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El mediador, firmante de la Declaración de Bruselas, forma parte del Internacional Peace Research Institute de Oslo

Linstroth acusa al gobierno español de usar «medidas represivas», «tácticas sucias» y de «no haber cumplido sus promesas con ETA»

Fuentes: Agencias

John P. Linstroth, uno de los mediadores que firmó en marzo la Declaración de Bruselas, acusa al Gobierno español de mantener «una postura muy intransigente con los vascos», de utilizar «medidas represivas» y «tácticas sucias» y de «no haber cumplido todas sus promesas con ETA durante los procesos de negociación de los anteriores alto el […]

John P. Linstroth, uno de los mediadores que firmó en marzo la Declaración de Bruselas, acusa al Gobierno español de mantener «una postura muy intransigente con los vascos», de utilizar «medidas represivas» y «tácticas sucias» y de «no haber cumplido todas sus promesas con ETA durante los procesos de negociación de los anteriores alto el fuego», motivo por el cual consideró necesario «a largo plazo» impulsar una mediación internacional para acabar con el «conflicto» en el País Vasco. Además de considerar que la muerte de Jon Anza tiene «paralelismos» con la desaparición de Lasa y Zabala, califica a los presos de ETA como presos «políticos» y reclama la implicación de Obama en un proceso de paz.

«Claramente debe haber una mediación internacional en este conflicto, porque desde mi conocimiento el Gobierno español tiene una postura muy intransigente con los vascos», explicó el mediador en una entrevista publicada por el International Affairs Forum, recogida por Europa Press.

Linstroth, que forma parte del Internacional Peace Research Institute de Oslo, defiende que «al final, se requiere que haya una mediación por mediadores internacionales para traer a todos los partidos políticos vascos junto al partido gobernante español, el Partido Socialista Obrero Español, para un diálogo que ponga fin al punto muerto entre ETA y España».

El mediador justificó la mediación internacional porque «hay indicadores claros que demuestran no sólo que el Estado español es reacio a negociar con ETA sino también abusos del poder del Estado también». «Para muchos activistas políticos vascos, el Gobierno federal español ha continuado con sus medidas represivas contra los vascos hasta el momento actual desde el periodo de la dictadura de Franco», ha argumentado.

ACUSA AL GOBIERNO DE «TÁCTICAS SUCIAS»

Linstroth denunció que «existen muchos ejemplos de ‘tácticas sucias’ empleadas por las fuerzas de seguridad españolas contra los vascos, especialmente contra la Izquierda Abertzale vasca, bien sea en relación con informes sobre suicidios cuestionables, desapariciones o prácticas de tortura continua a los activistas vascos».

«Las libertades civiles de los vascos y los activistas políticos vascos son continuamente violadas en términos de derecho de asamblea, derecho a votar y derecho contra suspender sin orden judicial el habeas corpus», ha criticado el mediador, al tiempo que condenó que «la detención incomunicada de los militantes vascos por las fuerzas de seguridad españolas se prolonga durante días, incluso hasta dos semanas, antes de que un detenido pueda tener acceso a su abogado o realizar una declaración ante el juez».

«Tales medidas represivas contra los nacionalistas vascos no ayudan si va a haber un esfuerzo concertado para hacer avanzar el proceso de paz y consecuentemente acabar con el conflicto», insistió.

NI ESPAÑA NI FRANCIA HAN EXPLICADO QUE PASO CON JON ANZA

El mediador dejó claro que, en su opinión, «ni el Gobierno español ni Gobierno francés han explicado adecuadamente a los familiares de Jon Anza –etarra que desapareció cuando iba a hacer una entrega de dinero a ETA y un año después fue encontrado en la morgue de Toulouse– qué le ocurrió» y ha explicado que «para muchos militantes vascos» su desaparición guarda «paralelismos» con la muerte de los etarras José Antonio Lasa Arostegui y José Ignacio Zabala Artano a manos de los GAL.

Además, el mediador criticó abiertamente al Ejecutivo por «haber arrestado arbitrariamente a aquellos que no están vinculados con ningún tipo de actos terroristas y haberlos puesto en prisión durante mucho tiempo», apelando expresamente al proceso judicial abierto contra el entramado de Ekin.

«Ninguno de aquellos implicados en los cargos judiciales han estado implicados en actividades militares de ETA. Por ello, muchos de estos enfoques duros sólo han servido para prolongar el conflicto. Tales medidas policiales de España sólo harán que el movimiento nacionalista vasco esté mucho más determinado en su lucha contra el Estado español», ha explicado, insistiendo en que la ilegalización de Batasuna en 2003 «fue un error claro para resolver el conflicto».

«ESPAÑA NO HA MANTENIDO TODAS SUS PROMESAS CON ETA»

El mediador atribuyó el fracaso de procesos negociadores anteriores entre el Gobierno y la banda terrorista española por el incumplimiento de las promesas hechas por el Ejecutivo a ETA. «España no ha mantenido todas sus promesas con ETA durante el proceso de negociación de los últimos alto el fuego», explicó en la entrevista.

Aunque admitió que «en la última negociación, ETA también rompió el alto el fuego con el atentado del Aeropuerto Internacional de Barajas en Madrid a finales de diciembre de 2006», insistió en la idea de que «el Gobierno federal español no hizo concesiones en cuestiones como la liberación de los presos políticos vascos en toda España» para explicar el fracaso del anterior proceso de negociación.

El mediador, que reconoce que ETA no ha logrado su objetivo de «independencia territorial», ha reconocido además que no se consiguió «nada» de las «negociaciones secretas» que las partes mantuvieron durante el último alto el fuego de la banda, entre marzo de 2006 y junio de 2007. «Durante los últimos alto el fuegos hubo negociaciones secretas entre el Gobierno español y ETA para una solución política para resolver el conflicto vasco. Pero no se consiguió nada en términos de resolver el conflicto», ha precisado.

PAPEL PARA OBAMA

Linstroth cree que «el presidente Obama y su administración tienen una buena ventana de oportunidad aquí para cambiar la obstinación del conflicto vasco y ayudar a un proceso de paz». «Los vascos tienen esperanza de tener soluciones a su conflicto similar a lo que ocurrió en Irlanda del Norte después de los Acuerdos del Viernes Santo», ha explicado.

En su opinión, ningún país tercero se ha implicado en un proceso de negociación en el País Vasco «en parte» por la integración de España en organismos como la Unión Europea y la OTAN. «La implicación preeminente de España en la OTAN y su papel de liderazgo como Estado miembro de la UE han impedido en parte a otros países que se impliquen en aumentar los esfuerzos para una resolución pacífica en el País Vasco», ha concluido.