Recomiendo:
0

Lobos de una misma camada

Fuentes: Rebelión

Que los compre quien no los conozca. La reciente «controversia» entre Jorge Mas Santos, chairman de la otrora poderosa Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y el congresista federal cubanoamericano Lincoln Díaz-Balart -a propósito de unas supuestas declaraciones de este último donde se mostraría dispuesto a dialogar con Raúl Castro y a modificar en 72 horas […]

Que los compre quien no los conozca. La reciente «controversia» entre Jorge Mas Santos, chairman de la otrora poderosa Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y el congresista federal cubanoamericano Lincoln Díaz-Balart -a propósito de unas supuestas declaraciones de este último donde se mostraría dispuesto a dialogar con Raúl Castro y a modificar en 72 horas la ley Helms-Burton, en un hipotético escenario pre-transición en Cuba-, es la clásica pelea entre lobos y tiene varias lecturas.

Dejémoslo claro desde el inicio. En honor a la verdad, si algo hay que decir a favor del congresista es que este ha sido, desde su más tierna adolescencia, un batistiano inveterado, un anticastrista rabioso y un proyanqui entusiasta, desacomplejado y de verbena. Nada tienen que ver este , quien se acredita haber redactado algunas partes de la ley Helms-Burton, con las declaraciones que el periodista Pablo Bachelet le imputa. Puede dormir tranquila la derechota de Miami: tratándose de esa ley y de diálogo con los hermanos Castro, con Lincoln no caben ni los .

Nos asaltan las preguntas. ¿ Desconocía Mas Santos que era poco probable que Díaz-Balart quisiera dialogar con Raúl Castro y modificar la Helms-Burton ? Evidentemente que no. ¿Por qué entonces formaría ese alarido público en defensa de la mencionada Ley como para que la Administración Bush lo notara? Trataré de darles algunas claves para desentrañarlo.

El chairman es un pícaro de poca monta que -al igual que Carlos Alberto Montaner- cambia según el público y el escenario y, en consecuencia, tiene un discurso para Europa y otro para Miami. Es un , como el propio congresista, para el que la política es un negocio. Mas Santos viene a hacer bueno el refrán que dice: «hijo de gato caza ratón». Su padre, Jorge Mas Canosa, quien debía parte importante de su fortuna y de su a los republicanos, terminó mordiendo la mano que le dio de comer y, por intereses personales, traicionó a George Bush padre con William Clinton en las elecciones presidenciales de 1992.

Mas Santos se tira en esa jugada, propia del más clásico oportunismo político, porque sabe que la FNCA está totalmente desahuciada -políticamente hablando-, y que «no vende ni en Miami». En buen cubano, esta organización comenzó siendo vianda, luego se pasó a fruta y hoy en día está como el aguacate: no es vianda ni fruta. También sabe que ni George ni Jeb Bush le perdonan las dos traiciones a su familia: ni la de Mas Canosa a su padre, ni la que el propio Mas Santos le hiciera al actual mandatario cuando, en las presidenciales de 2004, terminara junto a Joe Garcia apoyando a los demócratas. Con esas es totalmente comprensible que sufra cualquier crisis de identidad.

Por otro lado, y no menos importante, sabe que los norteamericanos, como parte de su famosa , están repartiendo a manos llenas -a cualquiera dispuesto a apoyar la ley Helms-Burton y las políticas subversivas de Bush para «lograr una transición rápida a la democracia en Cuba»-, y está buscando desesperadamente la forma de conectarse con los fondos de la CIA, la USAID, el Departamento de Estado o la NED. Cualquiera le viene bien. Después de todo, por un lado ya no puede ocultar -al menos en Miami-, que la FNCA, bajo su tutela, pasó «de principe a mendigo»; y, por el otro, Pepe Hernández constantemente se encarga de recordarle, con nostalgia, los días en que su padre recibía cuantiosas sumas de dinero de los gobiernos de Reagan y Bush padre a través de los grants de la NED.

Cualquier lector desprevenido podría preguntarme: ¿cómo así que la que creíamos poderosa e influyente FNCA anda de capa caída?. Pues sí, y les hago el cuento. En 1990, cuando las finanzas de la Fundación eran boyantes y entre los asistentes a la cena anual de esa organización prevalecía -como consecuencia de la caída del muro de Berlín un año antes-, la impresión de que esa sería la última celebración de ese tipo en Miami, porque -afirmaban- «el 91 será un año sin Castro», la FNCA podía gastarse el lujo de reunir a 1050 invitados en el lujoso hotel OMNI de Miami, entre los que se encontraba el entonces representante Dante Fascell. Eran los tiempos en que a Jorge Mas Canosa algunos lo llamaban .

Catorce años después, en julio de 2004, cuando a todas luces el presidente de Cuba seguía siendo Fidel Castro, el Mas Canosa había fallecido víctima de una penosa enfermedad y la FNCA era encabezada por su hijo, el panorama era francamente desolador. La otrora poderosa Fundación -espoleada por la crisis financiera- se veía obligada a aprovechar una oferta, a precio rebajado, en el crucero «Majesty of the Sea», para poder llevar a cabo -sin invitados y con la asistencia de unos pocos directores- su XXIII congreso.

Un año más tarde, en julio de 2005, fiel al refrán que dice «dime de qué presumes y te diré lo que no tienes», la FNCA acudía a un lema pomposo para convocar a su XXIV congreso: «El papel que jugará la FNCA cuando llegue el momento de la transición en Cuba». De las deliberaciones sólo trascendió que habían decidido continuar haciendo esfuerzos por alejarse del estigma de terroristas que los perseguía y suscribirse a la estrategia de la subversión interna. No obstante, la es que sólo pudieron participar 30 personas; es decir, 1020 menos que los que asistieron, quince años antes, a su ostentosa cena de fin del castrismo.

Si los datos manejados por la USAID y la NED son ciertos, Ramón Humberto Colás -quien todavía aparece como director de la FNCA-, recibió en el 2005 la suma de 1 millón 520.700 USD de la USAID a través de la Pan American Development Foundation1 (PADF) y el Mississippi Consortium for International Development2 (MCID). También recibió de la NED -en el mismo período- 257.061 USD a través del Center for Internacional Private Enterprise3 (CIPE) y el llamado proyecto de Bibliotecas independientes. Sin embargo, fuentes de todo crédito en Washington y Miami afirman que «esos son negocios directos de Colas con CIA, por los que la FNCA no está cobrando ni peaje». Con ese cuadro, es totalmente lógico que Jorge Mas Santos esté dando alaridos tratando de que lo vean, lo oigan y lo perdonen.

Y por si todo lo anterior fuera poco, ambos personajes: Mas Santos y Díaz-Balart, sufren del llamado <Síndrome del presidenciable ausente>, una extraña enfermedad psicológica que aqueja a varios «personajes» del exilio anticastrista, quienes se perciben a sí mismos como presidentes en la Cuba de la post-transición con la que deliran. Ya inicios de la década de los 90, los padres de ambos «personajes»: Jorge Mas Canosa y Rafael Díaz-Balart, estuvieron bajo tratamiento psiquiátrico por ese desvarío; aunque justo es señalar que fue el primero, quien -para ir ganando tiempo en la carrera hacia la presidencia de Cuba, que en ese momento libraba con el candidato del Carlos Alberto Montaner-, hasta compró un Mercedes Benz que había pertenecido a Anastasio Somoza.

En fin, que tratándose de una «controversia» entre Mas Santos y Díaz-Balart, dos pícaros de tan baja catadura moral, uno nunca sabe. Mas vale mantenerse «sin meter la mano en la candela» como aconsejaba mi abuela para casos como este. Después de todo, lo único claro y concluyente es que se trata de lobos de una misma camada.



1 Pan American Development Foundation (PADF). Según datos de la USAID, esta institución recibió 1.120.700 U.S. Dollars bajo el Contrato Número LAG-A-00-98-00049 que expiraba el 31 de mayo de 2005 para «Apoyar a las bibliotecas independientes» y 400.000 U.S.Dollars bajo el Contrato Número RLA-A-00-03-00021 que expiraba el 31 de agosto de 2005 para «El desarrollo de la libre empresa». Aparece recomendada en el libro «Guía de Recursos para la Transición en Cuba», publicado por el Instituto Republicano Internacional en 1995, como organización a utilizar en la post-transición cubana. Esta organización ha sido denunciada en la Mesa Redonda de la televisión cubana y en medios alternativos como pantalla de la CIA.

2 Mississippi Consortium for Internacional Development. Según datos de la USAID, esta institución recibió 399.952 U.S. Dollars bajo el Contrato Número RLA-A-00-03-00018 que expiraba el 30 de junio de 2005 para «Ayudar a entrenar ONG cubanas independientes». Esta organización ha sido denunciada en la Mesa Redonda de la televisión cubana y en medios alternativos como pantalla de la CIA.

3 Center for Internacional Private Enterprise. Según datos de la NED, en el 2005 le entregó a esta institución la suma de 123.288 U.S. Dollars, de un Fondo Especial del Departamento de Estado para Cuba. Aparece recomendada en el libro «Guía de Recursos para la Transición en Cuba», publicado por el Instituto Republicano Internacional en 1995, como organización a utilizar en la Post-transición cubana en los temas de fomento de la economía, privatización y asuntos de propiedad.