Los manifestantes tenían preparada una placa para colgar en la pared al lado de la boca de Metro de Legazpi, un pequeño homenaje a este joven que perdió su vida por cruzarse con un joven fascista. Después de colgar la placa se ha leído un comunicado en repulsa del fascismo. Ayer la manifestación legal parece […]
Los manifestantes tenían preparada una placa para colgar en la pared al lado de la boca de Metro de Legazpi, un pequeño homenaje a este joven que perdió su vida por cruzarse con un joven fascista. Después de colgar la placa se ha leído un comunicado en repulsa del fascismo.
Ayer la manifestación legal parece que era la convocada por la ultra-derecha, la de la AVT respaldada por los dirigente del PP. Sin embargo por parte del Gobierno del PSOE y de los medios de comunicación, la manifestación que no había que consentir era la antifascista la que se celebra todos los años por el 20-N.
La policía como siempre muy bien mandada reprimió a los manifestantes con escopetas de pelotas de goma y porras. La represión fue desproporcionada desde que comenzaron a llegar los primeros manifestantes a Atocha.
No se ha dejó salir del metro a los grupos de manifestantes que iban llegando, impediendo ademas con malas formas que los transeúntes se pararan en los alrededores de la Glorieta de Carlos V. Los manifestantes que habían sido dispersados se fueron colocando poco a poco en la Ronda de Valencia hasta conseguir cortar la calle, en ese momento había unos 1000 y poco a poco se ha juntaron un grupo de casi 2000 manifestantes.
La manifestación llegó a la Glorieta de Embajadores y allí tras la represión de los antidisturbios subió hasta La Latina por la Calle Embajadores. El recorrido continuó por la Puerta de Toledo hasta llegar a la calle Delicias y finalizar en el metro de Legazpi, donde se terminaron los actos previstos por los convocantes, a las 19:00h.
En todos los telediarios y en todas la crónicas de las agencias, han olvidado citar el objetivo de la manifestación que después de todo se consiguió.
No sobra recordar que un militar mató de una puñalada en el corazón a un joven de 16 años hace dos semanas. Carlos fue homenajeado ayer por los manifestantes al llegar a Legazpi. Había preparada una placa para colgar en la pared al lado de la boca de Metro, un pequeño homenaje a este joven que perdió su vida por cruzarse con un joven fascista. Después de colgar la placa se leyó un comunicado en repulsa del fascismo.
No hay que olvidar ni podemos dejar a un lado que el presunto asesino de Carlos ha sido entrenado por el Estado español para hacer lo que hizo hace dos semana. Se podría decir entonces que el presunto asesino de Carlos, al ser un asalariado del ejercito español, y al ser preparado por este para acciones militares, ¿tiene el Estado responsabilidad directa en el asesinato de Carlos? Es importante que quede claro que el joven que asesino a Carlos era un radical y también un fascista pero sobre todo lo más importante de todo es que era ‘un militar del ejercito español’.
Ayer lo más facil y lo legítimo hubiese sido dejar manifestarse a los miles de personas que acudieron a Atocha, dejarles llegar a Legazpi donde el único objetivo era colocar la placa en recuerdo de Carlos.