir las Marchas de la Dignidad, confiaban en acabar con ese nuevo sujeto político, y por contra se hundieron todos ellos.
La clase obrera nos movilizamos por nuestros 6.000.000 de desempleados, por nuestros 3.700.000 sin ninguna ayuda, por nuestros 10.000.000 en la pobreza puesto que cobran menos de 625 euros al mes, por nuestros 3.000.000 en la pobreza severa, ya que no cobran más de 300 euros al mes, por nuestro millón de familias con todos y todas sus componentes sin empleo.
La clase obrera nos movilizamos ante la destrucción social a que nos han llevado, con los datos oficiales en la mano, y son datos oficiales, en 2012 las familias que vivían en la pobreza alcanzaban el 21,1%, y 1.300.914 trabajadoras y trabajadores han acudido a los comedores sociales. 2 años después, 2014, sin datos oficiales, la información emitida por organizaciones de base social hablan de que se ha doblado el número de quienes acuden a los comedores de la pobreza. Para la representante de esa parte del bipartidismo que es el pp, para ese ser amoral, quienes acuden a comer a tales sitios es «porque no saben cocinar». El otro lado del bipartido permanece en silencio, está con la boca llena y con la boca llena no se habla.
Era, «es tiempo de dignidad», así se nos dice en el libro de título kilométrico: «485,2 kilómetros en las Marchas de la Dignidad», en el que Miguel Ángel Fernández arranca con el Manifiesto de las Marchas: «Una movilización contra el pago de la deuda, por el empleo digno, por la renta básica, por los derechos sociales, por las libertades democráticas, contra los recortes, la represión y la corrupción, por una sociedad de hombres y mujeres libres, una movilización contra un sistema, un régimen y unos gobiernos que nos agreden y no nos representan. Exigimos, por tanto, que se vayan.»
El libro continua con breves exposiciones explicativas de la deuda, de la sanidad universal, de el derecho a la vivienda, y de la renta básica. En apartado sobre la sanidad, de título «La salud no es un negocio», escrito por María Jesús Suárez, repasa brevemente la historia de la sanidad universal y de las consecuencias de las medidas tomadas por los gobiernos ppsoe contra nuestro derecho sanitario. Tomo algunas de sus palabras sobre la breve historia sanitaria pública: «Tras la Revolución Rusa, en la URSS se instauró un sistema de atención sanitaria universal y gratuita, que convirtió al personal sanitario en empleados del Estado. Nikolai I. Semashko fue el artífice de esta primera gran red de atención sanitaria. El modelo soviético sirvió de base para otros sistemas de sanidad de Occidente. Durante la Conferencia Internacional de atención Primaria de salud celebrada en 1978 en Alma-Ata (Kazajistán), el bloque socialista consiguió que la medicina se considerase un servicio público. La Declaración de Alma-Ata reconoció que «el pueblo tiene el derecho y el deber de participar individual y colectívamente en la planificación y aplicación de su atención en salud.»
Desde 1917 hasta 1978, 61 años en los que los trabajadores del mundo capitalista no han contado con el Derecho a la Sanidad Universal. Transcurridos muy pocos años de su implantación, el ppsoe nos la roban. Los primeros pasos privatizadores los dio el psoe con Felipe González a la cabeza y su «Informe Abril» (1991) en el que anunciaba privatizaciones y subcontratas. En 1997 con la Ley 15/97 abrieron la puerta de lo público a la empresa privada. Con la aprobación de la Constitución Europea (2005) los ppsoe y las direcciones de CCOO y UGT hicieron de lo público un gran negocio para las empresas privadas. Bajo el paraguas de la Constitución Europea y con el golpe del artículo 135 de la Constitución española han acabado de entregar la soberanía española y aplican los recortes. El pp no ha hecho más que continuar la política que empezó y desarrolló el psoe. Su aprobación del Real Decreto 16/2012 ataca a los sectores populares con más riesgos, crónicos, pensionistas, jóvenes, parados, inmigrantes,… reduciendo al resto a condiciones difíciles y como dice la autora: «Sería más sencillo preguntarse quien disfruta del derecho a la asistencia sanitaria, mal llamada universal. … exigimos ya la derogación de la ley 15/1997 y del Real decreto 16/2012, y la recuperación de una sanidad universal, gratuita y de calidad. La sanidad no es un negocio. La atención sanitaria es un derecho, no un privilegio.»
El autor de «485,2 kilómetros en las Marchas de la Dignidad» a continuación nos entrega un diario en el que vemos al pueblo trabajador que participa y colabora con expresiones admirables de solidaridaridad. La «Marcha por Asturias» salió el 1 de Marzo desde L.langreu, acompañaban trabajadoras y trabajadores de empresas en huelga, otros que llevaban sin cobrar 6 meses, las Mujeres del Carbón, la Orquesta Ventolín, la más republicana de todas las orquestas. En el camino, en compañía de una multitud que se había ido sumando, la Marcha se detuvo ante una placa que denuncia el fusilamiento realizado por los fascistas de cuatro guerrilleros comunistas, Constantino Zapico gonzález, David Manuel González, Manuel garcía Gutiérrez y José García Rozada. Una fotografía de la Marcha asturiana resume la historia desde 1939 a nuestros días, dice así: «Dignidad. No nos doblegó el enano Tampoco lo hará Mariano».
El diario se va asentando en quien lee y las razones para llegar a Madrid aumentan con los pasos de los y las marchistas. En el camino, en los pueblos, en las ciudades las muestras solidarias sobrepasan lo imaginable, la gente entregaba lo que tenía, comida hecha expresamente para la Marcha, las llaves de sus casas para que descansasen, les curaban y les daban masajes, se ofrecían a llevarlos y llevar sus cosas, les acompañaban, les pedían que explicasen en las plazas y en reuniones el motivo de las Marchas, hacían asambleas, gestionaban permisos, buscaban soluciones, …
De Mieres a Pola L.lena; de Pola a Ciñera; de Ciñera a La Robla; de La Robla a León; e León a Mansilla de las Mulas; … a Madrid, donde, otra vez con la Orquesta Ventolín, la Marcha asturiana se abrió paso para reunirse con más de 2 millones de trabajadoras y trabajadores en la Plaza de Colón.
«Orgullo de clase, porque quienes nos aplaudían eran gente común, que vive de su trabajo.»
Si el libro comenzaba con cuatro autores que trataban las reivindicaciones de las Marchas, las últimas páginas recogen escritos de participantes, entre los que había gentes sin empleo y con empleo y jubilados, de éstos señalo la presencia de Rafael González, que a mitad de camino le llamaron para operarle, al día siguiente se las vería con el cirujano. Le sustituyeron el hijo y la nuera.
Todo el libro, literatura obrera, rezuma conciencia y nos invita a apoyarnos en nosotros mismos.
Si el régimen pretendía, y pretende, engañarnos con todos los medios a su alcance, aquí, en «485,2 kilómetros …» tenemos el fracaso de sus maniobras contado por la clase obrera. Una lección de cómo organizados y con un programa unitario, sin exclusiones, y el propósito de superar el sistema, hacemos el camino para transformar la realidad. Las necesidades básicas nos unen: PAN. TRABAJO O RENTA BÁSICA. SERVICIOS SOCIALES. Y, NO AL PAGO DE LA DEUDA.
Un libro ejemplo de compromiso solidario, y el primero de una editorial nueva, que con los tiempos que corren es el mejor ejemplo de conciencia y entrega social. ¿Cómo se puede agradecer un gesto así?.
Título: 485,2 kilómetros en la Marcha de la Dignidad.
Autor: Miguel Ángel Fernández.
Editorial: Sangar ( [email protected] ) (www.editorialsangar.net)
Ramón Pedregal casanova es autor de «Dietario de crisis», lo encuentras en Libros libres, de rebelion.org; y es autor de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», edita Fundación Domingo Malagón.