Sáez Merino cierra cuatro plantas con 548 despidos y subcontratará en Marruecos. La compañía trasladó ayer a los trabajadores los detalles de un plan de reestructuración industrial que descansará sobre el área de confección y del que se salva la división de producción textil (hilaturas y tejidos). El plan supondrá el despido de 548 empleados […]
Sáez Merino cierra cuatro plantas con 548 despidos y subcontratará en Marruecos. La compañía trasladó ayer a los trabajadores los detalles de un plan de reestructuración industrial que descansará sobre el área de confección y del que se salva la división de producción textil (hilaturas y tejidos). El plan supondrá el despido de 548 empleados tras el cierre de cuatro factorías -tres en Torrent, Ayora y Carcaixent (Valencia), y una en Casas Ibañez (Albacete)-, junto a un ajuste de plantilla en la de Benaguacil (Valencia).
La reconversión textil ha llegado de forma contundente al grupo valenciano Sáez Merino, fabricante de las marcas Lois, Cimarrón, Caster y Caroche. El recorte deja en 1.100 personas la estructura del grupo, de las que 450 se mantendrán en confección.
Sáez Merino prescinde con esta decisión de más del 50% de su capacidad de producción en confección que resolverá con la subcontratación a empresas del Norte de África, principalmente de Marruecos. El director general, Vicente Sáez Merino, hizo hincapié en que esta medida es la única que garantiza la continuidad y viabilidad de la empresa «frente a la competencia de los países emergentes con salarios bajos y enorme capacidad productiva, y frente al nuevo entorno que llegará con la liberalización del comercio en 2005». La textil prevé entrar este año en números rojos tras un 2003 en que sus beneficios se redujeron más de un 70%, hasta los 2,47 millones.
La compañía está elaborando un plan social para reducir el impacto de los 411 despidos de Valencia y los 137 de Albacete por el que ha entablado ya contacto con agencias de recolocación.
Sáez Merino presentará el expediente de regulación de empleo el próximo martes ante el Ministerio de Trabajo -autoridad competente por afectar a centros de trabajo de varias autonomías- e iniciará ese mismo día las negociaciones con los trabajadores.
Tras el cierre de estas plantas, los activos fabriles del grupo se limitan a dos plantas textiles en Cheste (Valencia) y Segorbe (Castellón), dos de confección en Daimiel (Ciudad Real) y Benaguacil, con un recorte de 143 empleos en ésta última que concentra el 26% de la regulación total.